Un taller mecánico ubicado en el radio céntrico fue saqueado esta madrugada, ocasionándole importantes pérdidas a su propietario. Los ladrones, que serían dos o más, se llevaron casi todas las herramientas de mano y de precisión. Las cargaron en uno de los autos que estaba en el galpón y salieron tranquilamente por la puerta de calle.
Se trata de la empresa familiar "Integral Frenos", de Marcelo Faraudo, que está ubicado en Irigoyen Freyre (ex Vera) 3114, a pocos metros de calle Urquiza.
El despojo se produjo durante la madrugada, pero antes de las 4.30, hora en que un joven vecino que regresaba a su casa dijo haber visto la puerta abierta, sin imaginar que pudiera tratarse de un robo.
Los encargados de advertir a la policía de la Comisaría 4ta. fueron los propios dueños del local, que esta mañana, alrededor de las siete, se encontraron con la ingrata sorpresa.
Por el techo
Al ingresar al galpón, se encontraron con que el portón había sido forzado desde dentro, y finalmente descalzado de la guía para poder abrirlo. El dueño del taller, junto a su madre y hermano, comenzaron a revisar los elementos robados, cuando advirtieron que en el techo del tinglado faltaba una chapa.
La abertura había sido calculada con detalle. Desde afuera, el hueco está a la altura de una obra en construcción, que sirvió de acceso. Y en el interior del taller, coincide con la columna de hierro que funcionó como escalera de descenso.
La precisión con la que actuaron los delincuentes da la pauta que el golpe estaba perfectamente planeado. Esta mañana, en el taller se hablaba de la presencia de merodeadores el día anterior, y hubo quienes se quejaron por la ausencia del sereno en el edificio que se construye en el predio lindante.
Los delincuentes desmantelaron el tablero de herramientas de mano, llevándose llaves, destornilladores y pinzas de diferentes medidas. También faltaron elementos de precisión, fundamentales para el funcionamiento del taller y más difíciles de reponer por los elevados costos.
El auto de papá
Pero lo que más lamenta la familia Faraudo es el robo de su propio coche, un Ford Galaxy modelo `94, que según dijeron estaba en muy buenas condiciones y con excelente mantenimiento.
La decisión de tomar ese coche pudo deberse a dos motivos. Además de su capacidad de carga -allí transportaron los objetos robados-, el Galaxy habría estado estacionado más cerca de la puerta de calle.
Afortunadamente no pudieron poner en marcha una moto de baja cilindrada que estaba en el taller, y que habrían intentado llevar. En el lugar había otros tres vehículos, que en principio no habrían sufrido desmanes.
No obstante, al entrar al habitáculo donde está el escritorio y se guardan los papeles de la empresa, además de algunos repuestos, los Faraudo notaron en medio del desorden, que algo emanaba olor a quemado.
Revisaron el lugar hasta dar con el calentador eléctrico del mate, que estaba enchufado y ya se había derretido, lo que da la pauta que una vez que abandonaron el lugar, los ladrones habrían intentado provocar un incendio.
Para salir, barretearon la cerradura del portón y como no pudieron romperla, sacaron una hoja de la guía corrediza así pudieron escapar.
Empresa familiar
Isabel, la mamá de Marcelo Faraudo, lamentó profundamente lo ocurrido esta madrugada en el taller de su hijo. Contó que se trata de "una empresa familiar" que lleva "tres generaciones" de grandes esfuerzos y que no es justo que nadie se haga cargo y les dé una respuesta.
La señora se comunicó esta mañana, a primera hora, con El Litoral para informar de lo ocurrido y llamó la atención acerca de que la policía ni los vecinos se hayan percatado de los extraños movimientos a altas horas de la noche.
Sin embargo, agradeció que ninguno de sus hijos, que viven en las inmediaciones, se hayan acercado al lugar anoche, dado que todo podría haber terminado en una tragedia.
Lo que sí queda claro es que ninguna patrulla circuló por la zona desde alrededor de las cuatro de la madrugada y hasta las siete de hoy, lapso en que la puerta principal -de grandes dimensiones- permaneció abierta de par en par.







