Los sindicatos de salud y partidos de oposición acusaron a las autoridades sanitarias de Paraguay de minimizar la incidencia del dengue en esa nación, tras conocerse hoy una encuesta extraoficial que sitúa en 300.000 los contagiados este año.
Ese número de enfermos se refiere sólo a la incidencia de la enfermedad en el departamento Central, que concentra las populosas ciudades de los alrededores de Asunción, donde se concentran los 19.953 casos confirmados oficialmente hoy por el Ministerio de Salud.
El gobernador de ese departamento, el opositor Federico Franco, elevó la cifra de contagiados en su región a 400.000 desde noviembre pasado, mientras que el Ministerio de Salud sólo reconoce unas seis mil personas en Central desde enero.
Las autoridades "tienen que dejar de mentir. Acá nadie cree que sólo 19.000 personas han padecido dengue. Es una cuestión de percepción", dijo a EFE Desirée Masi, de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud, que reúne a médicos y trabajadores de hospitales públicos.
Masi, presidenta del Círculo Paraguayo de Médicos, declaró que el gobierno ignora los parámetros utilizados por organismos internacionales para evaluar el alcance del dengue, los cuales indican que, por cada caso registrado oficialmente, hay diez ocultos.
Explicó que las propias autoridades paraguayas habían usado ese criterio en el año 2000, cuando "el gobierno asumió que se registraron 30.000 casos" y estimó que "la cifra total podría ser de 300.000" infectados.
Masi afirmó que muchos casos ocultos están directamente relacionados con la costumbre de un sector de la población de automedicarse ante este tipo de males, mientras que el diputado opositor Héctor Lacognata recordó que el 37 por ciento de los paraguayos no tiene acceso a los servicios de la salud.
"El subregistro es un problema crónico en Paraguay, por la debilidad de las instituciones y, además, el 37 por ciento de la población no existe para los registros oficiales" del Ministerio de Salud, remarcó a EFE Lacognata, del Partido Patria Querida.
El legislador cuestionó, asimismo, "la insistencia de las autoridades en tratar de instalar la idea de que la epidemia se está controlando porque los casos clínicos se estacionaron.
"El retroceso de una epidemia se mide por el nivel de infestación. Y en varios barrios de Asunción los niveles superan cuatro veces los índices de seguridad, lo que significa que la próxima semana vamos a tener picos importantes" de casos, aseveró el legislador.
Explicaciones públicas
Por otro lado, Lacognata señaló que la próxima semana el ministro de Salud, Oscar Martínez, comparecerá en la Cámara de Diputados para ser interpelado sobre el dengue, por una iniciativa legislativa de doce parlamentarios, incluidos los oficialistas.
Sobre la campaña gubernamental contra al enfermedad, Lacognata declaró que "hubo mucha imprevisión. La Organización Panamericana de la Salud desde el 2005 venía advirtiendo que iba haber un brote muy fuerte en las Américas, atendiendo a que, por los efectos del fenómeno de El Niño, se daban todas las condiciones meteorológicas para la epidemia".
Además, el esfuerzo de las autoridades se ha visto empañado por una denuncia de presunta corrupción en cuanto a la compra de una partida de aparatos de fumigación para erradicar el mosquito Aedes aegypti, que transmite el dengue, con una donación de cien mil dólares de Taiwán.
El propio ministro anunció una investigación y dijo que el cheque con esa cantidad está a nombre de la empresa que vendería los aparatos, pero su dueño insistió hoy en que nadie le había consultado sobre la compra ni había presentado ninguna oferta a las autoridades.
Tras la declaración del estado de emergencia nacional de 60 días, el 1° de marzo pasado, el gobierno de Asunción ha recibido donaciones de varios países, entre ellos, España, para intensificar la lucha contra la enfermedad.
Asimismo, varios expertos de la Argentina, Brasil, Francia y Cuba viajaron a Paraguay para colaborar en el seguimiento de los casos clínicos.
Además de los casi 20.000 casos, el Ministerio reconoce la muerte de doce personas desde el 1° de enero pasado; de ellas, cinco, por una variante atípica del dengue clásico; tres, del hemorrágico, y el resto, todavía sin tipificar.






