¿Qué pasó ese día histórico?: 26 de noviembre de 1966
Gentileza Familia Amicone Caravana tatengue Autos, motos, bicicletas...todo estaba permitido a la hora de festejar el primer y recordado ascenso de Unión a la Primera División del fútbol argentino ese 26 de noviembre de 1966. La zona de Boulevard prácticamente tomada por los hinchas y socios del Tate. Además del equipo, la gente ovacionó ese día a don Marcelo Casabianca.
Hoy, 54 años después de esa tarde del histórico ascenso a Primera División de Unión, El Litoral publica en exclusiva una serie de registros inéditos, gentileza de la Famlia de don Norberto Amicone, presidente del Tate en el año 1963, tres años antes del ascenso.
¿Qué pasaba en esa jornada del ‘66?, lo explica Tomás Rodríguez con un relato impecable que este diario publicó en 2011 bajo el título: “Una tarde inolvidable para Unión”.
La jornada más jubilosa de la rica historia de Unión fue, sin lugar a dudas, cuando la tarde del 26 de noviembre de 1966, derrotó por 3 a 0 a Talleres de Remedios de Escalada, se clasificó por primera y única vez campeón del torneo de Primera B, ascendiendo al círculo superior afista.
Uno de los más entusiastas, y demostrando que vivía uno de los momentos de mayor éxtasis de su vida, fue el presidente Marcelo Casabianca, hijo de Néstor, el hombre que a los 17 años con un grupo de amigos resolvió fundar el club Unión, en la casa de calle Catamarca 2652, enfrente de donde El Litoral, años después, tendría funcionando sus talleres.
Los hinchas recorrían las distintas avenidas de penetración de la ciudad de Santa Fe, que un siglo atrás fuera defendida exitosamente por el Brigadier Gral. Estanislao López, llamado El Patriarca de la Federación, de los ataques de los unitarios, entonces los simpatizantes tatengues con cánticos, improvisadas murgas y todo tipo de festejos, entonaban. “Y ya lo ve, y ya lo ve a los campeones de la “B”, vivando además al Dr. Marcelo Casabianca, presidente de Unión y gestor principal de esa proeza.
El anhelado ascenso demoró: varias veces estuvo muy cerca de concretarse el sueño, como en el desgraciado final de 1949, con años de pesares y lucha, pero llegó con toda la euforia. Reverdecieron los viejos laureles de la familia unionista, recordando a notables figuras que vistieron la camiseta rojiblanca desde Federico Wilde, Antonio Simonsini, Ángel Napoleoni, Alberto Galateo, Domingo Noe, Miguel Caffaratti; sin olvidar al “Turco” Jacinto Hussein, los hermanos Mieres, el “Sapo” Saboldelli, Federico Edwards, José Vicente Greco, Julio Enrique Avila, Gabino Ballesteros, el “Flaco” Acosta, Néstor Ítalo Isella y tantos otros futbolistas que habían llenado de orgullo a los tatengues hasta ese momento.
Según el Dr. Casabianca, en declaraciones formuladas al semanario El Gráfico, en el número 2.450 del 20 de septiembre de 1966, la popular entidad que presidía se había consolidado en la sociedad, habiendo asegurado que “Unión es la gran institución del pasado, del presente y del futuro”.
Gentileza Familia Amicone ¡Boulevard sin edificios! Así era el Boulevard de la ciudad de Santa Fe a la altura de 4 de Enero, sin dudas un territorio tatengue natural por la cercanía con el estadio de López y Planes. Son muchas las cosas que llaman la atención de esta postal de hace 54 años, pero la que más resalta es que no había edificios en altura. Un testimonio único de El Litoral
¡Boulevard sin edificios! Así era el Boulevard de la ciudad de Santa Fe a la altura de 4 de Enero, sin dudas un territorio tatengue natural por la cercanía con el estadio de López y Planes. Son muchas las cosas que llaman la atención de esta postal de hace 54 años, pero la que más resalta es que no había edificios en altura. Un testimonio único de El Litoral Foto: Gentileza Familia Amicone
Al promediar la sexta década del siglo pasado, Unión había logrado alcanzar una madurez, con el respaldo de 16 mil asociados y un patrimonio de 400 millones de pesos, aunque se estimaba que esa cifra podría disminuir ostensiblemente si se llegara a concretar una serie de obras previstas. El prestigioso médico le ponía una sonrisa a su rostro eminente cuando informaba que “Unión dispuso de profesores para ayudar a los hijos de los socios en épocas de exámenes”.
Recuerdo que durante la tarde más gloriosa (26 de noviembre de 1966) que vivió su club, en la sede social, el presidente del club reveló: “Vea, m’hijo, si hoy Unión sale campeón yo me pongo al frente del equipo y doy la vuelta olímpica con ellos, sí, sí, ¡qué me importa lo que digan! Y usted, señor secretario, también”, lo invitó al escribano Francisco Raúl Ringa.
Este dirigente (casado, dos hijos, miembro de la subcomisión de fútbol), ni lerdo ni perezoso, le respondió: “Sí, señor presidente, yo no sólo doy la vuelta olímpica, sino que me pongo la camiseta de Unión”.
Ambos cumplieron con la promesa y así se observó la presencia del Dr. Casabianca y otros directivos dentro del campo de juego, acompañando a los jugadores, cuerpo técnico y los hinchas que ingresaron para despojar de algún trofeo a los futbolistas (camisetas, pantalones, medias y botines)
Hasta entonces, Unión en el principal certamen de ascenso había logrado dos subcampeonatos en 1943 (campeón Vélez Sarsfield) y 1955 (Argentinos Juniors) y cuatro veces resultó tercero: 1949 (Quilmes), 1953 (Tigre), 1959 (Chacarita Juniors) y 1963 (había compartido la primera posición con el campeón F. C. Oeste, San Telmo y Sarmiento, jugándose una ronda decisiva por puntos).