Jonathan Insaurralde (18 años) tuvo un accidente de moto en avenida Blas Parera y Estanislao Zeballos el 21 de septiembre, junto a un amigo. Lo internaron en el hospital Cullen, donde estuvo dos semanas en terapia intensiva, y necesita una intervención en el fémur —le van a colocar unos clavos— para recuperarse, pero todavía no se realizó su cirugía.
“Nos dieron cinco fechas, a partir del 8 de octubre, y las postergaron todas. Hace 44 días que mi hijo está internado. Mi mujer prácticamente vive en el hospital. Ya no sé qué más hacer para que lo operen”, contó Ramón Insaurralde, el padre de Jonathan, en una entrevista con El Litoral.
María Angélica Díaz (52 años) también hace más de 40 días que está esperando en el Cullen. Se patinó un día de lluvia y se quebró la cadera. Los médicos le explicaron que necesita una prótesis de cadera no segmentada. “En el hospital nos dicen que se licitó la compra de la prótesis pero hasta ahora no se consiguió y estoy preocupada porque mi tía ya lleva muchos días de internación”, planteó Yanina Graciano, la sobrina de María Angélica.
En una entrevista con El Litoral, el director del hospital Cullen, Roberto Chito, dijo que iba a investigar los dos casos y reconoció que puede haber algunas demoras con las cirugías programadas porque la prioridad son las emergencias.
“Es probable que se haya postergado la intervención por las urgencias que llegan todo el tiempo al hospital, pero también hay que tomar en cuenta que hay fuerte demanda de cirugías en los quirófanos que tiene el hospital”, destacó el Dr. Chito.
De los siete quirófanos que tiene el Cullen, son cinco los que se utilizan para operaciones de emergencia y traumatología (los otros dos son para endoscopías y otras intervenciones mini-invasivas).




