* Por María Mercedes Cardoso, coordinadora de la carrera de Farmacia de la UCSF.


* Por María Mercedes Cardoso, coordinadora de la carrera de Farmacia de la UCSF.
Desde la Facultad de Ciencias de la Salud de la UCSF, estamos convencidos que la sociedad demanda profesionales -en el área de la salud en general, y farmacéuticos en particular- que además de una sólida formación científica y técnica en el ámbito de sus incumbencias, puedan desempeñarse con responsabilidad social, con una clara conciencia del compromiso con la sociedad en general, y con las personas en particular, asumiendo su misión profesional como un servicio. Desde esta perspectiva, nos hemos propuesto enfatizar la tarea del farmacéutico en atención primaria de la salud (APS), asumiendo que los procesos de salud-enfermedad requieren de una mirada integral, que entienda a la persona humana en su complejidad e integralidad bio-psico-social y espiritual, que no excluye, sino que complementa, la formación científica y técnica.
La tendencia mundial del ejercicio profesional del farmacéutico es centrar su objetivo en el cuidado del paciente, la familia y la comunidad, formando parte activa del equipo de salud, proporcionando los servicios farmacéuticos necesarios para asegurar que el paciente puede acceder a terapias oportunas, seguras y eficaces.
Las competencias se clasifican en genéricas, específicas y humanísticas.
Las competencias genéricas, son comunes y compartidas a todos los miembros del equipo y son las que permiten que los profesionales se adapten a nuevas condiciones de trabajo, se mantengan actualizados y superen los problemas que deben enfrentar en sus respectivos puestos de trabajo.

Las competencias específicas son aquellas inherentes a cada profesión donde predominan los aspectos técnicos: implementar políticas y programas, seleccionar, adquirir, realizar preparaciones magistrales y oficinales, distribuir y dispensar medicamentos. Promover el uso racional de los medicamentos, farmacovigilancia, brindar información, participar en investigaciones, entre otros.
Las competencias humanísticas se refieren al conjunto de valores éticos que se forman en el profesional para el uso y aplicación de los conocimientos adquiridos, están vinculados al ejercicio profesional y su responsabilidad social ante la comunidad.
El Plan de Estudio de la carrera está diseñado para que al transitar la misma el alumno vaya desarrollando estas competencias e internalizándolas, para luego proyectarlas al momento de realizar las prácticas finales y en su vida profesional.
El rol de la profesión farmacéutica en el sistema de salud es contribuir a la mejora de la salud y ayudar a los pacientes para que hagan el mejor uso de los medicamentos. Para cumplir con este los farmacéuticos identifican, gestionan o detectan problemas de salud, promueven la salud, previenen daños causados por medicamentos, aseguran su eficacia, están siempre disponibles para los pacientes.
El rol del farmacéutico ha variado con los años, el profesional precisa pasar de ser un elaborador y distribuidor de medicamentos, a ser un profesional que brinda atención sanitaria.
Las características de la época en la que vivimos exigen capacitación continuamente, esto hace que nos mantengamos vigentes. El farmacéutico debe ser un estudiante permanente ya que es imposible adquirir en los estudios de farmacia todo el conocimiento y la experiencia necesaria para continuar la carrera durante toda la vida. Los conceptos, principios y obligaciones de la formación continuada deben comenzar mientras que se está estudiando farmacia y se deben mantener a lo largo de la carrera del farmacéutico.
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