El biogás está compuesto por dióxido de carbono y gas metano, y se libera cuando los residuos orgánicos se descomponen. El metano contribuye en un 13 % al efecto invernadero. Durante los 13 años en que se operó el relleno de Altos de Nogueras se produjeron 57 millones de metros cúbicos de ese gas, volumen que al no recuperarse fue liberado a la atmósfera. La captación de los gases no sólo evita emisiones contaminantes al medio ambiente; el biogás puede utilizarse para producir energía térmica o eléctrica, mediante turbinas o plantas generadoras a gas, como estufas, secadores, hornos, calderas u otros sistemas de combustión.




