"Polo cultural" es la definición que eligen los funcionarios para designar lo que será, en el futuro, el nuevo complejo. Allí se conjugarán actividades a cielo abierto, recorridos histórico-culturales, actividades plásticas, musicales, teatrales, muestras, exposiciones y talleres.
"Hay un área que es de conservación permanente, porque se trata de un edificio considerado Patrimonio Industrial, lo que le agrega un plus de valor", explica Ana María Cecchini de Dallo, subsecretaria de Cultura de la provincia.
En principio, la idea es abrir los límites del lugar, de manera de integrarlo a los espacios circundantes, como es el caso de la ciclovía. Se conformaría de esta forma un paseo peatonal y recreativo.
El corazón del proyecto es el denominado Paseo de las Artes, un espacio que pondría en contacto a los distintos contenedores arquitectónicos y que brindaría la posibilidad de extender las actividades al exterior.
Éste sería un espacio de diálogo entre las disciplinas artísticas: allí se alojaría a las instituciones de enseñanza de teatro, ballet, canto coral y música instrumental, así como áreas preparadas para actuaciones artísticas y de libre acceso, en sitios cubiertos y al aire libre.




