Concebido y dirigido por Lalo Díaz Keller, "Iniciático" es el primer trabajo de estudio del Ensamble Bagual, un álbum de música instrumental original que sintetiza el recorrido del grupo desde su formación en 2023 hasta finales de 2024.

La agrupación que dirige Lalo Díaz Keller evoca en su primer álbum la libertad indómita del bagual, el caballo cimarrón, en un cruce de estilos que enfatiza en la independencia creativa.

Concebido y dirigido por Lalo Díaz Keller, "Iniciático" es el primer trabajo de estudio del Ensamble Bagual, un álbum de música instrumental original que sintetiza el recorrido del grupo desde su formación en 2023 hasta finales de 2024.
Integrado por cuatro piezas, que son "Crudo", "Relicario", "Un abismo sin bordes" y "Altarcito de espinas", el disco parte del folklore argentino como núcleo identitario, pero se expande hacia territorios donde dialogan el jazz, la música clásica y ciertas texturas del rock.
Grabado en formato de quinteto, la obra se sostiene en un momento puntual de la historia de Bagual: la foto de un ensamble en constante cambio, que entiende la música como viaje y rito de transformación.
Para Díaz Keller, "Bagual significa la oportunidad de indagar y profundizar en la tarea de componer, arreglar y dirigir música". Así lo planteó en una entrevista concedida a este medio.

-¿Qué tipo de transformación personal o colectiva atraviesa Bagual en este primer trabajo, y cómo se traduce eso en la sonoridad del disco?
-La transformación principal que busca alcanzar la música de Bagual es la de poder integrar las tensiones a un lenguaje que parezca simple y cotidiano.
En mi mente siempre habitan tensiones, fricciones propias de la vida "moderna", de la paternidad, de los quehaceres domésticos. Mucha de la música que aparece en este disco fue concebida mientras realizaba alguna que otra tarea aparentemente contraria a la "inspiración" post-romántica, ejemplo: lavar los platos.
Por otro lado, la música que forma parte de "Iniciático" es un correlato, una transformación, un viaje hacia la grupalidad de una idea musical que nace en mi disco de música original para guitarra de siete cuerdas llamado "Animista".
Al aparecer la necesidad de compartir este material con otros músicos comencé a buscar socios probables para tamaña aventura.
En esa búsqueda, en la que también fui adaptando el material musical a los diferentes compañeros, el lenguaje de Bagual comenzó a formarse con el intercambio y la fricción natural que brinda compartir este quehacer artístico.

-Si bien el folklore argentino aparece como punto de partida, la obra se expande hacia el jazz, la música clásica e incluso el rock. ¿Qué búsquedas estéticas llevaron a cruzar esos lenguajes, y cómo dialogan entre sí sin perder identidad?
-No es una búsqueda consciente sino que forma parte del devenir natural de una persona inquieta que está en constante proceso de indagación sobre diferentes expresiones culturales del mundo.
Habitan también en "Iniciático", aunque menos notoriamente, algunas expresiones del mundo árabe, ciertas inspiraciones de la música afro brasileña, entre otras.
Encontré en la composición quizás una manera más personal de incorporar expresiones de otras culturas, conservando el sentido de respeto hacia ellas, pero sin hacer referencias demasiado directas o notorias.
Algunas inspiraciones, las más queridas, aparecieron de forma accidental.

-En un tiempo donde los formatos digitales tienden a fragmentar la escucha, "Iniciático" propone un viaje de cuatro piezas ligadas por un mismo pulso emocional. ¿Cómo fue el proceso de pensar el disco como una unidad narrativa, más que como una colección de temas?
-Que se perciba como una unidad narrativa y no como una colección de temas es algo que me interesa especialmente, por eso el disco tiene corta duración y sirve a manera de invitación para sumergirse por primera vez en la sonoridad de mi música.
A veces siento que adentrarse en el terreno de la música completamente instrumental puede resultar a priori poco atractivo para el público.
En ese sentido busco también un ancla distinta al integrar momentos sonoros con voces habladas (una disertación de Ailton Krenak durante el tema "Crudo") y climas sonoros de la vida "cotidiana" (el bullicio de un restaurante que crece durante el solo de percusión de "Un abismo sin bordes").
Estos elementos, además de los títulos de las piezas, me ayudan a completar el mensaje y a guiar la escucha en cierta dirección con la que me siento más cómodo.
Intento no hacer música para "nichos" o para un público "especializado", aunque a fin de cuentas uno no pueda controlar lo que pasa con la música una vez que abandona el nido.
Entiendo que como contrapartida muchas veces esta música puede percibirse como "cinematográfica", si bien es un comentario que escucho a menudo y me resulta lindo, no es una búsqueda a priori.
-La formación de Bagual mutó varias veces en poco tiempo. En ese tránsito, ¿cómo cambia la música? ¿Y cómo se sostiene una identidad de grupo cuando los que la componen varían tanto?
-Bagual significa para mí primero la oportunidad de indagar y profundizar en la tarea de componer, arreglar y dirigir música. Es la primera vez que cumplo en simultáneo esos tres roles. El núcleo identitario de Bagual es la música.
El cambio en sus formaciones responde a un llamado interno para seguir jugando con el material sonoro y adaptarlo a las diferentes locaciones que nos alojan para realizar los diferentes conciertos que hacemos durante el año.
Por ejemplo, durante 2025, para los conciertos que realizamos en espacios relativamente chicos, estuvimos presentándonos en formato cuarteto (clarinete, vibráfono, percusión y guitarra de 7 cuerdas),
Pero para la presentación de "Iniciático" en el CAFF vamos a valernos de la potencia y la diversidad del septeto (clarinete o clarón, flauta, dos sets de percusión, vibráfono, contrabajo y guitarra de 7 cuerdas).

-En la pieza final, "Altarcito de espinas", se percibe una geografía muy particular. ¿Qué papel juega el paisaje en la composición, y cómo se traslada esa visión del territorio a una música sin palabras?
-El paisaje se cuela invariablemente en la música que compongo, a veces ese paisaje es imaginario, a veces un lugar en concreto.
Me gustaría decir que la música de Bagual además de evocar un territorio intenta transmitir un respeto por el mismo.
Los Baguales son caballos que no han sido domesticados, los que podemos encontrar en estas latitudes son descendientes de caballos que han escapado para encontrarse con la libertad.
Ninguna vida debería estar subyugada por otra, es una idea de esclavitud que se me presenta cada vez con más vehemencia y me interpela.
Son conceptos que me interesa introducir en mi música, de alguna manera son las ideas que me mantienen en un estado de tensión, y mi forma de integrarlas a la vida es mediante la música, sin palabras, ya que a veces siento que no encuentro las indicadas.
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