"Noche de perros": salir a darlo todo, una vez más
Los veteranos rosarinos de Bulldog se presentarán en velada compartida con Jauría, la banda encabezada por Ciro Pertusi. En diálogo con El Litoral, el guitarrista Guillermo “Willy” Tagliarini repasó la gestación de “Filosopunk”, su último álbum, en plena pandemia. También repasó la actualidad de la escena punk rocker y la esencia del grupo: seguir en movimiento.
Arriba los Jauría: Ray Fajardo (ex El Otro Yo), Sebastián Ambesi (ex De Romanticistas Shaolin’s), Ciro Pertusi (ex Attaque 77) y Mauro Ambesi (ex Katarro Vandáliko y De Romanticistas Shaolin’s); abajo, la afianzada formación de Bulldog: Adrián Alexis Gómez (único miembro no fundador, pero con 17 años en la banda), Hernán “Mantu” Mantoani, Ramiro “Rata” España y Guillermo “Willy” Tagliarini. Foto: Gentileza producción
Bulldog y Jauría llegan a Tribus Club de Arte el sábado a las 21, en una auténtica “Noche de perros”. Bulldog repasará su vasta carrera, sin descuidar sus clásicos; luego de participar del Slam Punk Festival en el Luna Park, Bulldog continúa sus shows por diferentes puntos de Argentina. Su último disco, “Filosopunk”, lanzado en 2022, les ha valido giras por todo el país, América Latina y Europa.
Por su parte, Jauría, el cuarteto liderado desde 2010 por Ciro Pertusi e integrado actualmente por Ray Fajardo y Sebastián y Mauro Ambesi, se ha transformado en uno de los mayores exponentes del punk en Argentina. También formaron parte del Slam Punk Festival y presentarán un show con todos los clásicos de su trayectoria.
Las entradas están a la venta en la boletería de Tribus (de 18 a 0) y a través del sistema Ticketway y sus puntos de venta (online y físicos). En la previa, El Litoral conversó con el guitarrista de Bulldog, Guillermo “Willy” Tagliarini (parte de una alineación que se completa con Hernán “Mantu” Mantoani en voz y guitarra, Ramiro “Rata” España en bajo y voz, y Adrián Alexis Gómez en batería) para conocer su presente artístico, con sus altibajos, pero con las ganas de seguir adelante.
Disco de encierro
-El año pasado salió “Filosopunk”, que se fue haciendo en la salida de la pandemia. ¿Cómo fue el proceso de componerlo y entrar grabarlo?
-Nos sorprendió la pandemia, no sólo a nosotros sino a todo el mundo. Primero el objetivo era llegar a la sala de ensayo, porque había muchos controles de Gendarmería, preguntaban a dónde ibas, que estabas haciendo: una locura. Cuando llegamos a la sala nos encerramos, nos quedamos ahí, y empezamos a delinear lo que terminó siendo “Filosopunk”.
El que lo escuchó se dará cuenta que tiene mensajes subliminales muy directos a esas vivencias, a esos momentos: al encierro a la incertidumbre, al temor a lo que estábamos viviendo, que no era muy claro. Por eso digo la incertidumbre: el temor a morirse, veíamos también que la gente se moría; de hecho, lo vivimos en carne propia con amigos, con familiares. Y al que estaba al borde del abismo lo empujaban hacia Por el otro lado.
Todo eso, sumado a los treintipico años de carrera, uno de alguna manera lo lleva al lápiz y al papel y salieron las canciones. Salió “Filosopunk”, por suerte, lo pudimos editar, empezamos a tocarlo cuando se abrió un poquito el panorama; y seguimos haciéndolo. De algo feo siempre sale algo Por más lindo.
-Ese es el trabajo del arte: agarrar una cosa que es un garrón y hacerlo una canción, algo agradable.
-Exactamente, el arte es eso: transformar esas situaciones de riesgo, la incertidumbre, en algo esperanzador. Creo que en definitiva el disco es un poco eso.
-Una cosa que decían en otras notas es que fue como volver a la época de los primeros discos: durante muchos años grabar estaba entre medio de giras y otras movidas; y esto es como fue como volver al principio, cuando estaban exclusivamente para decir: “Nos metemos a grabar”. ¿Cómo se vivió como esa libertad, que era una libertad encerrada?
-Una libertad a medias (risas). Una situación atípica, porque que no estamos acostumbrados a pandemias: ni vos, ni yo, ni la gente que va a leer la entrevista. Pero le supimos buscar la vuelta y se la encontramos, como siempre: tuvo mucha dinámica, somos generadores de nuestro propio trabajo. Yo por lo menos lo considero un trabajo, más allá de que uno transita la vereda del arte y vibra diferente al común de la gente.
