No son pocos los que alguna vez entraron en contacto con Matías. Muchos somos los que escuchamos sus ofertas de flores, mientras nos deleitamos con sus comentarios y ocurrencias. “Para su novia, para su madre”, pregona.
Su presentación en las mesas siempre es con sumo respeto. Jamás peca de atrevido.
A Matías también se lo conoce como “El Narigón” o “El sabalero”. Se sabe que es hincha fanático de Colón. Es más, es amigo de casi todo el plantel profesional del rojinegro. Entre sus conocidos figuran hasta el presidente de la institución, Germán Lerche, y el vice, Rubén Moncagatta. Es un protegido además del “Turco” Mohamed y sus hijos.
Estas vinculaciones le dejaron a Matías una anécdota que, cuando sale de su boca, le infla el pecho. Dice que “Bichi” Fuertes es su padrino. Eso le quedó de una vez que estuvo internado en el hospital de Niños, y el jugador emblema del sabalero le hizo una visita.
Su enorme carisma le permitió conquistar amistades de la talla de Amílcar Brusa (vino a su casa a buscarlo para almorzar) o de Chiquito Uleriche. Se sabe que en el famoso comedor de pescado Matías despliega todo su potencial entre comensales y turistas.
Sus intervenciones le dejaron tanto a él como a su hermana Priscilla interesantes ofertas laborales, confió hoy su familia.
Entre sus proyectos figura ahora el de comprarse una bici-moto. Para ello está ahorrando peso por peso.
Otra de sus grandes pasiones es leer el diario.
“Matías es un lector fanático del diario El Litoral”, reveló hoy su familia. “Se sienta a leer en los bares o lo hace acá en casa”. “Pero no sólo de la sección deportes... se lee el diario entero. Es su estrategia para tener temas de conversación con sus clientes. No lo podés sorprender con nada”, dijeron.






