Después de dos décadas de ausencia, la placa del kilómetro cero de las rutas provinciales volvió a manos del Estado. Esto sucedió el pasado jueves, en el acto de inauguración de Expocon 2008, ocasión en la que el empresario de la construcción Ercilio J. M. Rudi restituyó el bronce a manos de un sorprendido Hermes Binner.
En la ocasión, Rudi (quien estuvo a cargo de la remodelación de la Plaza de Mayo) aprovechó para manifestar sus críticas a las anteriores gestiones provinciales, a las que acusa de tomar la plaza sin una entrega de conformidad. También destacó el interés de El Litoral por este tema durante todo este tiempo, diciendo que la entrega era un homenaje por los 90 años del medio. El empresario se considera un “depositario temporal” del objeto, y rechaza la idea de apropiación de un bien público.
Desde el viernes, la placa descansa en el despacho del ministro de Obras Públicas y Vivienda, Hugo Storero. Según fuentes de esa repartición, la idea es reinstalarla en Plaza de Mayo, tomando las medidas necesarias para evitar robos y vandalismos. De todos modos, se ha mantenido un bajo perfil en torno de este tema.
Reaparición
“La placa del kilómetro cero jamás se extravió. Mi empresa fue depositaria y fiel custodia de la tenencia precaria del bien que fuera colocado en la Plaza de Mayo por el entonces gobernador don Manuel María de Iriondo, tal vez, la figura más destacada de la historia política de la provincia, jalonada por incontables obras públicas de alta calidad y dignidad. Si yo no hubiera cuidado con celo esta placa, mi padre se hubiese levantado de su tumba para tirarme de las patas”, afirmó Rudi en comunicación con El Litoral.
Según el empresario, el contrato de remodelación de la plaza 25 de Mayo “le acarreó las consecuencias inesperadas más traumáticas de mi vida empresaria. No olvidemos los tiempos políticos: finalizando un largo período de dictaduras, el país comenzaba a tentar los primeros pasos de un andar democrático que no ha alcanzado su madurez, aun en estos días. Claro que sobre esto podría verter mi opinión con amplitud, pero no viene a cuento ahora. Sí vale recordar que la obra fue contratada durante el gobierno del contador Vernet e inaugurada en las postrimerías del gobierno del doctor Reviglio, aun cuando faltaban concluir un par de trabajos menores, insignificantes en magnitud económica o de prestación, trascendentes en su significado: el emplazamiento de la placa del kilómetro cero de las rutas provinciales y los basamentos de sendos mástiles para las enseñas emblemáticas de la Nación y de la Provincia”.
“Tal como ocurre ahora, se había disparado una inflación creciente que alcanzó el grado de hiper inflación, lo cual suspendía toda previsión presupuestaria e impedía al gobierno, hacer efectivo el pago de las obligaciones asumidas con proveedores y contratistas. Aún en semejante caos de la economía y las finanzas públicas, el gobierno ‘daba la cara’, renegociaba los contratos y hacía pagos parciales cuando y como podía. Por esas razones, las empresas contratistas y proveedoras, no rescindimos los contratos y seguimos adelante, poniendo nuestra voluntad de trabajo en la fe de vernos correspondidos cuando amainara el temporal”, destacó.
Obra no terminada
No obstante, afirmó que “con la llegada del gobernador Reutemann el panorama cambió diametralmente, pues su administración comenzó a implementar disposiciones legales unilaterales, arbitrarias y confiscatorias (lo digo con conocimiento, convicción, humildemente y con todo respeto), que lesionaron los derechos y consecuentemente el capital de trabajo de las empresas. Tal actitud de soberbia por parte del Ejecutivo en cuanto arrogarse potestades legislativas, desencadenó en sede administrativa y judicial, causas aún no resueltas. Los más de 15.000 juicios que hoy debe afrontar el Gobierno del doctor Binner deben reconocer su origen en semejantes desmesuras cognitivas”.
Y sostuvo: “La obra de remodelación de la Plaza 25 de Mayo no fue concluida, ni siquiera se labró el acta de recepción a pesar de nuestros reclamos. Es más, como se sabe, al labrarse el ‘Acta de Inicio de los trabajos’, la comitente (el Estado Provincial en este caso) transfiere a la contratista la responsabilidad sobre los bienes del sitio; obligación que concluye cuando el sitio es restituido a la comitente, de conformidad. Esto se materializa legalmente mediante el Acta de Recepción Provisoria y luego se ratifica de modo pleno con el ‘Acta de Recepción Definitiva’, una vez culminado el plazo de garantía”.






