Aún no repuesto del impacto del devastador terremoto que destruyó su ciudad, el alcalde de la ciudad de Pisco, Juan Mendoza, relató que durante el sismo del pasado miércoles sintió que su casa "se movía como olas" y después sólo "veía gente que lloraba, muerte y desolación".
Mendoza explicó a Efe que su hermana mayor murió durante el sismo, a pesar de lo cual se mantiene en la coordinación de las labores de ayuda humanitaria y rescate de las víctimas.
"El terremoto fue una cosa indescriptible, mi casa se movía como si fueran olas, cuando vi lo que había pasado fue la impresión más grande, gritaba como un loco, sólo veía gente que lloraba, muerte y desolación", describió.
El alcalde de Pisco, que ejerce el cargo desde el 1 de enero de este año, manifestó que, sin embargo, aún tiene "muchas esperanzas de encontrar gente con vida entre los escombros".
Basó sus expectativas en que se considera que hay muchas personas atrapadas entre las ruinas de la iglesia principal, un hotel y otros dos edificios que colapsaron durante el sismo.
La tarde del jueves, las brigadas de rescate encontraron a dos sobrevivientes entre las ruinas de la iglesia San Clemente, donde se supone que aún hay entre 30 a 40 personas atrapadas.
Una de las damnificadas por el terremoto, Palmiña Panduro, de 39 año, relató a Efe que el sismo llegó con "un remezón que a todos confundió y luego otro mayor que se llevó la luz".
"Entre tinieblas tratamos de ponernos a buen recaudo, salimos de la casa con todo lo que pudimos coger para abrigarnos y peregrinamos toda la noche hacia las colinas que estaban llenas de gente", señaló.
Esta mujer, madre de tres hijos, explicó que muchos de los afectados decidieron ir hacia la zona de las colinas cercanas porque temían "que se saliera el mar".
"Ahora no sabemos que hacer", respondió al ser interrogada sobre su futuro.
El terremoto que afectó a toda la costa peruana, alcanzó en Pisco 8 grados de magnitud en la escala de Richter y, según cifras aún preliminares, ha causado 510 muertos, unos 1.500 heridos y 85.000 damnificados.
Fuente: EFE




