Las canastas básicas volvieron a subir más que la inflación y empujaron con fuerza las líneas de indigencia y pobreza durante noviembre en la Argentina. Así lo informó este jueves el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.

Al mismo tiempo que el IPC, el INDEC publicó este jueves los datos de canasta por tipo de familia correspondientes al onceavo mes del año. La de alimentos subió 4,1% y la de servicios un 3,6%, ambas estuvieron otra vez encima de la medición general de precios.

Las canastas básicas volvieron a subir más que la inflación y empujaron con fuerza las líneas de indigencia y pobreza durante noviembre en la Argentina. Así lo informó este jueves el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
La Canasta Básica Alimentaria (CBA) aumentó 4,1% en noviembre, el mayor salto desde marzo. La Canasta Básica Total (CBT), que incorpora bienes y servicios no alimentarios, avanzó 3,6%. Ambas superaron con claridad el Índice de Precios al Consumidor (IPC), que fue de 2,5%.

El fenómeno se repitió por segundo mes consecutivo y rompió con la tendencia que había dominado la mayor parte de 2025, cuando las canastas crecían por debajo de la inflación general. En octubre habían marcado 3,1% cada una, ya por encima del 2,3% del IPC.
En términos interanuales, la CBA acumula un alza del 28,9% y la CBT del 25,5%, todavía por debajo de la inflación anual del 31,4%. En el acumulado del año, la CBA ya suma 26,1% en el año y la CBT, 22,7%.
Con los valores actualizados de noviembre, un adulto solo necesitó de ingresos superiores a $183.289 para adquirir lo básico en alimentos y no caer en la indigencia; y un total de $406.903 para no ser considerado pobre.
En tanto, una familia de tres personas (una mujer de 35 años, su hijo de 18 y su madre de 61) debió tener ingresos por $ 1.000.980 para no ser pobre y de $ 450.892 para no caer en la indigencia.

Por su parte, los hogares considerados tipo conformados por dos personas adultas y dos menores de edad requirieron $ 566.364 para cubrir necesidades básicas de alimentación y necesitó $1.257.329 para no entrar en la medición de pobreza.
Por último, un hogar compuesto por cinco integrantes (un varón y una mujer, ambos de 30 años, y tres hijos de 5, 3 y 1 año) necesitó ingresos por $ 1.322.433 para no caer en la pobreza, y $ 595.691 para no ubicarse en situación de indigencia.
Cabe recordar que la CBA mide el valor de los alimentos esenciales necesarios para cubrir requerimientos calóricos mínimos de una persona adulta. Por su parte, la CBT agrega bienes y servicios no alimentarios mediante el coeficiente de Engel, que relaciona el gasto en comida con el gasto total del hogar.
El ministro de Economía, Luis Caputo celebró en redes la continuidad del sendero desinflacionario, pese a que la cifra de noviembre estuvo por encima de lo que esperaban los analistas. “A casi dos años de gestión, y partiendo de un 25,5% mensual en diciembre de 2023, la inflación se redujo a los menores niveles en ocho años”, afirmó.
El titular de Hacienda defendió la estrategia de orden fiscal y monetario como mecanismo para contener la aceleración de precios típica de los períodos preelectorales. También destacó que el nivel de actividad —medido a través del EMAE— mostró una suba del 1,4% entre julio y septiembre.
Del otro lado, el diputado radical Martín Tetaz sostuvo que los datos confirman “el mal número de inflación de noviembre” adelantado por consultoras privadas. A su juicio, la caída de la demanda de dinero —sumada al contexto post electoral— explica parte de la aceleración. Y volvió a plantear que es “imperioso avanzar en la independencia del Banco Central y en un nuevo esquema de política monetaria y cambiaria”.

Mientras, algunos consultores económicos repararon en que la suba de las canastas es el punto más negativo del mes. "El precio de la carne, que aumentó en torno a 6% mensual según la región, tuvo un papel clave. Influyó en el alza de 2,8% de alimentos y bebidas no alcohólicas, rubro que no aumentó más aún gracias a la reducción de las verduras en varias regiones", advirtieron de C&T Asesores Económicos.
Según el INDEC, las subas más marcadas se dieron en frutas, verduras estacionales y cortes de carne, tres componentes de peso en la dieta básica. El limón trepó 30,4%, la manzana 19,2% y la papa 13,5%. Del lado de la carne, el asado subió 13%, la nalga 10,2%, la carne picada 9,5%, el cuadril 9,4% y la paleta 8,4%. También se encarecieron la cebolla (12,9%) y la lechuga (10,1%).
Otro aspecto sobre el repararon consultoras económicas es la evolución de la inflación núcleo —la que excluye estacionales y regulados— que venía estando por debajo del índice general y por tercer mes consecutivo se ubicó por encima.
A ello se suma el aumento en servicios públicos, que aumentaron más que en meses previos, como alquileres que marcó la división de mayor aumento y el alza de los combustibles ligado al tipo de cambio, que derivó en que transporte sea el segundo rubro de mayor aumento.