No lo digo parado sobre un pedestal, pero sí es un camino que elegimos en la pubertad, en la adolescencia, que nunca imaginamos que íbamos a terminar así: subidos a una vorágine de giras, de grabar, de lanzamientos, de entrevista; de meterse en un estudio, de compartir con otros músicos, compartir giras, compartir escenarios realmente grandes, que en el momento a lo mejor no te diste cuenta. Recién me mandaron a mi Instagram una participación de Bulldog que habrá sido en 2008: los años corren vertiginosamente. No sé si es un Pepsi Music; pero la cantidad de gente que hay, la cantidad de gente cantando es impresionante, no me acordaba:
Uno muchas veces se hace preguntas de esto o aquello, cómo debió ser, o cómo nos hubiese gustado; y en definitiva estamos (no digo Bulldog, sino la sociedad en general) siempre mirando el pedazo de vaso que está vacío, no el lleno. En muchas cuestiones para enaltecer, para agradecer: somos agradecidos.
Por suerte seguimos vigentes, con ganas, parecemos más jóvenes de lo que realmente somos; y eso se debe bastante a lo que proponemos desde el escenario, con las canciones, con nuestra manera de ser, nuestro estilo de vida.
Continuidad
-Es el 15º disco en más de 30 años (de hecho, los estaban festejando poco antes de la pandemia. ¿Cómo se renuevan las energías para seguir sosteniendo un proyecto así durante tanto tiempo y con casi toda la misma gente (tuvieron un sólo cambio), y más siendo una banda del interior?
-No es un detalle menor, porque “el interior” siempre me hizo un poco de ruido. No Bulldog, sino por tantas bandas, tantos amigos y artistas que hemos conocidos a lo largo y a lo ancho del país. No soy de ponerle el mote del interior, y Capital o Buenos Aires; cuando una banda gusta o tiene algo un mensaje, tiene algo para decir, es consecuente.
Ese es uno de los secretos: ser consecuente. Porque acá hay que visualizar algo que es muy importante: hay bandas que son excelentes, que vos decís: “Mirá cómo toca este guitarrista; mirá el batero, qué animal”. Son pibes jóvenes, pero en ocho meses ya están en otro proyecto, se separaron. Es lo más difícil: la convivencia, llevarse relativamente bien. Nosotros nos llevamos muy bien; por supuesto hay veces que no pensamos lo mismo, porque si todos pensásemos lo mismo sería muy aburrido; y en un punto sería algo difícil de sostener.
Bulldog creció, más que en el consenso, en el disenso: es una banda que cuando hay que hablar las cosas las hablamos, con nuestra metodología; no es que somos los tipos más dialoguistas del mundo, pero encontramos algún momento para parar y proyectar las cosas. No somos procrastinadores: hay muchos procrastinadores en la música, “te voy a decir tal cosa, tal otra”. No sólo en la música, sino en general.
-Es un mal de nuestro tiempo.
-No hablemos de política, pero uno dice que iba a hacer tal cosa... Y de eso hablamos mucho nosotros: el otro día estábamos en Jujuy, en la gira con Rata y Mantu y hablábamos de eso. No nos podemos quedar en las palabras, no podemos quedarnos en “estaría bueno hacer tal cosa”; no, las cosas que se hablan que se van a hacer, se hacen, con nuestra con nuestro alcance: no tenemos una productora atrás.
Sí la tuvimos: fuimos artistas de PopArt, tuvimos el mainstream, conocimos todo. Tocamos en Vélez como soportes de Green Day y había 50, 60 mil personas; y también tocamos en la Vinoteca Perrier en Mar de Plata, que uno de los lugares más under que se me viene a la mente en este preciso momento. Estamos preparados para cualquier eventual concierto, de local, de visitante, en el interior, en el exterior. Si somos el interior, ¿Buenos Aires sería el exterior? (risas).
Y ahí seguimos: con ganas porque estamos bien, tenemos ideas. Hay que moverse, tiene que tener dinámica la cosa; y Bulldog siempre mantuvo eso. El otro día les decía a mis compañeros: “Ya está ‘Filosopunk’; está buenísimo, pero ya hay que meterle a otro”. Así que bueno, ojalá se copen y empecemos a tirar ideas, para el año que viene meter alguno... tampoco tienen que ser 15 canciones: con las redes y las plataformas, hoy vas subiendo uno de febrero, uno en marzo, uno en abril. Hay cosas para hacer. Después los videoclips, que también los hacemos nosotros: hacemos absolutamente todo lo relacionado con la banda. Y eso es un plus muy importante, y una satisfacción doble, extra.
Tejer alianzas
-Hablando de autogestión, vienen a Santa Fe en fecha compartida con Jauría. Suelen compartir fechas con Lucho al Attaque, Dos Minutos, Cadena Perpetua; bandas y artistas que fueron referentes, y todos salidos de festivales o movidas under y compartidas. Eso sigue estando, y a su vez también es una forma de hacérsela más fácil al público.
