Los conductores nuevos aprenden con el ejemplo. Los padres pueden colaborar en la formación de sus hijos como conductores seguros y, en consecuencia, hacer un aporte en la prevención de los accidentes.
Cuidar las compañías: Los adolescentes no usan tanto el cinturón de seguridad y buscan deliberadamente emociones tales como la velocidad. Ni la formación ni la educación cambian esas tendencias; los compañeros tienen influencia.
Limitar el conducir de noche. Las salidas nocturnas suelen ser para divertirse y hasta los adolescentes que generalmente siguen las reglas pueden fácilmente distraerse o ser incentivados a tomar riesgos.
Limitar los pasajeros. No deben superar el número de cinturones que posee el vehículo. Los adolescentes tienden a distraer al conductor novato y llevarlo a arriesgarse cada vez más.
Supervisar las prácticas. Participe activamente cuando su hijo está aprendiendo a conducir. Planifique una serie de sesiones de práctica en una variedad de situaciones, inclusive el conducir de noche.
Dar el ejemplo. Es importante que usted practique el conducir en forma segura. Los adolescentes con colisiones o infracciones son, a menudo, los hijos de padres que tienen antecedentes pésimos de conducir.
Usar el cinturón de seguridad. Acuérdese de que el uso del cinturón es menor entre adolescentes que entre personas mayores. Insista siempre en el uso del cinturón.
Prohibir manejar después de beber. Explique claramente que es ilegal y muy peligroso cuando un adolescente conduce después de beber alcohol o tomar cualquier droga.




