El pintor y arquitecto santafesino Hugo Lazzarini está presentando “Cuentos ilustrados 1”, un libro de narraciones iluminadas mediante diversas técnicas, combinando fotomontajes, óleos, acuarelas y dibujo de historietas.

El pintor y arquitecto santafesino concretó un libro de narraciones ilustradas a través de diversas técnicas, como fotomontajes, óleos, acuarelas y dibujo de historietas. En diálogo con El Litoral, repasó el camino que lo llevó de la inspiración en diversos viajes a estos relatos cargados de su universo visual.

El pintor y arquitecto santafesino Hugo Lazzarini está presentando “Cuentos ilustrados 1”, un libro de narraciones iluminadas mediante diversas técnicas, combinando fotomontajes, óleos, acuarelas y dibujo de historietas.
Desde su estadía anual en Sitges (Cataluña, España) conversó con El Litoral sobre esta propuesta que aúna literatura y plástica, a partir de anécdotas y lugares que visitó.
-¿En qué consisten estos “Cuentos ilustrados 1”?
-En el panorama de las artes soy una persona inquieta y he tratado de encontrar, en todos los ámbitos de la cultura, un lugarcito. Y entonces experimentar con la escultura, con la pintura, con el dibujo y demás.
Siempre me interesó la parte de la ilustración, de los dibujos de las historietas, que también es un arte muy importante, y que se ha desarrollado desde hace muchos años en todo el mundo. Entonces me pareció que podíamos intentar hacer algo sobre ese tema.
Recorro muchos lugares del mundo, y cada uno de ellos siempre me despierta la idea, la expectativa, la creación de un cuentito, de una historia: algo relacionado o referido con el lugar, y con un hecho histórico que lo ha oficializado, que ha hecho famoso a ese lugar.

Como digo en el prólogo: me gusta mucho la literatura, el cine, el arte en todas sus manifestaciones; y con una pizquita de imaginación he logrado entonces estos cuentos.
Que en realidad son cuentos para adultos, ilustrados; entonces puedo aplicar diversas técnicas: la fotografía, el dibujo. Las aplicaciones hoy nos permiten, por ejemplo, mezclar fotos con dibujos; no utilizar inteligencia artificial para nada: solamente manejar las técnicas que nos permite el dibujo.
Hay lugares que cuento en el sur de Francia, en el Périgord francés, en la tierra de México, en París, en los distintos lugares que recorro (gracias a Dios viajo mucho); y de cada uno de esos lugarcitos voy inventando una historia, algo que se haya relacionado o que haya tocado aristas de la de la historia verdadera. A partir de allí invento una historia: por eso son cuentos.
Estoy exponiendo aquí en Sitges, en una galería de arte donde tengo prioridad: allí tengo muchos cuadros, que se van renovando año a año, donde no solo expongo, sino que vendo. Y a lo largo de estas ciudades también doy clases, doy notas; estuve la semana pasada en Costa Brava, en Cadaqués, en toda zona relacionada con (Salvador) Dalí; y allí entonces voy tomando contactos para futuras exposiciones.
Al punto que el año próximo tengo que pintar un mural en una iglesia, además de las exposiciones en diversos lugares, en Castelló. Nos vamos moviendo en esta zona: no sólo estoy disfrutando de las playas, sino que, al contrario, trabajó todo el día. Tanto como en Santa Fe; sólo que aquí tengo un ritmo distinto: me levanto temprano, a las 7 de la mañana, voy al gimnasio, luego hago natación; vengo, voy a la playa, vuelvo y trabajo ocho horas corridas hasta la noche. Comentando con mi esposa, en realidad en este lugar trabajo más que en Santa Fe, pero con otro paisaje, otra vista, otra impronta.
Y gracias a Dios, encima de todo eso, expongo, me hago conocer y vendo. Aquí el arte es distinto, se percibe con una mayor dedicación; la gente visita las galerías de arte como nosotros hacemos en una confitería, y muchas galerías se llenan, hay mucha gente. Y se compra mucho arte: uno se siente tranquilo, bien, confortable, porque hay un buen negocio
Volviendo a “Cuentos ilustrados”, es una intentona: ya incluso estoy escribiendo nuevos cuentos, y buscando nuevos cuentos, para hacer “Cuentos ilustrados 2”. Y después transformarlo quizás en un libro un poquito más amplio, con más páginas, con otras tapas, veremos.

