La banda caracterizada por trascender géneros celebrará sus tres décadas de andanzas junto al público santafesino. En diálogo con El Litoral, el cantante y guitarrista Pablo Romero repasó la historia pero se enfocó en el presente y el futuro, en una búsqueda constante.
Sebastián Bianchini, Sebastián Bianchini, Pablo Romero y Martín Millán, sostenedores de una llama que no se extingue. Foto: Gentileza Evelyn Denise Pin
Árbol llega a Tribus Club de Arte (República de Siria 3572) el domingo 9 a las 21, como parte de la gira con la que festeja sus 30 años de carrera en vivo junto al público. Cada show del tour será una gran oportunidad para escuchar, bailar, cantar y poguear los clásicos de siempre, las canciones de “Hongo” (su último disco) y los recientes singles de versiones.
Las entradas están a la venta en boletería de Tribus y a través de Ticketway. Antes del show, El Litoral conversó con el cantante y guitarrista Pablo Romero, parte de una formación que completan Martín Millán en batería y coros, Sebastián Bianchini en bajo, guitarra y voz y Hernán Bruckner en guitarra y coros.
De festejo
-¿Cómo están viviendo esta gira celebración de los 30 años?
-Muy bien: a todos los shows va un montón de gente y eso nos pone muy contentos; y más en la situación en la que estamos. Está perfecto que suceda eso, tenemos esa suerte: la gente nos sigue, nos acompaña en los 30 años. Es un show largo, y larga la gira: esta es la primera etapa de la gira, después en la primera mitad del año que viene sigue la segunda etapa.
Ahora tenemos Rosario, Santa Fe y Córdoba, pero el fin de semana tocamos en Quilmes y Caba; estuvimos en Bariloche, San Martín de los Andes, Mendoza, Chile. El 26 y 29 de este mes hacemos Ciudad de México y Guadalajara.
-¿Qué sensaciones les genera por ahí ver que bueno, canciones como “Trenes, camiones y tractores”, “Pequeños sueños” o “Prejuicios” siguen siendo parte emocional del público también después de tanto tiempo?
-Totalmente: “El fantasma”, también la parte show en que está “Vomitando flores” la gente se prende fuego. Arrancamos con temas muy arriba; también hacemos temas que no hacíamos hace rato: que los hicimos en los 20 años de “Guau!”, pero en estos 30 años recorrimos toda la discografía, canciones de todos los discos: una lista de dos horas de show. Recorremos nuestros repertorio de tantos años; está bueno porque hay gente que se encuentra con temas que no hacíamos hace más de 25 años.
Aparece el tema y sacan los celulares como si fuera la última vez (risas): quieren tener registro de eso, está chistoso. Pero hay Árbol para rato: seguramente en otra ocasión lo vamos a hacer.
Reinterpretar
-Estuvieron lanzando unos singles de versiones, como “Pintao”, de Duki feat. Ysy A; “La güera Salomé”, de Fito Olivares; y “Bancate ese defecto” en homenaje a Charly García. ¿Cómo surgió la idea de reinterpretar estos temas?
-Estuvo buenísimo. No queríamos hacer un disco; son tres temas que hicimos en un formato más que de covers, de versiones. “La güera Salomé” es una canción de la fines de 70, de un artista mexicano, Fito Olivares; que Lía Crucet lo hizo muy famoso acá. Trabajamos nuevamente con El Chávez “(Matías Méndez), la persona que creó Árbol en sus primeros comienzos. Estuvo invitado, hicimos música con él.
Después hicimos la versión de Charly García, “Bancate ese defecto”, que al final se transforma: bastante “arbolera” esa versión, se pone hardcore, no queda medio maquinoso. Siempre con todos los respetos.
Y después hicimos esta versión de Duki, que hizo con Ysy A y J Rei: netamente es un trap, que lo pasamos a una versión totalmente “arbolera”, rockera. Nos pareció re interesante; había gente que no escucha trap, o que no escucha este formato de música, y se subía a esto, porque capaz que el padre lo escuchaba y el hijo se lo mostraba o viceversa. Han pasado una canción de Duki en la Mega, que no pasa trap y es puro rock nacional: una versión de Duki hecha a lo Árbol. Está buenísimo porque arma puentes generacionales, arma historias diferentes, y es lo que nos gusta a nosotros.
Con estos 30 años se va afianzando eso de que Árbol no tiene género; de qué Árbol puede hacer un pop, un rock, un hardcore, un ska; y que ese el género de Árbol: no tener género. Y con el tiempo genera algo que está sucediendo ahora, que es esto: no importa lo que seas ni quién seas, no importa el género; lo importante es que trascurras tu vida siendo lo más feliz posible y que la música te acompañe. Nos parece que eso era lo fundamental y lo que rompe la barrera: generar estos puentes generacionales.
-Es mostrar la paleta sonora de Árbol, vistiendo la canción de otro.
Sí, tal cual, y subirse a eso y mostrarlo, siempre con mucho respeto. Todo el mundo dice, “Ah, qué bien. ¿Duki ya escuchó la versión, son amigos de él?”. La verdad es que no somos amigos de él, y no sabemos si escuchó la versión o no. Lo único que sabemos es que hicimos esta versión y nos gustaba a nosotros.
Como hicimos la versión de “Ji ji ji”: somos bastante entrometidos pero con cariño (risas). Después con el tiempo los hemos cruzado a Skay (Beilinson) y a Poli (Castro), y nos han dicho que les gustó, que les parece muy interesante la parte vocal. No es su palo la parte coral, pero les gustaron los arreglos de voces, la versión.
