Por José Curiotto
Dicen que el destino es una suerte de fuerza desconocida que obra sobre los hombres y los sucesos. Hay quienes creen en él y se entregan resignadamente a sus designios. Pero también están los otros, quienes prefieren descreer de la fatalidad y consideran que las personas, a través de actitudes y decisiones, son las encargadas de construir gran parte de sus propias realidades.
Para los primeros, seguramente el juez de Sentencia, Mauricio Frois, está predestinado a intervenir en casos trascendentes y a generar polémica con sus decisiones. Para los otros, la explicación es más racional y simplemente pasa por la forma en que este magistrado encara su tarea cotidiana.
A Frois le tocó decidir la excarcelación del célebre “Toco” Zabala, el mismo que fuera registrado por la televisión nacional mientras atacaba a sus enemigos en la popular de Colón. El mismo que ya había recuperado su libertad, para volver a caer luego de un tiroteo en la Recoleta santafesina. El mismo que estuvo vinculado con varios casos de homicidio.
Hace un par de años, Mauricio Frois fue sancionado por la Corte Suprema de Justicia por supuestas actitudes dilatorias en causas de tanta repercusión pública como fueron las investigaciones sobre el ex intendente de Santa Fe, Carlos Aurelio Martínez; y del ex vicegobernador, Antonio Vanrell.
Ambos casos recayeron en Frois. Ambos casos prescribieron y no hubo condenas para los supuestos responsables de los delitos investigados. Por ese motivo, este juez fue sancionado a pagar 600 pesos de multa.
En aquel momento, el presidente de la Cámara de Apelaciones, Julio De Olazábal, sostuvo: “Parece inevitable pensar que intencionalmente se evitó en ambas causas adoptar medidas para agilizarlas, y que fueron abandonadas a su suerte, al menos, dejadas para un último lugar en la atención’’.
Claro que por entonces también resultó llamativa la pasividad de los fiscales que toleraron esta situación y no presionaron, ni denunciaron, lo que estaba sucediendo. Pero ningún fiscal recibió sanciones.
Ahora, el juez Frois afirma estar respaldado por argumentos jurídicamente sólidos para haber dejado en libertad a Zabala. Y tal vez esté en lo cierto.
De todos modos, lo que no podrá evitar es que, una vez más, la polémica sobrevuele sus decisiones.




