Tomás Rodríguez

Entre otros, de allí salió el “Zurdo” Verdirame y hasta el actual gobernador de la provincia, Omar Perotti, se puso su camiseta.

Tomás Rodríguez
En el mundo del fútbol local se han experimentado cambios de importancia desde que ese popular deporte adquirió jerarquía y popularidad; clubes que afirmaron su posición, otros que lucharon contra la adversidad sobreponiéndose a todo y no faltan aquellos que desaparecieron.
Entre estos últimos y que no pudieron sostenerse figura el Club Ferrocarril Santa Fe, que se caracterizó precisamente durante 75 años por su espíritu de lucha y el temple para afrontar ese momento crítico.
Uno de los acontecimientos de la extensa trayectoria de la Liga Santafesina de Fútbol es que el único gobernador democrático de la provincia de Santa Fe que jugó oficialmente en Reserva y tal vez en primera división, ha sido el actual mandatario, contador Omar Angel Perotti, actuando en Ferrocarril Santa Fe cuando comenzó su carrera universitaria, desempeñándose como defensor central, siendo eficiente en pelotas aéreas.
En los balones a ras del piso, deberán emitir su opinión, quienes lo enfrentaban... Ya no se le podría preguntar a su DT, el malogrado Enzo “Cacho” o “La Vaca” Hernández, otro recordado hombre del deporte santafesino.
Nacimiento
Su existencia estuvo llena de historia, de límpida y añeja tradición, rubricada por su elogiosa conducta. Esta entidad deportiva que con el correr del tiempo sería una de las más gloriosas de su época, tuvo en los empleados y obreros de dicha empresa del riel a sus fundadores, quienes constituyeron el “Foot Ball Club Talleres del FCSF”, nombre del establecimiento donde trabajaban.
Había dos equipos, uno constituido por el personal superior —casi todos británicos— y el otro por maquinistas, cambistas, faroleros, boleteros, etcétera. Todos ellos nacidos en esta tierra que defendían con mayor pasión los colores azul-oro como la entidad de la “Chicago Argentina” (Rosario Central). Se llegó a un acuerdo para poner en marcha el emprendimiento futbolístico, el llamado entonces “deporte de los ingleses locos”.
Fundadores
El acta de fundación fue rubricada por Miguel Longhi, Juan Vicentini, Salvador Blanco, Domingo Rodríguez, Segundo Villalba, Tomás Benedetti, Arturo Bortolotti, Atilio Gervasoni, Guillermo Molinari, Felipe Dufour, Roberto Von Der Thussen, Inocencio Nicolau y Angel Costamagna.
La primera comisión directiva fue encabezada por Miguel Longhi; lo acompañaron Juan Vicentini, vicepresidente; Salvador Blanco, secretario; Tomás Benedetti, prosecretario; Pedro Selva, tesorero; Bartolo Flossi, protesorero y José Parolín, Atilio Gervasoni, Segundo Villalba, Juan Calegaris y Francisco Sulé, vocales.
Cabe señalar que seguidamente se procedió a cambiar el nombre de la organización deportiva que pasó a llamarse Club Atlético Ferrocarril Santa Fe.

Sede social
Ferro tenía su sede en Avda. Aristóbulo del Valle entre Ricardo Aldao y Angel Cassanello, en el corazón del barrio Villa María Selva, donde se realizaban las reuniones de comisión directiva y los socios disfrutaban de los torneos de ajedrez, bochas (dos canchas), tenis criollo y truco. También se desarrollaban actividades sociales y culturales.
En el año 1935 el trío de la entidad conformado por Gallina, Bambassi y Rodríguez mostraron su capacidad con las lisas y rayadas al clasificarse campeón local, provincial y argentino.
Pionero
El 24 de junio de 1931 nace el fútbol profesional en esta capital cuando se constituye la Liga Santafesina en una reunión celebrada en la sede de Gimnasia y Esgrima, 4 de Enero 2011, reuniéndose los presidentes de Colón, Unión y la entidad anfitriona. Se elige primer presidente al titular sabalero, Dr. Juan Carlos Carnelli, se resuelve invitar a los clubes Brown y FCSF de esta ciudad y en forma especial a Atlético de Rafaela en la primera edición.