Así que en algún momento seguramente nos encontraremos con el Duko y se generará esta charla. Somos muy abiertos a meternos en lugares diferentes que nos llenen a nosotros. Realmente nos parece interesante toda la movida que está sucediendo con los pibes, y también la tomamos.
Crecimiento
-Hablabas de la esencia de Árbol. ¿Qué sentís que cambió y qué cosas se conservan de esa esencia?
-La esencia siempre es la misma: estos tres temas de los que hablábamos salieron hace menos de seis meses: hace tres, cuatro meses de estas canciones. Creo que ahí está la esencia del grupo, y que sigue estando intacta y fresca.
Si cambió fue para mejor, porque giramos más por otros países: fuimos a España, hicimos Mallorca, Bilbao, Valencia, Madrid, Barcelona; ahora vamos a México, estuvimos en Colombia hace poco, estuvimos en Paraguay, Uruguay, Chile. Capaz que lo que cambió fue que creció la banda: fue estando en países donde antes no desembarcábamos.
Felices también de eso: de que nuestra música con los años va entrando, la gente va entendiendo y va apoyando al proyecto.
-Mirando para atrás, ¿qué recuerdos te vienen de los inicios en Haedo, del Mocambo, de los primeros bares?
-De esta imagen lo que veníamos viendo es que siempre somos también muy autogestivos: siempre trabajamos con nuestros propios recursos. Y ahora estamos también en ese formato: ya nos fuimos de una compañía.
Si bien hemos estado en compañías discográficas, siempre vemos que es importante esto de “pinta tu aldea y pintarás el mundo”, que a nosotros nos representa. En este momento estamos muy contentos con eso, porque podemos trabajar y sacar el material que queremos.
No estamos tampoco cerrados a que suceda algo con alguna disquera, pero en este momento estamos transitando eso, y lo estamos viviendo muy tranquilos, muy orgánicos y contentos con eso; nos parece sumamente atractivo y también nos libera.
Aprendizajes
-En medio de esa historia hubo una serie de encuentros como con Café Tacvba, y de ahí a Gustavo Santaolalla. ¿Qué significó también esa expansión?
-Estuvo perfecto. Lo que nos generó también una major fue haber llegado a Gustavo, nos conocimos a través de Café Tacvba. Fue nuestro productor durante los primeros tres discos: de esa manera aprendimos un oficio, estuvo buenísimo.
De hecho, volvimos a trabajar con él en el último disco, “Hongo”, en el cual produjo una canción llamada “Lobo solitario”; ahí tocan Quique (Rangel) de Café Tacvba, Celso Piña, Torreblanca; Gustavo hizo toda parte de producción, arreglo vocal, cantó. Lo mezcló Aníbal Kerpel en Los Ángeles.
Toda esa parte en la cual crecimos con él fue muy importante para nuestra carrera, y nos dio un oficio. Yo produje varios discos: produje a Miranda! en el disco “Sin restricciones”; produje a Los Tipitos, a Cuentos Borgeanos, a Los Pericos. Es muy grato desde ese lado poder haber trabajado con Gustavo, poder estar desde ese lugar con una compañía.
Pero en este momento estamos solos, ya más grandes, más adultos; poder decidir nosotros algunas cosas, que nos ayuda mucho en la velocidad que lleva todo hoy en día. Nos facilita un poquito también hacer lo que tenemos ganas a nivel musical, en el sentido de que sacamos tres canciones, terminan siendo singles, no tenemos que estar atrás de un disco, de una idea que es primordial en un plan de marketing.
-Tener el control creativo.
-Exactamente: eso está divertido. También te genera otra responsabilidad: tenés que estar con tu arco solo, del otro lado. Hay que entender también ese juego.
Renacer
-Recién hablabas de “Hongo”, que significó volver al estudio después de 13 años. ¿Cómo surgieron las ganas de volver después del parate, y cómo fue meterse a grabar un disco después de mucho tiempo?
-Estuvo buenísimo, porque siempre disco a disco hacíamos algo diferente. Lo que nos pasó en este disco, como vivo en México, fuimos mucho pimponeando; nos empezamos a ver, ensayábamos algunas cosas, pero no tanto. Los demás discos los ensayábamos mucho, trabajábamos mucho. Y este fue más espontáneo, fue más lo que pasaba en el estudio, nos dimos esta atribución: trabajamos una semana y hicimos todo el disco.
Fue muy rápido, y nos pareció sumamente atractivo eso: no tanto el preparado de la canción, sino a lo que suceda en el estudio darle una espontaneidad y una frescura. Las canciones estuvieron elegidas, pero en el momento de grabarlas hubo ajustes: antes no sucedía eso, era lo que se demeaba, y terminabas después de tantos meses de trabajo grabando eso.
Nos pareció sumamente atractivo eso, terminaron siendo estas canciones: está “Goodbye”, “Lobo solitario”, esta canción que tenemos con Gustavo Santaolalla, que la tocamos en vivo y tiene mucha repercusión en la gente.
-¿Cómo sigue la actividad después de esta gira?
-Estamos trabajando en muchas cosas; mucho no puedo decir, pero se vienen cosas. Se viene un disco inédito, y se viene un disco en un formato atípico que nunca habíamos abordado; algo diferente que vamos a grabar esta semana, con un formato que nunca hicimos. Calculo que saldrá en la primera mitad del año. Y trabajando en el disco nuevo que va a salir seguramente para mediados del año que viene, o algunos singles en la segunda mitad del año que viene.