La máscara mortuoria de Evita, confeccionada en plata a pedido de Juan Domingo Perón, fue terminada a casi 56 años después de su muerte por el orfebre Juan Carlos Pallarols, y será expuesta en el edificio de la CGT.
El artista, responsable de terminar la obra iniciada por su padre homónimo en 1952, donó la máscara a la Asociación del Personal Legislativo que encabeza Norberto Di Próspero, durante un acto que se realizó en el Senado de la Nación con motivo de cumplirse mañana el 89 aniversario del nacimiento de Eva Perón.
Di Próspero agradeció a Pallarols "haber finalizado" la obra parcialmente destruída tras la llamada Revolución Libertadora que derrocó a Perón en 1955 y aseguró que "el mejor lugar para conservarla" es la sede central de la CGT, donde se albergaron los restos de Eva hasta que fueron profanados.
El acto de entrega de la máscara que permaneció oculta bajo tierra por casi 30 años, ya que era considerado delito poseer material peronista, se realizó en el Salón Azul del Senado, el mismo lugar donde fueron velados los restos de Perón en 1974.
"Hace un año en este mismo lugar comenzó la terminación de la mascarilla de la tapa que cubriría los restos de Evita, en la que trabajó mi padre por 3 años a pedido de Perón", recordó el orfebre, responsable del cincelado del bastón presidencial.
Se trataba de la talla completa del cuerpo de Eva que iba a ser colocada en un monumento que se estaba construyendo en lo que es ahora la Biblioteca Nacional y que fue destruído por decreto en 1955, aunque Juan Carlos Pallarols padre pudo rescatar y esconder algunas piezas de su obra.
El artista -que también cinceló la rosa en honor a Lady Di tras su muerte en 1997- recorrió el país durante el último año con la mascarilla que recuperó de donde la ocultaba en 1983, con la llegada de la democracia y "gracias a la ayuda de muchos amigos", según consignó.
El objetivo de esta recorrida fue "acercar esta obra al pueblo que tanto amaba Eva", indicó Pallarols y aseguró que "cerca de 500 mil personas de toda la Argentina ayudaron en esta tarea".
La historia de esta máscara mortuoria se remonta a un viaje que la abanderada de los humildes realizó a Europa en 1947, cuando vio por primera vez el monumento "Les invalides" que alberga los restos de Napoleón Bonaparte en París, Francia.
El artista recordó que "al contemplar esa imagen Evita tuvo la idea de erigir un monumento similar en Argentina en honor a los trabajadores".
Pero el proyecto se fue postergando y recién tras su muerte el 26 de julio de 1952 se decidió la construcción de un monumento al trabajador en cuya cripta se depositarían sus restos momificados con la imagen de su figura yacente encima y en la que se puso a trabajar Pallarols hasta la Libertadora en 1955.
Télam






