Circuló en muchos dispositivos móviles durante las últimas horas y se hizo viral. Es el video grabado por el dueño del pool Riders, de Suipacha y Rivadavia, en el que se lo ve vaciando el local por cierre definitivo. “40 años de historia, dos tercios de mi vida y ahora tenemos que cerrarlo”, comenzó diciendo Carlos Medone en la grabación. Las imágenes muestran el local vacío, apenas unas mesas que esperan ser mudadas. “Pero no importa, el viejo va a entender y vamos a salir adelante, carajo. Gracias a todos los que nos apoyaron. Empezó el desmantelamiento”.
“La verdad es que yo no pensé que ese video se iba a viralizar y que iba a tener esta repercusión. Lo hice para mandárselo a un primo a Buenos Aires y a unos amigos aficionados a la náutica, del grupo El río nos une. Porque cuando comenzamos a desmantelarlo y vi partir a la primera camioneta me acongojé, me invadió la angustia”, contó Cacho esta mañana.
—¿Se encontró sin posibilidades de mantener la fuente laboral?
—Era imposible. Hice números, más números, y no le encontré la vuelta. Entonces me dije ‘si no me van a permitir abrir quién sabe hasta cuando no puedo seguir’. Lo digo entendiendo la situación, no estoy en contra de que no nos dejen abrir.
La entrevista fue interrumpida por un automovilista que frenó y le gritó: “No cerrés, ¿a dónde vamos a ir?”. Cacho esbozó una sonrisa y lo saludó con la mano. “Y bueno, qué se le va a hacer”, dijo.
“Tengo la esperanza de poder volver a abrir. No me voy a desprender de las mesas (de pool) ni del mobiliario y heladeras”, contó el pequeño empresario gastronómico y de entretenimientos. Mientras hablaba se escuchaban más bocinazos y saludos de la gente que circulaba. “Si esto pasa, tengo la esperanza de volver a abrir, pero no puedo quedarme un año acumulando deuda, porque se me va a hacer ‘cuesta arriba’ y entonces será irrecuperable”.
El principal motivo del cierre es la imposibilidad de hacer frente al gasto de alquiler. “Era una empresa chica, casi familiar, te diría. Tenía dos chicas y un empleado, que lo voy a mantener porque además es un amigo, así que se va a encargar de unas cocheras”, contó Medone.
El conocido pool siempre estuvo abierto. “Ni siquiera cuando murió mi viejo lo cerré. Te aclaro que por decisión de él”, le dijo a El Litoral. Por último, el empresario mencionó que “quizá vuelva a abrir, no lo descarto, por eso no me voy a desprender de las mesas”.