Jorge Vasconcelos mira el largo plazo pasando por las reformas estructurales
El economista del Ieral apuntó que, con nuevas leyes tributarias y laborales, las reformas estructurales, las exportaciones manufactureras se pueden sumar a las agroindustriales, mineras y energéticas.
Las industrias pueden sumarse al petróleo y el agro, con menor carga laboral y tributaria.
“El diseño de la política monetario-cambiaria y el reseteo de las relaciones comerciales del país, incluida la eventual revisión de los términos impuestos por el Mercosur, son tareas imprescindibles, pero que deberían encararse con una mirada de largo plazo”.
Jorge Vasconcelos, economista de la Fundación Mediterránea, analizó en esos términos la adecuación de la política nacional más allá de la ayuda norteamericana para restablecer un soporte financiero a la deuda, con ayuda de Scott Bessent o roleo de deuda a mayor plazo y menor tasa si baja el riesgo país.
Cabe señalar que el autor evaluó la situación incluso antes de que el CEO de JP Morgan, Jamie Dimon, señalara que “quizás no sea necesario” un préstamo bancario a la Argentina porque “hay grandes empresas que quieren invertir” en el país.
Jamie Dimon, CEO de JPMorgan, cree que la rgentina no necesitará un nuevo préstamo. REUTERS
Vasconcelos analizó la ayuda de Washington a la Casa Rosada en un contexto de tensiones de Estados Unidos con Venezuela y Colombia, y en la “combinación de ‘garrote y zanahoria’ en las relaciones comerciales norteamericanas con México y Brasil.
El economista reseñó que las “medidas más restrictivas” de la guerra comercial de EE.UU. y China parecen se han distendido en parte; los orientales “afrontan aranceles del orden del 32 % promedio para ingresar al mercado estadounidense”.
A su vez -advierte- “China promueve en forma más agresiva sus exportaciones industriales a terceros países, incluidos los de América latina y utiliza como plataforma otros países asiáticos para ingresar con menos aranceles a los Estados Unidos”.
Estanflación global
“El PIB mundial se está debilitando, a un ritmo de 0,2 puntos porcentuales por año, desde la variación de 3,3 % registrada en 2024. Y esa desaceleración es más intensa en los dos grandes protagonistas de esta historia”, detalla el analista del Ieral.
Reseña Vasconcelos que en EU.UU., con más inflación en bienes que en servicios, baja de combustibles, déficit estabilizado en 6,3 puntos del PIB y deuda equivalente al 130 % del PIB el año próximo, se “mantienen interrogantes abiertos acerca de la trayectoria de las tasas de interés de plazos entre 5 y 10 años de los bonos del Tesoro de los Estados Unidos”.
Milei tiene apoyo de Trump. Pero mira las tasas norteamericanas. REUTERS
Si las tasas no bajan y el dólar se fortalece, la Argentina no se beneficiaría. “Más allá de los efectos colaterales de este nuevo mundo con menos reglas y más discrecionalidad -señala Vasconcelos- la Argentina encuentra diversas ventanas de oportunidad.
“Pese a la fragmentación comercial, hay vectores que no se han desviado, caso de la transición energética, que sostiene la demanda de gas natural, de energía nuclear y de fuentes renovables, por un lado, y de minerales asociados al proceso de electrificación (cobre, litio, etc.) por el otro”.
Horacio Marín, Ceo de YPF, ve a la Argentina con la "energía más barata del mundo".
Añade que “la agroindustria, a su vez, podría ser factor de dinamismo en la medida en que se conjugue una menor presión tributaria local, un avance sostenido en términos de logística e infraestructura, y el reordenamiento de cadenas de valor a nivel global, de igual modo que la industria del conocimiento y los servicios turísticos”.
Con reformas
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Vasconcelos condiciona la reconversión manufacturera a las reforma tributaria y laboral, “junto con bajas adicionales de costos energéticos locales, la conquista de nichos de mercado favorecida por los vientos de la geopolítica y un régimen monetario-cambiario que defina una tasa de interés real de un dígito y un tipo de cambio menos rígido que el actual”.
“Es perfectamente factible que las exportaciones de bienes pasen de 96,0 a 144,0 mil millones de dólares entre 2025 y 2030. En petróleo habría un salto del orden de los 10,0 mil millones de dólares en el 2027, con el funcionamiento a pleno del oleoducto Vaca Muerta Sur, mientras que el gas licuado podría estar engrosando las ventas al exterior por unos 5,0 mil millones/año hacia 2029.
“Junto a la dinámica esperada para otros sectores, hacia final de esta década las exportaciones de bienes y servicios podrían estar superando los 20 puntos del PIB, con todos los beneficios que implica una economía más integrada al mundo y con mayor participación en el PIB de valor agregado con demanda externa”, concluye el economista.