La Selección Argentina de fútbol se quedó hoy con el subcampeonato del mundo al ser derrotada por Alemania, en la final del Mundial Brasil 2014, en el partido disputado en el estadio Maracaná, de Río de Janeiro.
De esta forma hay que decir que Alemania conquistó hoy el título mundial en Brasil 2014 porque le ganó en el alargue a la Argentina 1-0, en el Maracaná, en Río de Janeiro. El gol lo hizo Mario Götze, al terminar de un modo brillante un contraataque.
El único gol del partido
Las ilusiones de las que fue nutriéndose el seleccionado argentino en el mes que lleva en Brasil, con una victoria tras otra, se derrumbaron en la agonía del alargue de la final del Mundial con el gol de Mario Gotze, que le dio a Alemania el triunfo 1-0, su cuarto título. Esta vez Lionel Messi estuvo lejos de su grandes noches, pero también dos de los cuatro fantásticos que estuvieron en cancha, porque Gonzalo Higuaín se perdió el gol de su vida, y Sergio Agüero se fue de este Mundial donde nunca apareció.
Sin embargo, con sus sombras, Argentina tuvo más chances de marcar que Alemania, mucho mejor parado en el campo, más versátil, pero exponiéndose a algunas contras que pudieron terminar con el partido y darle el tri. Argentina se dio cuenta de ello a los 4 minutos, cuando Lavezzi robó una pelota por la izquierda y superó en velocidad a Howedes, para luego terminar con una definición demasiado abierta de Higuaín. El Pipita iba a tener la chance en sus pies unos minutos después con un regalo de Toni Kroos con un infantil pase atrás que encontró al delantero del Napoli volviendo, pero cuando se quiso acomodar ante Neuer sacó el peor remate que le podía salir.
Alemania con el manejo de Muller y salida frontal de Schweinsteiger dominaba hasta el área, pero en la réplica era vulnerable. Otra muestra fue el ataque que inició Messi de espaldas y a 35 metros del arco con un pase monumental a Lavezzi, centro y gol de Higuaín, pero esta vez el árbitro Rizzoli y su juez de línea Andrea Stefani acertaron. Lo grito medio estadio pero las pantallas le marcaron al público que era posición adelantada. Messi apareció poco pero llevó peligro como una escapada por derecha ante Howedes y Hummels el sector más vulnerable y cuyo remate entrando en velocidad sacó Boateng a centímetros de la línea de gol.
En el segundo lo tuvo rápido Messi, entrando por derecha tras un pase de Biglia, pero tampoco tuvo suerte porque la pelota se fue cruzando el arco y salió junto al segundo palo. En el entretiempo salió Lavezzi muy cansado después de un buen primer tiempo y entró Agüero, cuya misión fue parar el avance de Schweinstienger y en ataque soltarse, pero poco rindió. Cuando la tuvo en el primer adicionado la cruzó muy mal. Muller ya no fue el mismo ene Alemania, las piernas lo obligaron a la intermitencia, pero siguió cambiando de posición para desorientar. Mientras Boateng sacaba todo abajo, Muller soltaba pelotas que Schurrle no pudo conectar dos veces, al igual que Ozil, tal vez el jugador más habilidoso pero con lagunas que hacen que se pierda en medio del partido.
El árbitro se equivocó feo al cobrar falta de Higuaín en una salida brutal de Neuer, que cortó con los puños arriba, pero con la rodilla en la mandíbula del argentino. Pasada la media hora salió Pipita y entró Palacio, más veloz para hacer doble punta con Agüero, sin embargo, Alemania siguió teniendo la pelota y merodeando el área.
Se fueron los 90 minutos, con Gago en cancha en lugar de Enzo Pérez, con lo cual Alejandro Sabella puso tres 5 para tomar el medio. Ni bien empezó el alargue, otra vez Romero le tapó a Schurrle y a los 8 Palacio tuvo la pelota de su vida tras un gran centro de Rojo desde la izquierda que el bahiense paró con el pecho por detrás de Boateng y ante la salida de Neuer la pasó por arriba pero con mala puntería, cayendo a un costado del arco. Hasta que llegó el fatal octavo minuto del segundo tiempo adicionado, cuando Schurrle se escapó por izquierda, Gotze, que había ingresado por el veterano Klose, la paró con el pecho delante de la marca de Demichelis, media vuelta y la cruzó al segundo palo.
