Como resultado de los cambios en el comercio internacional derivados de la pandemia que generó el Covid-19 que afecta a escala global, en los primeros 5 meses del año las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario (MOA) alcanzaron una participación del 71% en el total de las ventas externas argentinas. Según consultoras privadas, ese nivel no se lograba desde 1986.
El dato relevado por DNI Consultores evidencia que la Argentina es “más agroexportaciones dependiente que nunca en 35 años”.
“Como contrapartida, en lo que constituye un aspecto preocupante, la participación de las exportaciones de origen industrial (MOI) en el total en este lapso ha sido en 2020 la menor desde 1991”, se indicó.
En detalles, el informe destacó que el 71% de agroexportaciones en los primeros cinco meses del año es el resultado de la suma de las exportaciones de productos primarios (PP) y manufacturados de origen agropecuario (MOA).
“Hay que ir hasta 1986, para encontrar una participación mayor de las exportaciones agropecuarias en las ventas externas, cuando las PP y MOA, sumadas alcanzaron un 75% del total”, subrayó el trabajo.
“También hay que remitirse a 1986 para observar una incidencia de las exportaciones de productos primarios de tal envergadura en el primer quinquemestre (33% ahora, 36% en ese momento)”, agregó.
En cuanto a esta particular coyuntura, DNI sostuvo que “la pandemia -con las afecciones consecuentes producidas- ha afectado el funcionamiento normal de los mercados comerciales en el planeta. Pero también la capacidad productiva de Argentina en la agroproducción le ha permitido reaccionar y actuar en este contexto”.
Y finalizó indicando que “queda hacia adelante una matriz crecientemente agro-referida en materia de oferta comercial externa para el futuro exportador argentino, aun luego de recuperada cierta normalidad internacional esperable en los próximos meses”.
Trigo: cuestionan decisión de Brasil
Los agroexportadores insisten en que la cuota que abrió Brasil para la venta de trigo por fuera del Mercosur es ilegal, porque “esta cuota no tiene justificaciones ni comerciales ni económicas, sino que puede haber una motivación política”.
Debe recordarse que el gobierno de Jair Bolsonaro autorizó una ampliación de la cuota extra Mercosur, que despertó una señal de advertencia en los exportadores de trigo argentinos.
La cuota se amplió en 450 mil toneladas para las compras que se realizan por fuera del Mercosur, quedando exceptuadas del Arancel Externo Común (AEC). Esta ampliación se activa si se utiliza un 85 % de las 750 mil toneladas que ya habían sido autorizadas anteriormente. Esto autoriza a los molinos a comprar, hasta noviembre, un total de 1,2 millones de toneladas sin el AEC.
“Existe incertidumbre de si Argentina suministrará lo que necesitamos para fin de año. Los argentinos expandieron mucho el mercado, se diversificaron a otros países, y se suma un aumento de precios con la devaluación del real frente al dólar”, argumentó Rubens Barbosa, presidente de Abitrigo.
“Si hay trigo argentino, se comprará desde allí, es la alternativa internacional más barata del mercado. Si no, las fábricas pueden usar esta cuota”, agregó.