San Expedito es, según la creencia católica, el santo de las causas justas y urgentes. En nuestra ciudad, su figura concita cada año a una mayor cantidad de devotos. Cada 19 de abril, es el día que la liturgia recuerda el martirio y la muerte del santo, y una multitud se dirige a venerarlo, a rogarle o a agradecerle.
19 de abril
La fiesta de San Expedito este año se celebra nuevamente en el templo
El año pasado como consecuencia de la pandemia el encuentro se realizó en la vereda. Pero ahora con las medidas sanitarias más relajadas los fieles vuelven a la iglesia.
La parroquia Sagrado Corazón de Jesús convoca a todos los feligreses para que se acerquen a la eucaristía. Este martes habrá cuatro misas que serán a las 10 y a las 12, después por la tarde el encuentro es a las 15 y a las 19, este último se celebrará en el patio del templo ingresando por 1° de Mayo.
“Llega gente no solo de Santa Fe sino también de provincias vecinas, mucha gente de Entre Ríos Chaco, Formosa, Córdoba y hasta de Mendoza. La gran mayoría viene a dar gracias, pero también se acercan para pedir salud y trabajo”, explicó el padre José María Soria
La historia de San Expedito
San Expedito fue un comandante de las legiones romanas, que tuvo a su cargo miles de hombres y sirvió al emperador Diocleciano, entre los siglos III y IV. Creen quienes estudiaron su vida que combatió a los bárbaros en el Oriente del imperio romano.
Su conversión al cristianismo fue lo que desencadenó la persecución de sus propios compatriotas romanos. Expedito fue martirizado y luego decapitado el 19 de abril del año 303, según algunos historiadores, en la ciudad de Melitene. Junto a él, murieron también otros legionarios que también se habían convertido.
La tradición narra que, en el momento de convertirse al cristianismo, previo a tomar su decisión definitiva, a Expedito se le apareció el demonio en forma de cuervo que le decía: «Cras, cras, cras», que en latín significa «mañana».
Pero el santo no aceptó la postergación de su fe y, con un furioso impulso, aplastó al cuervo mientras decía: «Hodie, hodie, hodie», que significa «hoy». Por esa cualidad para no retrasar su decisión se lo consideró luego el patrono de las causas urgentes.
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