"Los médicos que yo pinté": la curiosa serie de retratos del rosarino Osvaldo Traficante
Es una rareza dentro del arte argentino. Incluye varios trabajos dedicados a profesionales de la salud que se destacaron en la segunda mitad del siglo pasado. ¿Quién era Traficante y por qué realizó estas obras?
Los doctores Aceval, Ércole y Tejerina. Foto: Fundación Ciencias Médicas de Rosario
A 104 años de su nacimiento, el 9 de diciembre de 1921, cabe utilizar esta sección para evocar la figura de Osvaldo Traficante, pintor y docente. Más que por su talento, que evidentemente lo tuvo, por una serie poco habitual dentro del arte argentino: la colección de retratos de médicos rosarinos.
Traficante nació, vivió y murió en Rosario. Se formó como Profesor Normal Nacional de Dibujo en la Escuela Normal Juan M. Gutiérrez y, desde muy joven, integró los circuitos oficiales delarte argentino.
Desde 1943 participó en los Salones Oficiales de Rosario, Santa Fe, Buenos Aires, Mar del Plata, Mendoza, Tucumán, Entre Ríos, La Rioja, Córdoba y San Luis, asentándose como un artista de presencia continua y respetada.
Dr. González. Foto: Fundación Ciencias Médicas de Rosario
Realizó exposiciones individuales en Buenos Aires, Rosario y Mendoza, y sus obras ingresaron a los museos de Rosario, Santa Fe, Paraná y Buenos Aires, además de colecciones privadas en Argentina, Estados Unidos, Puerto Rico, Colombia, Venezuela e Italia.
Falleció en Rosario el 21 de julio de 1993, dejando una producción caracterizada por el constante equilibrio, buscado intencionalmente, entre el rigor académico y la profundización del uso expresivo de los colores.
Según el portal Arte de la Argentina, su obra se distingue por "trabajos construidos desde los planos de luz y sombra, donde interviene el color luz y el cromatismo variado de acentos cálidos y fríos".
Dr. Figueroa Casas. Foto: Fundación Ciencias Médicas de Rosario
Retratos de médicos
Entre sus proyectos, sobresale la serie "Los médicos que yo pinté". Allí retrató a figuras de la medicina rosarina, en un trabajo en el cual puso en primer plano sus dotes de observación. La colección fue presentada por la Fundación Ciencias Médicas de Rosario "Prof. Dr. Rafael M. Pineda".
"Al incorporar a su temática a muchos profesionales de nuestro medio, Traficante dejó un testimonio costumbrista que constituye tanto parte de la historia del arte en Rosario como de la historia de la medicina rosarina", expresó la institución.
La serie nació, según contaba el propio artista, de la curiosidad que le generaban los médicos como figuras públicas, pero también como personas dotadas de una vida interior intensa. Para él, el retrato servía para mostrar su carácter.
Dr. Cames. Foto: Fundación Ciencias Médicas de Rosario
El artista como testigo
En su charla pública "Los médicos que yo pinté", que está completa en Youtube, Traficante contó los intercambios que mantuvo con quienes posaron para él. "La anécdota bien elegida ilumina mejor la mentalidad de un ser que varios capítulos de psicología diluida", afirmó.
Una de las historias que contó ante el auditorio convocado en ese momento por el Círculo Médico de Rosario, involucra al doctor David Staffieri. Una figura reconocida de la medicina de la ciudad del sur provincial, al punto que uno de los centros de salud lleva su nombre.
Traficante relató que, cuando le preguntó si lo podía retratar, el médico respondió con sorpresa: "¿Y por qué a mí?". El artista confesó haber sentido temor cuando arrancó el trabajo, agravado por un episodio: una mesa del taller se trabó, los materiales cayeron al suelo, y el médico, pese a su seriedad, se puso a ayudarlo a juntar.
Dr. Fernández. Foto: Fundación Ciencias Médicas de Rosario
Eso "rompió el hielo" y luego hubo más confianza. "Cuando protesté porque no podía lograr un músculo de la cara que favoreciera el parecido, me dijo: 'No se preocupe. Cuando Miguel Ángel hizo el busto de los Médici no se inquietó por la fidelidad del parecido. Dentro de 200 años nadie cotejará con la realidad. Lo importante es que perdure como obra de arte'”.
Otra escena que contó en su charla suena literaria. "Una tarde veo pasar a Staffieri con una rosa roja de tallo largo. No sé cuál era el destino de esa flor, pero pude asegurar que era un romántico". Estos recuerdos permiten dimensionar el vínculo subjetivo que el artista establecía con sus modelos.
La mirada desde la familia
Yanina Ceriani, sobrina nieta del pintor, da un matiz íntimo sobre su carácter, que se observa en el posteo a través del cual lo recordó en redes sociales, realizado en abril de 2025.
Dr. Borras. Foto: Fundación Ciencias Médicas de Rosario
"Era un tipo de pocas palabras, cabrón pero de gran corazón. Siempre parecía en otra órbita. Sus camisas, llenas de pintura, colgaban en la ventana de la casona. Una tarde me dijo: 'Sentate y pintá el rincón que más te guste'. Ese día entendí su manera de mirar", afirmó.
Ese testimonio humaniza al pintor: muestra la coherencia entre su enseñanza y su obra. La observación minuciosa era también parte del método que transmitía a sus alumnos.
Arte, historia y memoria urbana
Sus retratos de médicos rosarinos podrían pensarse hoy como parte del archivo visual de una comunidad profesional específica. Pero son, al mismo tiempo, un documento que permite reconstruir la identidad cultural de Rosario en la segunda mitad del siglo XX.
Dr. Pineda. Foto: Fundación Ciencias Médicas de Rosario