- ¿Qué técnicas se usaron a la hora de hacer los originales de cada obra, y cómo es de diferente pensar en obras que van a ser reproducidas? Donde después hay un proceso en el que se une lo dibujado con la fotografía.
-Al salir de la misma mente (tanto la parte literaria como la parte del dibujo) hay una conjunción y un avance en ese sentido: lo que imaginé escribiendo también lo busco en los dibujos. Y entonces me surto de antecedentes históricos de los lugares; fotos, por supuesto, porque hemos estado personalmente en los sitios. Pero además me surto de antecedentes históricos, documentación, porque me gusta mucho la historia, y referido a eso a las manifestaciones pictóricas: por eso los cuadros.
Hay muchas fotografías de la época, Internet hoy nos permite encontrar antecedentes fotográficos en gran parte de las ilustraciones que doy; entonces aplico esas fotos antiguas, las retoco, hago los trabajos correspondientes con la compu. La técnica sería primero agarrarlos y hacerlos en la tablet, luego les saco copias y sobre las copias les hago intervenciones pictóricas.
Entonces, hay una amalgama de dibujos, de fotos originales, de pinturas originales en la tablet; pero además luego pinturas adicionales en las copias. Tiene un proceso de cuatro etapas, o cinco; para luego en última instancia (cuando ya está todo compaginado) entonces se pasa a prensa.
Tiene todas esas etapas: por eso hay coloraciones, hay trazos de acuarelas, hay pinturas al óleo. Se mezclan las técnicas, en lo que nos ofrece la modernidad de la tablet con lo de siempre que es la pintura a pincel: ya sea con acuarela, con óleos, lápices de colores acuarelables y demás.
En esa amalgama intento recrear una manifestación artística con cierta altura: es lo que pretendo a través del arte que realizo.
-Cuando fue la muestra “Sueños” hablábamos de revisitar a las grandes figuras y las grandes obras de la historia del arte. Acá también está este encuentro con los artistas del pasado; por ejemplo, está “La piedad de Belinda”, historia con William-Adolphe Bouguereau. ¿Cómo surgió esa búsqueda de lo histórico-pictórico en cada uno de estos lugares?
-Esa muestra del sueño de los pintores (que la he traído a Europa y que luego en octubre vuelve a la Alianza Francesa) aquí ha despertado un interés notable, porque es como tocarle sus sentimientos: estamos homenajeando a los pintores europeos que son muy caros para la historia de estos países. El hecho de buscarle los sueños, las interpretaciones de ellos, me da mucho éxito.
Al punto que no he vendido los cuadros a propósito, para poder conservarlos en unidad, de tal manera de mostrarlos nuevamente en Santa Fe. El año que viene sí se desarmará esa colección y se venderá en distintos lugares.
Volviendo a la pregunta, aquí toco el cuadro de Bouguereau, que es la famosa Virgen María con Jesús, un cuadro muy famoso; e inventé la historia de la protagonista: en este caso esa sirvienta que ofició de modelo para el cuadro de Bouguereau de María con Cristo en los brazos.
Siempre me gusta sondear en la historia, en la universal pero también en la historia de los pintores: sus motivaciones, sus pequeñas anécdotas, y aplicarlas en sus técnicas. Por eso intento buscar técnicas que se asimilen a la de los pintores famosos, de los escultores.
Todos estos cuentos fueron surgiendo a lo largo de distintos viajes: son ocho o nueve años concentrados y seleccionados. Los próximos siete que estoy haciendo también son cuentos ya redactados hace un par de años, que ahora tienen la posibilidad de ilustrarse.
No soy literato, pero intento contar con la mejor expresión posible, el cuento: lo más agradable, lo más sorprendente posible. Pero lo fuerte mío es el dibujo, la pintura, no tanto la literatura. De todas maneras, intento amalgamar ambas técnicas, ambas expresiones.
Recibido de Arquitecto en 1972, Hugo Lazzarini dedicó su vida al diseño y construcción de edificios, escuelas, planes de vivienda, bancos, clubes, bibliotecas, iglesias, capillas y casas familiares en localidades de la provincia de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. Por esto, obtuvo tres Primeros Premios Nacionales a la Excelencia Profesional y Paradigma de la Sociedad entre otros en Concursos Nacionales y Regionales.
Su intensa vida social y preocupación por los temas espirituales y sociales, le posibilitó participar activamente en innumerables Instituciones de bien público.
Recibió el Primer Premio al Mejor Libro Editado en la Argentina, de su autoría, con motivo del lanzamiento de “Jesús el Mesías” y ha publicado libros de carácter artístico, político y espiritual, cuadernillos, gacetillas y comentarios periodísticos en varios periódicos nacionales.
Sus cuadros al óleo, acrílicos y acuarelas se exhibieron en numerosas exposiciones, personales y grupales, y sus obras se encuentran en diversos museos de la Argentina.
A la fecha posee más de 475 obras; actualmente trabaja en las ciudades de Santa Fe y Buenos Aires, y en Sitges (España).
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