La ceremonia de The Best, el premio que distingue a las figuras más destacadas de la temporada a nivel mundial, abrió su gala con anuncios que impactaron de lleno en la conversación argentina: Emiliano Martínez volvió a estar en la pelea grande, pero esta vez no alcanzó. La estatuilla al mejor arquero quedó en manos de Gianluigi Donnarumma.
El evento se realizó en Doha, Qatar, como parte de una noche que reúne votaciones de entrenadores, capitanes, periodistas y fanáticos. En la previa, la FIFA había difundido las listas finales de nominados en cada rubro, con presencia fuerte de figuras europeas y también nombres vinculados al fútbol sudamericano.
El golpe para el Dibu y el premio para Donnarumma
Donnarumma, arquero italiano de 26 años, fue anunciado como ganador del rubro masculino y se impuso en una terna que incluía al “Dibu” Martínez, además de otras figuras de peso en el arco. La consagración, según reportes de prensa internacional, se apoyó en su rendimiento en los grandes escenarios del año.
Para Martínez, la nominación ratificó su vigencia en la élite: otra vez estuvo entre los elegidos por su impacto en partidos decisivos y su peso competitivo. Sin embargo, en esta edición, el reconocimiento principal no viajó a la Argentina y dejó al marplatense en el lugar incómodo de “cerca, pero no”.
El resultado reavivó el debate habitual que se instala cada temporada: cuánto pesan los títulos, cuánto pesan las atajadas “de partido” y cuánto influye el contexto del equipo. En un premio que combina miradas distintas, la balanza terminó inclinándose por Donnarumma.
El Puskás y una noche con premio para el fútbol argentino
La gala también anunció el Puskás al mejor gol del año, que quedó en manos de Santiago Montiel, extremo de Independiente, por una chilena desde afuera del área en un partido del Torneo Apertura. La jugada, por su estética y dificultad, había recorrido redes y resúmenes internacionales desde el mismo día del partido.
Mirá tambiénMontiel de Independiente recibió el Premio Puskas 2025 al mejor golEn clave argentina, ese tipo de premio funciona como una vidriera distinta: no discute campeonatos ni presupuestos, discute memoria. El gol que entra en la lista del año suele sobrevivirle a la tabla de posiciones y queda como postal, de esas que se repiten en cada fin de temporada.
Además, en la rama femenina, el premio equivalente al mejor gol quedó para Lizbeth Ovalle, de Tigres de México, por una definición de taco y de espaldas que también se volvió viral y fue celebrada por su originalidad.
Afición destacada y premio para el arco femenino
Otro de los anuncios de la noche fue el premio a la afición, que recayó en hinchas del club Zakho (Irak), reconocidos por una acción solidaria en la que arrojaron peluches al campo para ser donados. En la terna figuraba un argentino y también un histórico símbolo de la tribuna española.
En el rubro de mejor arquera, Hannah Hampton fue distinguida como la ganadora. La inglesa, que venía apareciendo en las listas finales publicadas por FIFA, quedó como la elegida del año en su puesto y sumó otro capítulo a una temporada con protagonismo.
La gala, con estos primeros ganadores, empezó a ordenar el mapa de distinciones de fin de año: algunas previsibles, otras discutibles, todas con el mismo efecto. En el fútbol, los premios cierran temporadas, pero también abren conversaciones que duran bastante más que una noche.