Sin embargo, señalemos que a poco de su fundación, el 16 de septiembre de 1916, con su espíritu de lucha comenzó a afrontar ese momento crítico, ocupando un lugar preferente en los “clásicos” de esa época en el deporte del balompié santafesino (junto a Colón, Gimnasia y Esgrima y Unión) , sin otras armas de lucha que la voluntad, el temple y el coraje siempre dispuestas a defender la casaca azul y oro, siendo éste el mérito mayor de F.C.S.F.
Primera cancha
El primer estadio estaba ubicado sobre territorio perteneciente a la empresa británica (actual Parque Federal), con una tribuna de hierro y madera, presentando una longitud de 100 metros y cerca de 20 escalones, en cada encuentro oficial los trabajadores del riel alentaban en elevado número a los futbolistas de la camiseta azul-oro, a rayas verticales.
Para afrontar el primer torneo profesional, Ferro incorporó al portero Luis Pacotti que se había iniciado en Colón, regresó a Santa Fe, tras militar en Atlantic Sportsmen y el combinado rosarino, trasladado por la empresa ferroviaria a esta capital.
A Unión
En 1931 Unión fue a la carga y logró incorporar al zaguero central Luis Angelini de F.C.S.F. y del seleccionado santafesino y al insíder izquierdo Alberto Galateo, de Colón, a éste le abonó 20.000 pesos por su firma. Al año siguiente también se llevó al goleador ferroviario Domingo Beltramini.
A pesar de actuar disminuido por la ausencia de Angelini, F. C. Santa Fe en su primera competencia formaba con Luis Pacotti o Sacalto; Carlovich (padre del “Trinche”, jugador de Central Córdoba y Colón, de recordada actuación en los combinados de Mendoza y Rosario que vencieron al seleccionado argentino en la década del ’60) y Troncoso, Del Valle, Cámpora y Gutiérrez; Villalba, Acebal, Domingo Beltramini, Ibañez y Ricardo Gómez.
Lionel Cosentino
El dirigente juvenil, sindical y deportivo y luego empresario gastronómico, Lionel Cosentino, quien presidiera durante 14 años esa institución (1972-1985) se refirió a las jóvenes figuras surgidas de la cantera azul y oro.
Reconoció que ninguno de los clubes grandes abonó cifras por los pases de los chicos que se iniciaran en Ferro. Unión contó con los servicios del fornido defensor Luis Angelini y los delanteros Domingo Beltramini, el “Coca” Ponce, Juan Carlos Forti (quedó libre cuando integraba el seleccionado juvenil argentino, no le envió el telegrama para firmar el primer contrato, el DT Pastor Acosta Barreiro lo llevó a Mendoza y brilló en Andes Talleres Sport Club de Godoy Club, Gimnasia y Esgrima —el equipo del habilidoso Víctor Legrotaglie— y Atl. San Martín) y Eduardo Daniel Stehlik (116 partidos, 14 goles en la entidad rojiblanca, en Chacarita un tanto y en Dep. Italiano 31 partidos, se le detectó un caso de doping positivo por efedrina en 1985, suspendido por 45 días, siguió jugando y ascendió con los “Azurros” a primera división).

A Colón
Asimismo, dijo que jugaron en Colón, los defensores Garzón, Carlos Alberto Larpín (marcó a Pepe, el puntero izquierdo de Brasil campeón mundial en Chile ’62, en el triunfo ante el Santos de Pelé, fue campeón en 1965 y luego se fue a la Academia San José de Argentino de Guaymallén, Mendoza) y Ricardo Daniel “Tito” Fertonani (159 cotejos, 4 dianas, en 7 años). El delantero Sergio Ariel Verdirame Serpentiello (18 de agosto de 1970) fue el futbolista más importante en la historia del club.
Nunca cobraron
Cosentino explicó que en ese lejano periodo en la Liga se llenaba el formulario con lapicera por el pase, se colocaba “Préstamo” y los directivos de Colón y Unión después lo borraban y colocaban “Definitivo”, nunca nos dieron nada, aunque sea una pelota. Cuando había asamblea en la Liga, los clubes Chicos apoyaban a los Grandes”.
