La fiebre amarilla es una patología viral presente en América del Sur y África, que se transmite al ser humano a través de la picadura de mosquitos. La infección es casi siempre asintomática, aunque en un bajo porcentaje puede causar fiebre, cefaleas, dolores musculares y decaimiento; entre el 5 y el 10 % de los casos puede causar una forma clínica muy grave, que no tiene tratamiento específico y con una mortalidad de entre 30% hasta el 60%. La prevención se da a través de la vacunación.




