El abogado de VG Construcciones, Ricardo Rivera, fue el encargado de dar a conocer la explicación de la empresa sobre las denuncias de los vecinos.
Al respecto señaló que la situación de ambos edificios está judicializada. Detalló que “en el caso de la construcción ubicada a la altura del 1.100 (Celestino XII), a las medidas en la justicia las solicitamos nosotros porque los vecinos no permitieron constatar el estado de los inmuebles antes de iniciar las obras. Después de empezar la excavación encontramos filtraciones, humedades y huecos en la tierra por el refulado del sector. Las cañerías de esas casas son vítreas o de barro cocido y están destruidas”. Dijo que como “los daños son preexistentes los vecinos no permitieron la constatación del estado de las casas”.
En el caso de la torre que está terminada y habitada -el Celestino IX- “hay dos o tres peritajes que demuestran que el edificio no tiene fisuras, por lo que es imposible que arrastre a las casas linderas. Además, tiene pilotes fundacionales a 18 metros de profundidad, es independiente de los muros medianeros y la resolución es perfecta”.
Sobre los inmuebles vecinos afirmó que “las falencias también son preexistentes a la obra y consisten en malas distribuciones de las cargas, malos cimientos carentes de aislantes y cañerías destruidas y obsoletas”.
Finalmente, el representante legal de “Verdicchio Ghietto Construcciones” afirmó que un inspector de Edificaciones Privadas de la Municipalidad constató las filtraciones de algunos de los inmuebles linderos y “son presumiblemente causadas por una cañería rota, lo que provocó el hundimiento”.




