"Si usted me dice, ¿es una mujer calma, tranquila, conciliadora? No. Pero si (me pregunta si) es una mujer con fuerza, con pasión, con inteligencia, que realmente empuja las cosas, sí". Con esas palabras resumía el presidente Sebastián Piñera durante una entrevista con la televisión las características de la ministra de Trabajo, Evelyn Matthei, candidata presidencial propuesta hoy por la Unión Demócrata Independiente de Chile (UDI).
Con casi 30 años de trayectoria, Matthei ostenta el apodo de "la dama de hierro de la política chilena".
Las palabras de Piñera reflejan la relación de altibajos que ha mantenido con Matthei, la cual sufrió un quiebre profundo en 1992 a raíz del "Piñeragate", cuando se divulgó una grabación telefónica donde el hoy jefe de Estado aludía a una estrategia para bajar la candidatura de Matthei. Sin embargo, la crisis finalizó cuando Matthei llegó al gabinete en enero de 2011, transformándose en una de las más férreas defensoras del gobierno.
Desde esa posición y haciendo gala de su firme carácter, el paso de Matthei por Trabajo ha estado cruzado por encendidas declaraciones y polémicas con la oposición, en especial con sus parlamentarios.
En enero de este año protagonizó una discusión con duros epítetos con la diputada independiente Marta Isasi durante un encuentro con funcionarios de la Universidad del Mar. Las diferencias respecto a la situación de los trabajadores de esa casa de estudios hicieron que el intercambio de opiniones subiera de tono con palabras como: "rota de mierda" e "ignorante".
Otro de los impasses memorables fue el registrado en octubre de 2012 en la Cámara de Diputados, donde se analizaban los despidos y el maltrato que sufren los trabajadores en los supermercados, cuando se produjo un duro entrevero entre el socialista Marcelo Díaz y el diputado de RN René Manuel García, que terminó con Matthei retirándose indignada de la sesión.
El diputado de la Izquierda Cristiana Sergio Aguiló declaró que Matthei gritaba "huevones de mierda, hasta cuándo". Luego salió de la sala y se dirigió al Senado. La aludida señaló: "Algunos diputados socialistas se escandalizaron con la palabra huevón (chilenismo muy popular)".
Su relación con la UDI tampoco ha estado exenta de variantes. Tras el quiebre, en 1992, de la "patrulla juvenil" de Renovación Nacional -que ella integraba, junto al propio Piñera, Andrés Allamand y Alberto Espina-, renunció a ese partido y selló su ingreso al gremialismo (UDI).
Desde la UDI consiguió la elección a la Cámara Baja por San Antonio y luego, en 1998, un escaño en la Cámara Alta por la región de Coquimbo, donde se mantuvo hasta que se integró al Ministerio de Trabajo, en el primer cambio de gabinete de Piñera en 2011.
En los últimos años, la parlamentaria tomó distancia de la vida partidaria. El desapego se profundizó con algunas desavenencias del partido con el gobierno en materias como la reforma tributaria, lo que llevó a Matthei a decir, en mayo pasado, que en la UDI "no la quieren" y anunciar incluso su retiro de la política para marzo de 2014.
"Yo de verdad creo que no represento a la UDI, y creo que la UDI no me quiere. Estoy bastante distanciada de ellos como partido. La verdad es que soy distinta y creo en distintas cosas. Permanezco ahí porque les tengo cariño", sostuvo.
"Está cerrado y sacramentado", dijo hace dos meses sobre su abandono de la política, en una decisión que se vería interrumpida ahora con el nombramiento de la UDI, principal partido de derecha en Chile, que la eligió como su candidata presidencial en reemplazo de Pablo Longueira. De ser ratificada por Renovación Nacional, el otro partido que integra la Alianza de centroderecha gobernante, la actual ministra de Trabajo se enfrentaría a Michelle Bachelet, representante de la centroizquierda en las elecciones de noviembre próximo.
Hija del ex comandante de la Fuerza Aérea y miembro de la Junta Militar de Augusto Pinochet (1973-1990), Fernando Matthei, la ministra asistió al mismo colegio que Bachelet cuando vivían en la base aérea Cerro Moreno, lo cual cimentó una relación de respeto entre ambas familias, según ambas han reconocido.
Sin embargo, desde el gobierno ha lanzado algunas de las críticas más duras del Ejecutivo a la candidata de la Nueva Mayoría.
DPA






