El fracaso de las negociaciones entre el Gobierno y el campo, así como la decisión de las entidades agropecuarias de recurrir a medidas de fuerza, mereció opiniones dispares entre las fuerzas políticas afines al kirchnerismo y las opositoras.
La presidenta de la Coalición Cívica, Elisa Carrió afirmó que "estaba claro que Néstor y Cristina Kirchner iban a traicionar al campo argentino y al interior del país", al tiempo que sostuvo que "llamado al diálogo fue una burla y una trampa".
Carrió hizo estas declaraciones al ingresar a una reunión con productores agropecuarios del Alto Valle de Río Negro en la ciudad de General Roca.
El presidente del bloque diputados del Frente para la Victoria-PJ, Agustín Rossi, advirtió a las entidades agropecuarias que "en la supuesta defensa de decenas de miles de productores se puede terminar perjudicando a millones de argentinos".
Rossi exhortó "a las entidades y sus bases a adoptar una actitud de responsabilidad social y política evitando posturas intransigentes que impidan arribar a consensos sobre la producción agropecuaria imprescindible para los consumidores de nuestro país y del mundo".
El presidente del bloque oficialista del Senado, Miguel Ángel Pichetto, expresó su "repudio a la dirigencia agropecuaria que acaba de decidir la continuidad del lockout y volver a jugar con todo el pueblo argentino".
En un comunicado, el senador rionegrino acusó a la dirigencia agropecuaria de "pretender violentar las decisiones del Gobierno Nacional", al que consideró "la verdadera representación soberana del pueblo argentino".
Por su parte, el diputado kirchnerista Edgardo Depetri calificó al titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, como "la fuerza de choque de la Sociedad Rural" que se "llena de plata con los precios internacionales de los granos y con la explotación de los trabajadores del campo".
"Solo discuten los intereses del núcleo sojero", enfatizó Depetri a DyN, para quien la Sociedad Rural "vio crecer su patrimonio con el golpe genocida de 1976, con el menemismo, el duhaldismo, la devaluación escandalosa de la moneda y con la valoración financiera de la tierra".
Desde otra perspectiva, el diputado radical Oscar Aguad pidió que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, "informe cuál es la razón por la que se frustró un acuerdo con la locomotora del desarrollo argentino, que es el campo y nuestra producción agroexportadora".
"No podemos resolver ni debatir sin estar informados. Esta es la Cámara de Diputados de la Nación. Que venga el jefe de Gabinete, nos informe como corresponde cuáles son las razones por las cuales se ha roto el diálogo con el campo, y luego de que se vaya, podemos los diputados discutir el tema para intentar arrimarle al Gobierno alguna solución al problema", expresó.
El secretario general del Partido Demócrata Progresista, Alberto Natale, sostuvo que "al campo le tomaron el pelo, porque lo único que quería el gobierno era retorcerle el pescuezo".
"Por eso lo entretuvieron con mentiras durantes dos meses -prosiguió el ex legislador santafesino- encima le echan la culpa de la inflación, cosa que sólo se le puede ocurrir a mentes enfermizas y retorcidas, como la pareja gobernante y su séquito de alcahuetes".
El diputado de Unión-PRO, Francisco de Narváez, criticó al Gobierno al señalar que "no se resuelven los problemas desde la soberbia y a los gritos", ya que "el campo quiere vivir y producir en paz".




