El Gobierno dará a conocer el próximo martes el índice de inflación de octubre, que, según la estimación de la mayoría de los analistas privados, se ubica entre 0,7 y 1 por ciento.
Ese mismo día, a las 13, los trabajadores del organismo nucleados en ATE realizarán un abrazo solidario en la puerta del Indec, como lo vienen haciendo desde hace más de un año, cuando comenzó la intervención del instituto de estadísticas oficiales, y, en consecuencia, la sospecha de manipulación de la cifra de inflación.
En esta oportunidad, se espera que la brecha entre las estimaciones privadas y la cifra oficial que se difundirá el martes a las 16, sea menor a la de meses anteriores.
Según trascendió, el Indec anunciaría una inflación que rondaría entre 0,3 y 0,5 por ciento, y se convertiría en una de las más bajas del año.
Ese achicamiento de la brecha responde a una desaceleración inflacionaria, producto de una contracción en el consumo, la caída en el precio de los comodities, y el menor poder adquisitivo de la gente, por el impacto de la crisis financiera internacional que se agudizó en octubre.
En su último informe, Ecolatina estimó que la inflación rondará 1,2 por ciento, un poco por arriba de las previsiones de otras consultoras.
No obstante, destacó que “desde el pico alcanzado en julio (28,4 por ciento), la inflación exhibe signos de desaceleración”.
“Más aún, no se registra una tasa mensual como la actual (1,2 por ciento) desde febrero de 2007”, precisó.
La consultora atribuyó esta desaceleración inflacionaria a dos factores fundamentales: la baja en los precios de las commodities agrícolas -a causa de la crisis financiera- y el freno en el consumo interno.
“Así como durante 2007 y gran parte de este año los alimentos impulsaron la suba de precios, a partir de julio la tendencia se esta revirtiendo y son justamente éstos productos los que comienzan a frenar la inflación” explicó.
Al respecto, estimó que el rubro Alimentos y Bebidas aumentó 0,8 por ciento en octubre con respecto a setiembre, y “es la menor de los últimos dos años”.
“Es la caída en los precios de los alimentos lo que explica la mayor parte de la desaceleración de la inflación; excluyendo este subíndice se observa que los restantes rubros del IPC se encuentran estabilizados” remarcó.
El informe sostuvo que el otro factor del freno inflacionario es “el menor dinamismo de la demanda interna” que afecta no sólo a alimentos sino a todos los rubros en general.
Según puntualizó, en octubre el freno de la actividad se sintió fuerte, en rubros representativos del boom del consumo como electrodomésticos y autos que sufrieron caídas de ventas y de precios.
La inflación de septiembre había sido de 0,5 por ciento y acumula en los primeros nueve meses del año 6,1 por ciento. Sin embargo, Ecolatina proyecta que el año cerrará con una inflación real cercana al 25 por ciento.
Fuente: DyN




