Hace pocos días, se conoció que "El niño y sus juguetes - Gabrielle y el hijo del artista, Jean", una pintura inédita de Pierre-Auguste Renoir, había superado su estimación inicial y se terminó vendiendo por 2 millones de dólares.

La obra titulada "El niño y sus juguetes", que hace algunos días superó su estimación, permite revalorizar a su autor y trazar algunos cruces entre impresionismo, cine y pintura argentina.

Hace pocos días, se conoció que "El niño y sus juguetes - Gabrielle y el hijo del artista, Jean", una pintura inédita de Pierre-Auguste Renoir, había superado su estimación inicial y se terminó vendiendo por 2 millones de dólares.
Se trata de un óleo de la década de 1890 que muestra al pequeño Jean Renoir mientras juega, sentado en la falda de Gabrielle Renard, su niñera de entonces. Lo curioso es que la obra nunca había sido expuesta ni puesta a la venta.
El cuadro perteneció originalmente a Jeanne Baudot, alumna de Renoir, quien lo conservó hasta su muerte. Posteriormente fue legado a Jean Griot. Desde su fallecimiento, en 2011, la obra permaneció en manos de sus herederos.

La repercusión que obtuvo este hecho en el mundo de las artes plásticas a nivel internacional, da pie para recordar al creador de la obra. Pero también para hacer algunos cruces.
En esta misma sección, en diciembre de 2023, definimos a Renoir como "un perspicaz observador de la vida urbana de París". Que "contó" lo ocurrido cotidianamente en plazas, bares y jardines ubicados en las cercanías del río Sena.
Sin embargo, lo que caracterizó a este pintor, ligado al impresionismo, fue que se centró más en la figura humana, en especial la femenina. Lo cual se observa en el nivel de detalle que le da a Gabrielle en la redescubierta pintura.

Fue un apasionado de la pintura. Alessandra Pagano, en un artículo publicado por National Geographic, recuerda que "durante los últimos años de su vida, sus manos estaban tan deformadas que apenas podía moverlas, y para poder seguir pintando se ataba los pinceles a las muñecas".
Evocado el autor, ahora va el primer cruce, que tiene que ver con el niño que aparece en la pintura jugando sobre la falda de su niñera. Es que sería, con los años, uno de los directores de cine más influyentes del siglo XX.
Jean Renoir (autor de "La regla del juego" (1939), tal vez la película más estudiada de la historia del cine francés) llevó al lenguaje cinematográfico la sensibilidad heredada de su padre. Muchos críticos vieron ese "puente" entre pincel y cámara.

Además del mencionado film, su obra maestra, Renoir dirigió "La gran ilusión" (1937) aplaudido alegato antibélico, y luego trabajó en Estados Unidos, dentro del star system de la época. Volvió a trabajar en Francia en la última parte de su carrera.
El segundo cruce nos lleva a territorio argentino. En el Museo Nacional de Bellas Artes se conservan tres obras de Renoir, una de ellas muy representativa de su estilo. "Mujer joven con sombrero verde" es un pastel que permite apreciar el modo en que Renoir analizó la luz, una sus obsesiones, con una libertad experimental notable.
María Isabel Baldasarre sostiene que este trabajo "se emparenta con los estudios rápidos de bustos de mujeres con sombreros que Renoir realizó, hacia la última década del siglo XIX, para estudiar los efectos de la luz y el color".

El tercer cruce se sitúa en las influencias. Renoir, con Monet, Degas y Pissarro, fue una figura de referencia para los pintores argentinos que iniciaron la transición hacia la modernidad a comienzos del siglo XX.
Martín Malharro y Carlos Ripamonte, en particular, encontraron en el impresionismo francés un modelo para pensar la luz, el color y la atmósfera de un modo nuevo.

Así "El niño y sus juguetes - Gabrielle y el hijo del artista, Jean" alude a tres escenas que dialogan entre sí: la infancia de un gran cineasta, la presencia de Renoir en el Bellas Artes de CABA y la influencia que el impresionismo ejerció sobre los primeros modernizadores argentinos.