Por Kevin García*
Son las 8:30 de la mañana en Santa Fe. Una lluvia pertinaz se desliza sobre las veredas y las fachadas. Un viento frío y espeso asota las hojas de los árboles. Dos chicas se apostan sobre las paredes y una más camina vencida con la blusa pegada sobre sus espaldas. Llegará tarde a su examen final de la universidad. Es el invierno en el verano. De a poco el agua se va tomando la calle hasta bordear la vereda. De a poco la desborda, la supera. Un caballo se detiene frente a un semáforo y sus patas se empiezan a cubrir de agua. Santa Fe se inunda poco a poco. El animal recibe indefenso el torrente frío sobre su cuerpo, ¡cuán vulnerable es la ciudad! Una chica ha dado la vuelta a la manzana y no ha encontrado la forma de cruzar la calle. Los taxis transitan ocupados y húmedos. Rendida, la chica entra a las aguas. Santa Fe sigue indefenso a la naturaleza.
*Periodista colombiano. Desde hoy trabaja en El Litoral y ElLitoral.com. Estará compartiendo la experiencia profesional junto a nosotros durante un mes.