Recordó que en 1948, FCSF se unificó con San Luis y Correos y Telecomunicaciones que tenían los mismos colores, con la recordada cancha de Mariano Comas, 4 de Enero y Cándido Pujato.
Se mostró emocionado cuando se refirió a las figuras de Carlos Valenciano, descubridor de talentos y Perico Gutiérrez, presidente durante muchos años de Ferro.
Manifestó que los dirigentes que le precedieron recordaban las delanteras de 1934: Rebecchi, Neder, Navas, Barbieri y Fortunato y la de unos años después con Angeletti, Segovia, Villalba, H. Beltramini y Forti.
El “Fortín” del barrio Quilmes
“El mejor equipo de Ferro fue el subcampeón en la década del °60 del siglo pasado, llenando el reducto del barrio Quilmes, con juego vistoso y atildado venciendo a Unión, el campeón; Chacarita Jrs., tercero; Gimnasia y Esgrima y Colón.
“La cancha era una fortaleza”, explicó Cosentino, señalando que FCSF formaba con el “Beto” Gennari; el “Negro” Rivadero y “Penca” Alvarez; Juan Biaggini, Carrizo y Llompart o Colocci; “Coca” Ponce, Ferrera, “el Gallego” Mario López, Venegoni y Moretti.
El técnico de Ferro más prestigioso fue Genaro “El Hombre Goma” Canteli (goleador de raza), una verdadera gloria de Brown y Gimnasia de Santa Fe; San Lorenzo de Almagro (campeón en 1933, con Gabriel Magán y Petronilo Do Brito, 70 tantos en 123 partidos); Vélez Sarsfield (29 anotaciones) y Tigre (2 conquistas), 101 dianas, un artillero centenario.
Junto a su hermano, José Belermino, el “Chengo”, fue jugador de pelota a paleta, dirigente y presidente del Centro Castellano, con esfuerzos de socios y vecinos adquirieron la nueva sede social, construyendo el frontón, de tantas conquistas y títulos en esta disciplina y la entidad de descendientes españoles tenía hasta cine los fines de semana.
El “Zurdo” Verdirame fue “el mejor”
“Cuando Colón se quedó con el ‘Zurdo’ Verdirame, no teníamos la más mínima duda que iba a llegar muy lejos. En el secundario en la Escuela de Comercio todos lo querían, por su calidad futbolística y porque eran buen chico”, aseguró Cosentino.
Aludió que ”Horacio Harguindeguy lo apreciaba muchísimo y le dio la posibilidad llevándolo de a poco, tenía 16 años, ingresando en el complemento con Estación Quequén anotando un tanto en su debut. Una asamblea de socios, dos años después aprobó su venta al Colo-Colo (27 goles en Colón en 98 juegos) por 110 mil dólares, donde jugó muy poco pero fue campeón de América”.
Comentó que Julio Grondona le dijo en Buenos Aires que Verdirame explotó en México anotando 70 dianas, 44 con los rayados de Monterrey, los restantes en Morelia, Cruz Azul y Santos Laguna.
Se despidió del fútbol el 14 de septiembre de 2002, tras permanecer 6 años y 5 meses sin jugar. El DT de los rayados, Daniel Pasarella le dijo que no lo tenía en cuenta, había incorporado a Guillermo Franco, Walter Ervitti, Pablo Rotchen (argentinos) y José María Abundis, pero ese día lo tenía en el banco, ante los “Gallos Blancos” del Querétaro y a los 83’ lo puso. Dos minutos después, Abundis ganó en lo alto y de cabeza habilitó al “Pibe” Verdirame y éste, al entrar al área, remató en forma violenta, de izquierda y bajo venciendo al portero visitante, el estadio azul y blanco estallaba de alegría, corrió hacia donde estaba el “Kaiser” y lo abrazó en reconocimiento por darle una oportunidad. Ese fue el final de la trayectoria futbolística, hoy es comentarista y analista de la TV de Monterrey.