La presidenta Cristina Fernández ordenó hoy la apertura del llamado "Informe Rattenbach" que evaluó las responsabilidades de la dictadura militar en la guerra de 1982 por las Malvinas y pidió al primer ministro británico, David Cameron, que "hable con los empresarios ingleses que trabajan en Argentina y dicen que no tienen miedo".
"Voy a instruir al ministro de Defensa y al canciller para que conformen una comisión para la reapertura y conocimiento público del informe Rattenbach", que "demuestra que aquello no fue una decisión del pueblo argentino sino de una Junta desesperada por tapar la realidad".
Durante su primera aparición pública luego de la operación de las tiroides y en el día en que retomó el poder tras la licencia, la presidenta rechazó las críticas del premier inglés que afirmó que Argentina es "más que colonialista" y se habla así es "porque nos se tiene razón ni argumentos".
La jefa de Estado confesó que cuando aparecen ese tipo de declaraciones "uno siempre tiene la tentación de contestarles" y que ello constituye "el reino al revés que es local pero también global", aunque evitó nombrar al primer ministro británico.
Llamó a Gran Bretaña "a sentarse a dialogar y a negociar sobre la cuestión" de la soberanía en las Islas Malvinas e insistió en "la defensa de los recursos petroleros y de nuestra pesca". "No esperen de nuestra parte gritos destemplados ni gestos xenofóbicos porque a eso lo dejamos para otros", enfatizó Cristina Fernández en un acto que encabezó en la Casa Rosada.
La Presidenta criticó a las ONG defensoras del medio ambiente al asegurar que "no he escuchado críticas contra los ingleses por lo que están haciendo en Malvinas". Cristina Fernández afirmó que a la Argentina "quieren convertirnos en chicos males o en chicos violentos", y precisó que "nosotros no formamos parte de fuerzas invasoras a ningún país", con lo que aludió sin mencionar al Reino Unido.
Luego contrastó esa situación con la Argentina que "sólo participa de misiones de paz como parte de la decisión de una sociedad democrática". Afirmó que además "nosotros no pedimos que los habitantes de Malvinas dejen de ser ingleses, como no se lo pedimos a lo españoles o los italianos que quieren trabajar en nuestro país". También expresó que, como dice el canciller Héctor Timerman, "hay más ingleses viviendo en Capital federal y Gran Buenos Aries viven más ingleses que en las Islas Malvinas".
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