Por un gol de diferencia sobre los chilenos, que finalizaron en el tercer lugar de la zona con diez unidades y una diferencia de "+2" contra "+3" de los xeneizes, Diego Maradona y el resto de la colmada Bombonera pudieron festejar este martes por la noche una clasificación muy angustiosa.
El grupo quedó en poder de los dirigidos por Miguel Brindisi, que empataron 1 a 1 en Chile, con un gol del zaguero argentino Diego Colotto, luego de la ventaja conseguida para los santiaguenos por el paraguayo, ex Racing Club, Domingo Salcedo.
Boca Juniors jugó el primer tiempo como debía hacerlo y las circunstancias estuvieron acordes a sus pretensiones y necesidades, ya que antes de los diez minutos ganaba 1 a 0 y a los 20 ya estaba dos goles arriba, o sea la mitad de los que le hacían falta para clasificar. Claro que después perdió claridad, cuando en realidad más tranquilidad debía tener porque el objetivo de origen estaba muy cerca.
Y conforme fueron pasando los minutos los visitantes, con sus grandes limitaciones a cuestas, igualmente se animaron y llegaron en un par de oportunidades hasta la puerta del arquero Mauricio Caranta, que debió revolcarse ante dos arrestos de Gabriel Urdaneta.
Claro que Boca también perdió rápidamente un cambio, porque apenas logró el reaparecido Gabriel Paletta la apertura del marcador, tras una precisa asistencia de Juan Román Riquelme, se resintió del desgarro que lo mantuvo alejado de las canchas por 30 días y debió ser relevado por Jonatan Maidana.
Pero inmediatamente otro ex Banfield como Jesús Dátolo marcó el segundo con una exquisita definición de zurda y entonces todo era fiesta en la colmada Bombonera.
Nervios y alivio final
El panorama cambió en el segundo período, ya que empezaron a transcurrir los minutos y Rodrigo Palacio iba a dilapidar situaciones muy favorables frente al reaparecido Juan Carlos Henao, y así la inquietud comenzó a ganar a la parcialidad xeneize.
Y esto, sumado a la falta de claridad colectiva, empezaba a conformar un cóctel que, mezclado con la victoria parcial de Colo Colo sobre Atlas en Chile, tenía el amargo sabor de la eliminación.
Hasta que casi sobre la media hora de la etapa final Riquelme frotó la lámpara por segunda vez en la noche y marcó una tercera conquista que, sumada al empate conseguido por los mexicanos de Miguel Brindisi, le sellaban el pasaporte a la próxima ronda.
Sin embargo, Boca siguió sufriendo hasta el final, porque nunca encontró las vertientes como para ampliar la diferencia y olvidarse del partido de Chile, y recién respiró cuando, cuatro minutos antes del epílogo, se consumó el empate en Santiago.