Los intentos en los siete minutos restantes fueron desesperados, y en la contra Muller, con una jugada facilitada por la falta de piernas rivales, entró por izquierda al área y la cruzó pero demasiado abierta. Quedaba una por una falta de Schweinsteiger a Messi cerca del vértice derecho del área grande. Pero el Pulga no tuvo su noche, la que necesitaba, y ni el tiro del final le salió.
Lo mejor del partido
A pensar en Rusia 2018
El equipo dirigido por Alejandro Sabella e integrado por el mejor jugador del mundo, el santafesino Lionel Messi, quedó a un escalón de la gloria, a 28 años de la última consagración mundial, obtenida por Argentina en el Mundial de México ‘86, de la mano de Diego Maradona. Aunque el logro de Sabella también es para festejar.
Messi deberá seguir esperando hasta su cuarto mundial para intentar consagrarse campeón. Sus primeras eliminaciones habían sido en Alemania 2006 y en Sudáfrica 2010. En ambas ocasiones Argentina había sido eliminada por Alemania. En 2006, durante los cuartos de final y por penales (Pekerman no incluyó a Messi, que quedó sentado en el banco de suplentes), y en 2010, en el fatídico 4 a 0 sufrido por la selección de Diego. Ahora la historia fue distinta. Y el capitán argentino, Lío Messi, pudo llegar a la final y quedó a un paso de coronarse en la gloria, acompañado por un puñado de gladiadores.
Lionel Andrés Messi Cuccittini logró demostrar durante todo el Mundial de Brasil por qué con 27 años recién cumplidos (el 24 de junio, durante el mundial) es el mejor jugador del mundo de la actualidad. Sus cuatro goles, sus asistencias, su entrega y exquisita calidad futbolística deslumbraron al mundo. Aunque todo esto quedará en poco tiempo en el olvido ante la victoria teutona.
Pero este equipo no fue sólo Messi, sino que durante el mundial de Brasil se consagraron otras figuras, como el caudillo del equipo, el otro santafesino, Javier Mascherano, que supo ganarse el respeto de los hinchas con su hidalguía y coraje, como líder del grupo, adentro de la cancha y afuera también. En la retina de los hinchas quedará su cruce salvador para evitar el gol de Robben, en la semifinal ante Holanda, como uno de los grandes momentos del Mundial; en los oidos de “Chiquito” Romero retumbará para siempre el “Hoy te convertís en héroe” de Masche, aquella tarde en el Arena Corinthians de San Pablo.
También es imprescindible destacar el gran nivel futbolístico logrado por el recién mencionado arquero Sergio Romero. Sus manos salvadoras en los penales, sus intervenciones precisas en partidos clave y su fuerte personalidad le otorgaron al equipo argentino la confianza necesaria para crecer, de atrás hacia adelante, como un equipo con hambre de gloria.
Otro jugador impostergable en el raconto de héroes es el santafesino Ángel Di María. Pese al desgaste físico con el que llegó al Mundial “Fideo” logró sobreponerse y darle al equipo argentino la garra, gambeta y gol que necesitaba para ser un campeón, aunque -se repite con dolor- no alcanzó. Pese a su lesión, en los cuartos de final, fue clave durante todo el proceso mundialista para la performance final del equipo.
La lista sigue y es plateada: el sorprendente Demichelis, el templado Marcos Rojo, Zabaleta y Garay; Biglia, Pérez, Lavezzi e Higuaín; Agüero, Rodríguez, Gago, Palacio y Basanta. También hay que nombrar a Campagnaro, los dos Fernández, Álvarez y los arqueros Orión y Andújar; los 23 elegidos por Sabella para formar “el grupo” que quería, y por el que tuvo que decidir con dolor dejar afuera a Banega y decidir con firmeza tachar al jugador del pueblo, “Carlitos” Tevez.
Ahora Argentina deberá esperar a Rusia 2018 para intentar obtener una estrella más para su camiseta. Por entonces Messi cumplirá 31 años... Brasil, te digo qué se siente.







