Luego de un empate en 36 votos, y con el rechazo del vicepresidente de la Nación, la Cámara de Senadores no aprobó el proyecto de retenciones. "Mi voto no es positivo", dijo Julio Cobos después de más de 17 horas y media de debate, dejando el restulado con 37 votos en contra y 36 a favor de la iniciativa presentada por el propio Poder Ejecutivo Nacional. "Que la historia me juzgue", pidió el ex gobernador mendocino.
Al respecto, el senador nacional del Frente para la Victoria de Río Negro, Miguel Angel Pichetto, había considerado "inadmisible" que miembros del oficialismo "terminen votando en contra de la propia plataforma" con la que fueron electos.
Al cerrar el debate, Pichetto aseguró que "no hay ningún elemento en el plano económico y social que indique que estamos en una instancia dramática para que eso ocurra". Y se preguntó: "Dónde quedó ese proyecto transversal que unificaba a los gobernadores" impulsado por el ex presidente Néstor Kirchner.
Tras cuestionar a senadores y aliados del gobierno que anticiparon su rechazo al proyecto, el senador advirtió que "la política implica dar la cara en las buenas y en las malas" y sostuvo que "no se puede estar en contra de la Presidenta que los llevó al gobierno".
"Es inadmisible que el oficialismo vote en contra del gobierno. Sería inconcebible que el oficialismo parlamentario vote en contra de su gobierno salvo que lo quiera herir de muerte", enfatizó Pichetto, último senador en exponer antes de la votación del proyecto en la cámara alta, tras dieciocho horas de debate.
Finalmente ocurrió. Tras el empate, el titular de la Cámara Alta, Julio Cobos debió votar y se decidió por el rechazo al proyecto de Cristina Fernández, su compañera de gobierno. Fue coherente con todas las acciones públicas sostenidas antes de la sesión que comenzó este miércoles y terminó este jueves. Pero el costo político a pagar sería muy caro.
Ahora comienza una dura etapa para la presidenta. Durante las próximas horas se sabrá si el voto de Cobos produjo una ruptura irrecuperable o no en el Gobierno Nacional; decisión que dejó, además, "fuera de juego" a los senadores kirchneristas de las provincias donde la mayoría de sus representados están en contra de las retenciones y votaron por el "sí".
Cómo sucedió todo
Al quedar la votación empatada, el vicepresidente Julio Cobos debía votar, pero antes pidió la palabra. "Obviamente el consenso no está presente, está el país partido", arrancó. "Hoy debe ser el día más difícil de mi vida", agregó. Después, con voz temblorosa, pidió un cuarto intermedio que fue rechazado; el primero en hacerlo fue el titular del bloque kirchnerista, Miguel Pichetto, y fue tajante: "Tengo instrucciones. Lo que haya que hacer, hagámoslo rápido".
El Senado pasó entonces a la segunda votación, que volvió a mostrar un empate con 36 votos para cada lado. El vicepresidente volvió a hablar. Con la voz prácticamente quebrada, se refirió a las contradicciones entre los reclamos de fidelidad al Gobierno y lo que dictaba su corazón. "No creo que sirva una ley que no dé solución a este conflicto. No puedo acompañar, y esto no significa que esté traicionando a nadie, estoy actuando de acuerdo a mis convicciones. Que la historia me juzgue, pido perdón si me equivoco. Mi voto no es positivo", concluyó. Y desató los festejos en el sector del campo, que seguía desde Palermo todo lo que sucedía a través de pantallas de televisisión.
La sesión, que comenzó alrededor de las 10:30, media hora después de lo previsto, se extendió por más 18 horas, hasta las 4:30 de la madrugada. Tuvo asistencia perfecta : los 72 legisladores de la Cámara alta pasaron por el recinto y todos votaron.
Qué sucederá ahora
La votación llegó después de 128 días del conflicto desatado el 11 de marzo con el rechazo de productores y entidades agropecuarias a las retenciones móviles a las exportaciones de soja, maíz, trigo y girasol que estableció la resolución 125 del Poder Ejecutivo. En estos más de cuatro meses, el enfrentamiento entre el campo y el Gobierno se convirtió en tema casi exclusivo de la agenda política.
En el medio, y en una lista que no es exhaustiva, renunció al Ministerio de Economía, el joven Martín Lousteau, firmante de las retenciones; fue modificado el esquema para los valores más altos de las retenciones; la Presidenta se comprometió a destinar la recaudación extraordinaria a fines sociales; y hubo actos masivos de un lado y del otro, cortes de ruta, cacerolazos, escraches, desabastecimiento y sectores que terminaron apoyando a uno u otro lado con una división muy marcada.
Con la extensión del conflicto, también llegó la decisión presidencial de enviar el tema al Congreso. Y, ya en el Legislativo, se sucedieron extensos debates en las dos Cámaras que concluyeron, primero, con la media sanción de Diputados y, ahora, con el rechazo del Senado que difícilmente signifique el fin del conflicto, como tampoco lo hubiera significado la ratificación de las retenciones.
Ahora la presidenta deberá tomar una decisión. Y es la de dejar sin efecto la Resolución 125, que fija las retenciones y tiene vigencia, ya que lo que buscó Cristina fue refrendar su decisión con el apoyo parlamentario. Y no consiguió la respuesta esperada.
Según establece la Constitución en su artículo 81, el proyecto no podrá ser tratado ahora nuevamente por la Cámara Baja, cuando señala que "ningún proyecto de ley desechado totalmente por una de las cámaras podrá repetirse en las sesiones de aquel año".
Fuentes: Télam y Clarin.com






