De la redacción de El Litoral
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De los diez pubs que participaron ayer de la protesta, siete están habilitados por el municipio. De esos siete, sólo tres tienen empleados registrados en la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip): dos tienen un empleado cada uno y el tercero tiene dos, según datos a los que accedió El Litoral de fuentes oficiales.
Los cuatro empleados formales están muy lejos de las 200 personas que, según los dueños de estos locales, verán afectada su fuente de trabajo por la nueva reglamentación que los obliga a dejar de bailar en los pubs. En el recuento que ellos hacen, incluyen al personal involucrado en forma indirecta con la actividad.
Además, la mayoría no cumple con el pago del Derecho de Registro e Inspección (DReI), según confiaron desde el municipio. “Salvo uno que adeuda un período, el resto es moroso consuetudinario”, calificaron.
A partir de la aplicación de la nueva norma -que corre desde ayer- los pubs no deberán cerrar. Podrán seguir funcionando ajustándose al rubro principal, que es el gastronómico, e incorporar una actividad secundaria: el espectáculo, pero sin baile. “Estos lugares no tienen capacidad para meter tanta cantidad de gente y el objetivo es preservar la seguridad de los que asisten”, dijeron desde el área de Control del municipio.
Por otra parte, quien hoy tenga un pub y quiera que los asistentes bailen podrá solicitar el pase a la categoría de “comedor con espectáculo”, una vez que se relocalice en la nueva zona (Ruta 168, avenida Gorriti y un sector de Alem).
Bailables en infracción
El problema en Santa Fe con los pubs y boliches es que, por lo general, no ajustaron la actividad que desarrollan a la categoría para la que están habilitados. En el caso de los comedores bailables, son 21 los autorizados, pero sólo 14 respetan el rubro. Los otros 7 funcionan como boliches; su fuerte es la actividad bailable y no la gastronomía.
Ellos también deberán adaptar su funcionamiento a la nueva ordenanza. Es decir, tendrán que montar sus negocios de manera tal que su actividad principal sea la de comedor restaurante y la bailable sólo accesoria, y no podrán vender entradas para el local.
“Los cambios realizados no sólo tienen por fin lograr un ordenamiento de la actividad desde el punto de vista comercial, sino fundamentalmente resguardar la seguridad de quienes concurren a los locales y evitar la venta de alcohol a menores de edad y fuera de los horarios permitidos”, remarcó el secretario de Control, Cornelio Collins.
Controles
Desde esta noche habrá fuertes controles al sector para dar cumplimiento de lo que establece la ordenanza Nº 11.653, sancionada en diciembre del año pasado. La Municipalidad reforzó el personal que se abocará a la tarea, implementando la figura de “inspector multifuncional”.
Collins adelantó que “las modificaciones introducidas a las normativas tienen por fin “ajustar los rubros”, en función de que algunos de los locales han sido “desnaturalizados” en cuanto a las actividades que desarrollan.
El funcionario sostuvo que “el pub es una sandwichería con la posibilidad de un espectáculo, pero no tiene por qué tener bailable, ésa es una característica de otro rubro”, y aseveró que “estamos aplicando la norma que está vigente, que se sancionó y se puso en vigencia sobre fines del pasado año”.
Diferencias
Pubs: no tienen actividad bailable. La gastronomía es su actividad principal y pueden incluir música o un espectáculo (un recital, por ejemplo).
Comedor con espectáculo bailable: la actividad principal es la gastronomía y adicionalmente tiene baile, con una capacidad máxima de 300 personas, una relación de 70 % para mesas y 30 % para la pista de baile. Puede haber una persona cada tres metros cuadrados de su superficie.
Confitería bailable: el baile es la actividad principal y no pueden colocarse mesas en la pista. La ocupación no podrá ser superior a dos personas por metro cuadrado de superficie, exceptuando los sectores destinados a ingresos y egresos, sanitarios, cabinas de sonorización, etc.




