El gobierno garantiza la seguridad a 126 testigos

A horas de que se iniciara el juicio oral al ex capellán Christian Federico Von Wernich, el gobierno de Néstor Kirchner y la administración de Felipe Solá salieron hoy a "garantizar la seguridad" de los testigos que desfilarán ante el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata, que ventilará los homicidios, secuestros y torturas atribuidos al sacerdote.

El compromiso público asumido por el Estado Nacional y el gobierno bonaerense ante la apertura del debate por los siete asesinatos y 41 secuestros y tormentos por los que será juzgado Von Wernich está destinado a respaldar a los testigos citados por el TOF 1 cuando aún permanece con desaparecido el albañil Jorge Julio López, pieza clave en la condena al ex policía Miguel Etchecolatz.

El paradero de López, un albañil de casi 80 años, es incierto desde que fue interrogado por el TOF 1 en el marco del juicio a Etchecolatz, que en la dictadura del período 1976-83 fue jefe de Investigaciones de la policía bonaerense.

"El Estado garantiza la seguridad de los testigos y, en especial, de los que asistan al juicio al ex capellán Von Wernich", aseveró hoy en Casa de Gobierno el ministro del Interior, Aníbal Fernández.

El antecedente de López, que lleva casi 10 meses desaparecido sin que existan pistas firmes sobre la suerte que corrió tras declarar contra Etchecolatz, impulsó al gobierno de Kirchner y a la administración de Solá a procurar llevar tranquilidad a los 126 testigos citados en el proceso a Von Wernich, que en dictadura confesaba al entonces jefe de la policía bonaerense, Ramón Camps.

En la extensa nómina de personas citadas por el TOF 1 figuran el obispo Miguel Hesayne y el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel.

El ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanián, se reunió hoy con Fernández en la Casa Rosada, donde los funcionarios intentaron dar respuesta a la inquietud de organizaciones de Derechos Humanos que ya responsabilizaron a los gobernantes por "cualquier amenaza o represalia" que puedan sufrir quienes declaren contra Von Wernich.

"Hay una comisión creada (...) que se está ocupando puntualmente de la protección de testigos", dijo el jefe de la cartera política, y subrayó: "Por supuesto, está garantizada la seguridad de los testigos".

Por su parte, Arslanián afirmó que el gobierno bonaerense "va a complementar la seguridad" que brinde la Nación, ya que se trata de "testigos en casos federales", citados en procesos en los que "actúa la Justicia Federal", por lo que las personas que serán interrogadas están amparadas por un programa nacional previsto para estas situaciones.

"Nosotros coadyuvamos con nuestro propio programa y con la puesta a disposición de todas las fuerzas de seguridad para garantizar que ese acto tan importante (el juicio a Von Wernich) se desenvuelva con el mayor grado de tranquilidad para los testigos", enunció Arslanián.

Tras la lectura de la acusación, el TOF 1 -integrado por los jueces Carlos Rozanski, Norberto Lorenzo y Horacio Insarraulde- tomará declaración al ex capellán y luego abrirá el debate, que se extenderá hasta el 13 de septiembre. Se presume que en la primera semana de octubre el tribunal que presidirá Rozanski dará a conocer su veredicto.

Los operativos de seguridad del proceso estarán a cargo de la Policía Federal y la Prefectura Naval, cuyos efectivos custodiarán la sede del tribunal, situado en la calle 8 entre 50 y 51 de La Plata, donde ya fue instalado un doble vallado.

En el edificio judicial han sido instalados cámaras de video y detectores de metales, y quienes concurran a las audiencias deberán acreditarse y certificar su filiación con documentos en dos controles, uno externo y otro interno, antes de llegar al recinto del primer piso, habilitado sólo para 120 asistentes en calidad de público.

El juez Rozanski aseguró que los 126 testigos convocados por el tribunal recibirán la protección que requieran por parte del Estado y precisó que "se ha instrumentado un mecanismo para que tengan la menor cantidad de contratiempos posibles, teniendo en cuenta que tienen que revivir los hechos treinta años después".

"Declarar siempre es traumático, y más en este tipo de casos", razonó el magistrado.

DyN