Por Ignacio Andreychuk - Enviado especial a Rosario
[email protected]
Colón no perdió, en este arranque del Clausura versión 09. Que tiene buen juego, no. Que tiene garra, ni hablar. Y con esa bandera como cimiento inquebrantable, “la banda del Turco” le complica la vida a todos cuando sale de Santa Fe. “Nos propusimos ser un equipo que no baja los brazos”, arremetió Esteban Fuertes al final del partido con Newell’s, y ésa parece ser la carta de presentación del “sabalé”.
A ver si se entiende: Colón no convence a nadie pero ilusiona a todos. Este equipo combativo que armó Antonio Mohamed genera muy pocas secuencias de pases seguidos, se complica para defender en las pelotas muertas y por momentos se descontrola con los pelotazos. En contrapartida, los once rojinegros de barrio Centenario nunca dejan de correr un balón por más calor que azote o por lejano que parezca alcanzar el objetivo.
La ilusión del hincha, entonces, se enciende. Porque observa que su escuadra va al frente, que tiene sangre. Colón debe insistir en marcar alguna pausa durante el trámite, en tener otra consideración por el manejo de la pelota y en sopesar el provecho que podría sacarle a los volantes extremos, en caso de que los utilice con mayor frecuencia.
Fuertes dixit
“Más allá de no haber tenido mucho juego y participación durante el partido, en lo personal, rescato que al final nos llevamos un punto de una cancha muy complicada. Este equipo de Newell’s juega muy bien al fútbol y no hay que olvidarse de que en la primera fecha le metió tres goles al hoy puntero del torneo”, comentó Esteban Fuertes.
—¿Se sintió demasiado el calor, “Bichi”? Daba la sensación de que en la cancha hubo imprecisiones propias del agotamiento.
—La verdad que sí. Pero uno trata de sacar fuerzas de donde no las tiene y este equipo consiguió el gol del empate al final, luego de haber insistido mucho a través de varias situaciones para marcar.
—¿Puede ser que la diferencia entre este Colón y el del año pasado sea que el de ahora siempre saca un as de la manga?
—Pasa que nos mentalizamos y nos propusimos ser un equipo que, hasta que no se escuche el pitazo final del árbitro, tiene que seguir buscando. Esa es la sensación que damos, con una defensa sólida, a pesar de que en el primer tiempo nos hicieron un gol de pelota parada, y que en algún momento podemos convertir goles. Esa es la clave.
—¿El torneo pasado hubiesen perdido este partido?
—Yo creo que sí. Y tal vez no sólo por un gol de diferencia, sino por más. Hoy tenemos que rescatar eso del equipo, creo que es fundamental para nuestro futuro en el torneo.
Vestido de 10
—Fue muy buena la jugada que armaron con Rivarola para el empate, diste el pase justo...
—(Risas). El otro día también puse otra asistencia linda contra Central, a Mena, que fue una pelota más o menos parecida. Ahora me tocó habilitar a “Pirulo”, y él metió un zurdazo bárbaro.
—Sobre el final, terminaron mejor que Newell’s, ¿coincidís?
—Sí, porque buscamos permanentemente y nos sobrepusimos al muy buen arranque de partido que tuvieron ellos, además de que la gente se hizo sentir luego del gol. Pero con paciencia, Colón mejoró y creó varias situaciones para empatar y hasta lo pudimos ganar. Por eso, el punto fue merecido.
—¿Qué te parece el rendimiento de la defensa?
—Tenemos un jugador espectacular, como es Alexis Ferrero. Y los que están al lado acompañan muy bien: Goux está muy firme; Candia también; Torres tuvo algunos problemas por su sector pero se recuperó y estuvo bárbaro. No me voy a cansar de repetir que la defensa que tenemos es uno de los puntos altos del equipo.
Entrega incluida
—¿El hincha se puede quedar seguro de que la garra del equipo será como ante Newell’s?
—Ni hablar, y ya lo reconoce. A pesar de ir en desventaja durante todo el partido, a nosotros nos quedó una grata sensación por haber empatado de la forma que lo hicimos, porque Colón nunca bajó los brazos y a eso la gente lo reconoce.
—¿Te sorprendió la cantidad de gente que llegó desde Santa Fe?
—No, para nada. Sabía que iba a venir mucha gente. Y me voy feliz por ellos también, porque hacer 200 kilómetros para irse con las manos vacías no es lindo, entonces me imagino que ellos también habrán disfrutado el punto.






