La pelota vasca argentina atraviesa horas de tensión a pocas horas del inicio de la Liga de Naciones, el prestigioso certamen internacional que comenzará este sábado en el frontón de Miribilla.

La Confederación Argentina de Pelota denunció que la empresa Innpala envió advertencias legales para impedir que el pelotari Román Maldonado represente al país en la Liga de Naciones que comienza este sábado en Miribilla. El conflicto expone presiones empresariales, posibles conflictos de intereses y un trato desigual dentro de la misma compañía, que sí autorizó a otro jugador propio a competir por Francia.

La pelota vasca argentina atraviesa horas de tensión a pocas horas del inicio de la Liga de Naciones, el prestigioso certamen internacional que comenzará este sábado en el frontón de Miribilla.
La polémica estalló cuando la Confederación Argentina de Pelota (CAP) denunció presiones y amenazas legales por parte de la empresa Innpala (Custom Massevents S.L.) para impedir la participación del pelotari venadense Román Maldonado, convocado para vestir la camiseta albiceleste.
Según informó la CAP, la compañía —con la que Maldonado mantiene un contrato laboral— envió una carta intimidatoria exigiendo que el jugador no participe del torneo sin su autorización.
En el documento, firmado por el apoderado Josu Urkijo, la firma sostiene que posee los derechos de imagen y de actividad profesional del deportista, incluso cuando se trata de competencias internacionales de selecciones nacionales, una posición que generó fuerte rechazo en el ambiente.
La denuncia se hizo pública cuando la Confederación advirtió en sus redes: “¿Sabías que por reclamar sus derechos una empresa privada no lo quiere dejar jugar por su país? Están mandando mensajes intimidatorios a la CAP advirtiendo que si nos representa tendremos problemas”. El mensaje encendió la alarma y expuso un conflicto que ya venía gestándose.
Maldonado se encuentra desde hace tiempo en conflicto laboral con la compañía y actualmente está en huelga. Sin embargo, su decisión es firme: quiere jugar la Liga de Naciones y representar a la Argentina. El certamen reúne a las selecciones de Euskadi, España, Francia, Cuba, México y Estados Unidos, además de la albiceleste.
Pero desde Innpala la respuesta fue un no rotundo. En la carta enviada a la CAP, Urkijo recordó que el contrato del jugador incluye cláusulas que le impedirían competir sin aval de la empresa, planteo que desde Argentina consideran inadmisible cuando se trata de un seleccionado nacional.
El episodio tomó un giro aún más polémico cuando se conoció que otro jugador contratado por la misma empresa, Dan Necol, sí fue autorizado a competir con la Selección de Francia en la Liga de Naciones.

Para la CAP, la diferencia de trato revela un conflicto de intereses. Necol —según afirmó el presidente de la Confederación, Pablo Lambardi— posee el 50% de la representación de Innpala, lo que lo convierte en juez y parte dentro de las decisiones de la firma.
“Hay un claro conflicto de interés. A uno de sus contratados no le permiten jugar y al otro sí. En la cancha es donde se tiene que ver quién es mejor”, sostuvo Lambardi, quien también confirmó que Argentina presentará a Maldonado a pesar de las advertencias legales.
La CAP se posicionó con firmeza frente a la amenaza empresarial. “Nunca tuvimos problemas con Innpala, pero esto nos sorprendió. Para nosotros es un problema, pero Román se va a presentar igual”, aseguró Lambardi tras comunicarse con Urkijo.
Consultado sobre la posibilidad de sanciones judiciales, el dirigente fue categórico: “Negarle la participación a un deportista es una verdadera injusticia”.

Maldonado, por su parte, decidió mantenerse al margen de las tensiones públicas, pero reiteró que su intención es representar a su país.
El caso ya trascendió fronteras y será uno de los temas que sobrevolarán la inauguración del torneo. En el ambiente internacional de la pelota se habla de un antecedente preocupante: una empresa que intenta condicionar la carrera y la participación de un jugador en un evento de selecciones nacionales.
Mientras tanto, la delegación argentina se prepara para competir bajo un mensaje claro: Román Maldonado no pertenece a una empresa. Pertenece a la Selección Argentina. Y va a jugar.