En mayo de 1972, seis artistas santafesinos de distintas generaciones expusieron de manera conjunta en el hall de entrada de Canal 13.
Fernández Navarro, Fertonani, Godoy, Luna, Petrucelli y Romano protagonizaron en mayo de 1972 una muestra colectiva que dejó huella en la cultura de la ciudad.
En mayo de 1972, seis artistas santafesinos de distintas generaciones expusieron de manera conjunta en el hall de entrada de Canal 13.
Continuando, según expresó El Litoral en su edición del 7 de mayo de ese año, con "la destacada labor expositiva emprendida oportunamente".
César Fernández Navarro exhibió tres paisajes costeros de cuidada factura. "En los que el tratamiento difuminado de la materia-color le permite conseguir transparencias de notable sensorialidad", escribió el crítico Jorge Taverna Irigoyen.
Ernesto Fertonani presentó tres pequeñas obras de corte intimista. "Sus líneas estructuradoras son precisas y dúctiles ya sea en la ubicación de una mesa, de una figura o unas frutas; elementos que, asimismo, son calificados cromáticamente con una paleta densa y rica", destacó Taverna.
También estuvo presente, con sus témperas, Armando César Godoy. "Signos y formas sensuales, de enigmática trascendencia plástica, acuerdan a su plano un raro equilibrio de ritmos que lo ubican distintivamente dentro de la abstracción", aseveró el crítico.
Por lo que respecta a los grafitos de Oscar Esteban Luna, "revelan no sólo su reconocida capacidad dibujística, sino también ese acento transustanciador de los espacios, que hace que temas aparentemente cotidianos alcancen vuelo lírico", agregó.
Dos trabajos de Crispino Petrucelli "advierten sobre su capacidad en el trazo caracterológico y los grabados de Orlando Romano, son demostrativos de su positivo cambio y empuje creador", añadió Taverna.
En paralelo, en la galería Finuart, que funcionaba en San Martín 2976, el público tuvo la posibilidad de apreciar la obra de un artista cordobés: Luis Hourgras.
El expositor ya había cultivado para entonces la pintura, la escultura, el dibujo y la cerámica a lo largo de una labor eslabonada dentro y fuera del país.
"En su obra expuesta hay que detenerse a apreciar dos aspectos. En uno, de paisajes serranos de luz abierta, la paleta se aligera y tiende a buscar los efectos con pinceladas rápidas y cromatismos altisonantes que poco ahondan en la caracterización del espacio natural", remarcó Taverna.
"En el otro, en cambio, Hourgras intenta dar cuerpo sensible a una atmósfera más cabalmente impresionista, con azules violáceos de lograda subjetividad", cerró.
Como dato de color, en paralelo a estas muestras, en el Museo Rosa Galisteo se abrió el 6 de mayo una exhibición de afiches japoneses y obras de dos grabadores del mismo país.
Todo eso, puesto en conjunto y en perspectiva, muestra el lugar preponderante que ocupaba la ciudad de Santa Fe en términos culturales.
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