El colombiano Juan Carlos Ramírez Abadía, uno de los capos del cartel del Norte del Valle detenido en Brasil, admitió que con el narcotráfico ganó 1.800 millones de dólares pero sostuvo que las acusaciones de Estados Unidos en su contra, de 315 homicidios, son una "leyenda".
Ramírez Abadía, alias "Chupeta", dio una entrevista por escrito, al diario Folha de Sao Paulo, que destaca que Ramírez Abadía dijo que la Policía Federal brasileña no habría logrado apresarlo sin la ayuda de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA), informó la agencia noticiosa Ansa.
Folha de Sao Paulo le preguntó a si eran verdad o leyenda las acusaciones en Estados Unidos y Colombia de que ordenó 315 homicidios y traficó 1000 toneladas de cocaína.
"Leyenda", respondió "Chupeta", aunque en otra pregunta aseguró que su fortuna de 1.800 millones de dólares la amasó con su actividad en Colombia, "narcotráfico".
El colombiano negó haber cometido lavado de dinero en Brasil sino que abrió dos empresas para recibir pagos y dijo que se realizó dos cirugías estéticas en San Pablo para despistar a los agentes de la DEA que seguían sus pasos.
Ramírez Abadía, de 44 años, era uno de los traficantes más buscados del mundo por Estados Unidos: fue apresado por la policía brasileña el martes en su mansión de un barrio privado de San Pablo, donde llegó desde Colombia fugado junto a su esposa y un grupo de testaferros.
Ayer fue trasladado al presidio de máxima seguridad de Campo Grande, en el estado de Mato Grosso do Sul, donde está detenido el mayor traficante de drogas y el criminal más temido de Brasil, Fernandinho Beira Mar.
"Fue la única vez que lloró desde que fue detenido, cuando supo del traslado a la cárcel de máxima seguridad", comentó el abogado de Chupeta, Sergio Alambert.
Brasil impulsa acciones judiciales contra el colombiano mientras que a la par el máximo tribunal del país, el Supremo Tribunal Federal, analiza un pedido de extradición hecho por Estados Unidos y Colombia anunció que quiere interrogarlo también.
Ante la policía, el viernes, según el colombiano, repitió que quiere ser extraditado a Estados Unidos para lograr alguna reducción de pena a cambio de brindar informaciones a la DEA, de acuerdo a la prensa brasileña.
Ramírez Abadía contó a la policía que escapó en 2004 porque el gobierno de Colombia no estaba cumpliendo el acuerdo de detención. En 1996 había sido condenado a 26 años de cárcel y escapó luego de conseguir el régimen de libertad provisoria.
El colombiano escapó -según contó a la policía- en un velero con cuatro millones de dólares en efectivo para llegar a Fortaleza, Ceará, desde donde alquiló una avión que lo llevó al interior de San Pablo.
Télam
Dice que las acusaciones son una "leyenda'
"Chupeta" admite que ganó U$S 1.800 millones con el narcotráfico
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