A partir de 2021, la Copa Sudamericana sufrirá una transformación histórica y la Conmebol anunció que "será más competitiva y representativa". En la última reunión del Consejo del organismo se aprobaron estas modificaciones en el formato con el fin de lograr que "cada uno de los países se encuentre mejor representado en las distintas fases de la competición", según informaron en su sitio web.
La competición de clubes de segundo orden en Sudamérica va a mantener la misma cantidad de equipos (56), además de no tener alteraciones en el calendario habitual ni una sobrecarga para los clubes y asociaciones. El principal cambio es que se agrega una fase 1, disputada en los países, con partidos de ida y vuelta entre sus clubes participantes, para clasificar a la fase de grupos.
Lo que se busca es la presencia de al menos dos equipos por cada país en la fase de grupos de la nueva Copa Sudamericana. A estos se sumarán los 12 equipos de Argentina y Brasil clasificados en forma directa y cuatro clubes más procedentes de la fase 3 de la Copa Libertadores.
Por otra parte, a los clasificados a octavos de final se sumarán los equipos que hayan salido terceros en cada grupo de la Libertadores. Es lo mismo que sucede en Europa: los que terminan en tercer lugar de los grupos de la "Champions" se incorporan a la fase eliminatoria de la Europa League.
De esta forma, la nueva Copa Sudamericana tendrá un total de 157 partidos, incluida la final única prevista para el 6 de noviembre de 2021. La de la Copa Libertadores quedó fijada dos semanas más tarde, el día 20.
La reanudación de la actual edición de la Copa Sudamericana está programado para el 27 octubre, después de la interrupción que se hará en las competiciones para la disputa de las primeras fechas de las Eliminatorias para la Copa Mundial de la FIFA Qatar 2022, con partidos previstos para el 8 y el 13 de octubre.
En la reunión virtual del Consejo donde se trató esta modificación, lógicamente también se aprobó el calendario de todas las competiciones para 2021, incluyendo la edición de la Copa América a realizarse en Argentina y Colombia entre el 9 de junio y el 7 de julio.
Libertadores: se acentúa la tendencia
Argentinos y brasileños sacan una gran diferencia: fueron finalistas en las tres ediciones anteriores. Y hay equipos que dan pena.
River es el gran cuco de esta Libertadores, seguro que nadie quiere enfrentarlo, por historia y por eso que muestra en cada partido, el sello Gallardo de un ciclo exitoso de más de seis años. Pero ojo que Boca, un escalón abajo a nivel juego pero con méritos igualmente, también es respetado. Y más atrás Racing, y más Defensa. La Libertadores cerró la anteúltima fecha de fase de grupos demostrando que con orden, con protocolos, cumpliendo más allá de la innecesaria foto de Dani Alves con Delgado y Cascini, se puede viajar y jugar. En cuanto a lo futbolístico, mostró a los equipos argentinos firmes, enteros, con aguante y técnica para jugar más allá del parate casi récord mundial.
¿Candidatos en la Conmebol Libertadores? Seguro, pero ya quedó dicho que con pies de plomo, sin agrandes ni excesos de confianza, que la verdadera Copa arranca en octavos de final. Pero este raid de partidos viene demostrando la diferencia abismal entre argentinos (con River y Boca, animadores de los últimos años, como estandartes y gran proyección) y brasileños, con los demás. Salvo San Pablo, que tuvo la desventaja de ir a la altura, el resto ya está adentro (el Inter del Chacho, salvo catástrofe). Y Palmeiras, como otras veces, con pinta de superlíder.
La diferencia es tan grande que es difícil de encontrar equipos de niveles tan bajos como los de los peruanos Binacional y Alianza Lima. El DIM de Colombia y Junior, otros pobrísimos, como Barcelona de Ecuador. Hasta la Católica de Holan quedó out antes del final. Liga e Independiente del Valle (casi clasificado) cuentan con la altura como aliados, y por eso seguro que dan más pelea.
La distancia entre argentinos y brasileños y el resto es cada vez más marcada. En las últimas tres ediciones hubo sólo argentinos y brasileños en la final de la Libertadores (y no pasó en 2016 porque Boca perdió una semi increíble con Independiente Del Valle) y todo apunta a que seguirá la tendencia.