Las pequeñas y medianas empresas (pymes) tendrán una nueva alternativa para financiarse en el mercado de capitales desde el 1 de abril próximo, cuando los bancos empiecen a ofrecer la operación y descuento en home banking de Facturas de Crédito Electrónicas (FCE).
Se trata de un instrumento que mueve unos $ 250.000 millones por mes y cuyo potencial, según especialistas consultados por Télam, es incluso mayor al de los cheques de pago diferido.
Si bien hay bancos que ya tienen vigente el mecanismo, la implementación del Sistema de Circulación Abierta de la FCE que dispuso días atrás el Banco Central ampliará el servicio a todos las entidades con cartera pyme, de modo que puedan descontar o transmitir las facturas otros sujetos autorizados, como entidades de crédito extrabancarias.
Aunque casi 140.000 pymes emiten FCE cada vez que prestan un servicio de más de $ 146.885 a una empresa grande, no todas saben que, una vez aceptadas, las facturas se transforman en un instrumento de crédito que puede descontarse de forma similar a la de un cheque.
Tenés que leerPymes Alimentarias: habilitan líneas de crédito por $ 3.000 millones Si bien está vigente desde 2018, la falta de difusión y el desconocimiento de las empresas impidieron que la FCE alcance su potencial crediticio, por lo que se espera que con el apoyo del sistema financiero crezca su funcionamiento.
Si se toman los datos de enero de 2021, solo se operaron $ 142 millones en FCE en el Mercado Argentino de Valores (MAV), apenas el 0,05% del total de facturas cuando, por ejemplo, en el mismo mes los créditos comerciales crecieron $ 30.000 millones.
Un cheque sin avalar a menos de 60 días promedió en la primera semana de febrero, sufrió una tasa de descuento del 38% anual en el MAV mientras que, para la FCE, fue del 36%.
Desde la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) elogiaron que el Gobierno "le dé continuidad y potencie" a la Factura de Crédito Electrónica que "es el mejor instrumento financiero para una pyme en la Argentina".
"Es bueno que ahora los bancos también lo ofrezcan. De todas formas, falta achicar el plazo de aceptación tácita. Hoy es de 30 días y lo ideal sería achicarlo a 15", señaló a Télam Pedro Cascales, miembro del consejo directivo de CAME.
"Si se le da difusión a este instrumento se puede ser un boom en el financiamiento de capital de trabajo de este año", apuntó Guillermo Barbero, vicepresidente de Descontá tu factura y socio de First Capital Group.
"En 2020 las empresas se dedicaron a reducir actividad por la pandemia. Pero si se quiere usar la capacidad ociosa van a necesitar una expansión del crédito y la FCE puede ser clave para ello", sentenció Barbero