En un espectáculo sin precedentes titulado "Back to the Beginning", la icónica banda británica Black Sabbath ofreció su concierto final este sábado en el estadio Villa Park de Birmingham, su ciudad natal y cuna del heavy metal. La presentación reunió a sus cuatro miembros originales —Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward— en un emotivo regreso a los orígenes.
Despedida legendaria
Black Sabbath dijo adiós: una misa de metal histórica en Birmingham con Ozzy al mando
Con Ozzy Osbourne en el centro de la escena y una formación legendaria que marcó una era, Black Sabbath se despidió definitivamente de los escenarios con un show multitudinario en Birmingham. El evento fue seguido por millones en todo el mundo y recaudó fondos para causas benéficas.
Acompañado por una multitud eufórica y millones de espectadores conectados vía streaming, el grupo cerró medio siglo de historia con una misa musical que duró más de nueve horas. Fue la primera vez en dos décadas que la formación original tocó junta sobre el escenario.
Una jornada de leyendas
El festival contó con la participación de referentes del metal mundial como Metallica, Slayer, Pantera, Alice in Chains, Gojira, Lamb of God, Anthrax y Mastodon, entre otros. Además, un supergrupo liderado por Tom Morello —con músicos de Guns N’ Roses, Smashing Pumpkins, Korn y Disturbed— rindió tributo a los pioneros del género.
Ozzy, visiblemente emocionado y sentado en un trono diseñado para la ocasión debido a sus problemas de salud, ofreció un discurso conmovedor antes de entonar “Paranoid”, la canción que cerró el espectáculo desde el corazón del público.
Transmisión global y fin solidario
El evento fue transmitido en vivo y gratuito a través de plataformas digitales y alcanzó una audiencia estimada en dos millones de personas en todo el mundo. Todo lo recaudado fue destinado a tres instituciones benéficas: Cure Parkinson’s, Birmingham Children’s Hospital y Acorn Children’s Hospice.
Una producción monumental
El escenario montado en Villa Park fue una verdadera obra de arte: pantallas gigantes, efectos pirotécnicos, iluminación sincronizada y una calidad sonora impecable acompañaron cada acorde. La logística del evento involucró a más de 500 técnicos y voluntarios, y la seguridad fue reforzada para garantizar una experiencia segura para los más de 40 mil asistentes presenciales.
Todo estuvo pensado para rendir homenaje a una banda que cambió la historia del rock.
Un legado inmortal
Formados en 1968, Black Sabbath vendió más de 75 millones de discos y es considerado el creador indiscutido del heavy metal. Su influencia marcó generaciones de músicos y fanáticos. Con esta despedida, cierran el círculo donde todo comenzó: en Birmingham, la ciudad que los vio nacer.
“Gracias por mantener vivo al heavy metal”, fueron las palabras finales de Ozzy, visiblemente emocionado, antes de retirarse del escenario.
La reunión de los miembros originales fue, en sí misma, un acontecimiento histórico. Durante años, las tensiones internas y los problemas de salud impidieron ver nuevamente en vivo a la formación que definió los cimientos del heavy metal. Pero en esta oportunidad, los cuatro integrantes dejaron atrás diferencias y ofrecieron un espectáculo cargado de nostalgia, energía y comunión con su público.
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