El juez Dardo Rosciani invocó una serie de actividades “extrajudiciales” que lo vinculan a la institución religiosa y que según entiende, lo inhiben para juzgar al ex arzobispo santafesino. La escritora Olga Wornat lo había nombrado en su libro “Nuestra Santa Madre”.
Entre ellas figuran haber sido designado, hace 10 años, por el entonces monseñor Storni como “Ministro Extraordinario de la Comunión y las Exequias”; “miembro del Equipo Económico Parroquial de la Obra de Don Bosco”; y desempeñarse en los “Cooperadores Salecianos”, tareas que desarrolla actualmente.
También es parte del “Equipo de Pastoral Familiar colaborando en los encuentros de Preparación Inmediata al Matrimonio, que trabaja bajo la órbita del Arzobispado”; y pertenece al “Movimiento de Cursillo de Cristiandad”, que es un “movimiento interno de la Iglesia Católica”.
Por último, dice que en 2002 Olga Wornat lo nombra en su libro “Nuestra Santa Madre”, “porque supuestamente no investigaba una denuncia por abuso sexual contra un menor atribuida a un sacerdote de esta ciudad que -según la obra- sería ‘íntimo amigo’ del arzobispo y que falleciera durante la investigación”.




