De la Redacción de El Litoral
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La respuesta al alcohol varía según el género y el peso de la persona, por lo que el efecto del alcohol suele ser mayor en las mujeres que en los hombres. También son superiores los tiempos que ellas necesitan para reponerse y llegar a un nivel de alcoholemia cero y lo que se haya comido antes de beber, ya que si no hay alimentos en el estómago, el alcohol es absorbido rápidamente por el torrente sanguíneo y el nivel de alcohol en sangre aumenta.
Diferentes estudios han comprobado que quienes toman alcohol tardan más en reaccionar ante un imprevisto y son más imprecisos a la hora de maniobrar. Esta conducta se debe a que los sentidos sufren una alteración en la percepción de las distancias y los tiempos. Como el alcohol es un depresor del sistema nervioso central, en principio, produce una sensación de bienestar, ligado a un mayor control de la situación y mayor verborragia. Esta conducta se genera ya que hay una desinhibición de factores biológicos por depresión del sistema nervioso.
Los profesionales de la medicina aseguran que el conductor debe ser consciente de que el hecho de consumir alcohol afecta los reflejos, aunque él no lo note. Es por eso que las distintas legislaciones que regulan el tránsito a nivel global, ponen un límite de 0,5 gramos por litro como valor máximo permitido para automovilistas, un 0,3 como límite para motociclistas.
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