-Con todas las bandas que nombraste venimos tocando juntos, encontrándonos en festivales: me acuerdo de la época de Cemento, por ejemplo, hace muchos años. Y esporádicamente nos juntamos: hemos hecho gira de verano aquí, o en tal lugar de Buenos Aires juntos; con todos lo que nombraste y nos quedamos cortos: podríamos estar nombrando a muchísimos artistas más, no sólo de la vertiente del punk rock: también hemos compartido con otros estilos.
Es un laburo mancomunado, siempre lo digo. Voy por esa: hay situaciones para tocar solo, por supuesto; hay situaciones para tocar en formato con más adrenalina; hay situaciones para bajar un cambio e invitar a algún pianista, algún acordeonista, como vamos a hacer en el show de Rosario; siempre nos gusta matizar las canciones.
Y hay situaciones para unirse; más teniendo en cuenta la coyuntura, los días que corren. Las radios es muy raro que pasen una canción de Los Violadores, o de Cadena, Attaque, Mal Momento, Flema, Fun People, Las Manos de Filippi, Todos Tus Muertos, Bulldog o Sin Ley. ¿Y cuánta música hay para pasar? Las nuevas generaciones están muy entretenidas con otros estilos; no reniego de eso, pero es una realidad que nos sobrepasa y nos pasa por arriba en algún punto. Estos artistas de los que no conozco una canción, Duki, L-Gante, Dillom; hasta el mismo Trueno, que grabó con Dos Minutos, no lo tengo mucho. Pero no lo digo para denostarlos a ellos, nada que ver; lo digo porque nos criamos con otra música, fuimos parte de una movida, y al día de hoy me encuentro un montón de artistas mucho más interesantes musicalmente que los que te nombré, que llenan estadios.
Entonces: Bulldog, Jauría y todos los que nombramos antes, tenemos que seguir luchándola juntos. Sabemos que no somos péndex, sabemos que no estamos en el candelero; pero también sabemos que somos referentes, mantenemos una vigencia, una escena, hay nuevas generaciones que les gusta. No todo está perdido: hay muchas nuevas generaciones que les pica el bichito de Spinetta, a ver quién fue (David) Bowie. Porque si no se van a perder todo ese hilo conductor; nosotros consideramos que el punk rock es un poco el tamiz de todas esas vertientes. pero hablando de música y de referentes podemos hacer un diario entero con todo lo que escuchamos y compartimos.
Había otra curiosidad, otra esencia, otras ganas, en los 80 y los 90; ahora todo es como más “ahí”, más ágil, más fácil. Pero también hay un montón de nuevos artistas que realmente impactan, que hacen un show tremendo; hay que saber separar la paja del trigo.
Y como te decía al principio de esta pregunta: me gusta, nos gusta, la posibilidad de hacer trabajos en conjunto. Sirve por todos lados: para el público, para el productor, para las bandas, así que bienvenidos.
-También hicieron amigos en otras partes del mundo, por ejemplo, La Fuga de España, que les terminaron habilitando un estudio para grabar un disco allá en Cantabria, que fue “Sangre & Fuego”. ¿Se imaginaban en los primeros años de Bulldog que este proyecto los iba a llevar a conocer tanta gente y tantos lugares distintos?
-No, nunca imaginamos eso: empezamos muy de cero, teníamos pocos conocimientos. Está bien: 16 años teníamos cuando largamos. Hace una bocha: el año que viene cumplimos 35 años de carrera; vamos a hacer los festejos propios, a ver si la economía y los nuevos gobernantes nos dejan, ojalá que sí. Más que nada para que la gente tenga guita para comprar los tickets, básicamente.
Nunca imaginé esto de conocer España, Brasil, Chile, Perú, Colombia, Uruguay, Bolivia, México, Paraguay. Realmente muy muy satisfactorio: lo de Europa fue increíble; lo ideal sería volver, estar en contacto. Este año hicimos Paraguay, México no pudimos; en Chile estoy hablando como para volver en febrero. La banda tiene 35 años, pero se pueden hacer muchas cosas: depende también de la sinergia, del consenso de los músicos, no que somos los que lideramos todo.
La gente paga la entrada para vernos a nosotros; si el iluminador o el sonidista no pudo llegar a la gira, se hace igual, porque la gente paga por ver a la banda. Por supuesto: es mejor tener a tu iluminador, porque ya sabes en qué momento hace el cambio de luces, o matiza; pero las canciones se llevan puesto todo. Y otra cosa que consideramos es que lo más importante es el grupo: en este caso estamos representando a Bulldog, primero la institución.
A España ojalá podamos volver; con La Fuga, también tuvimos onda con los Marea, con Reincidentes, Mala Reputación. Hay muchas bandas allá, hay muchas cosas para hacer; pero la brecha cambiaria... Bueno, ahora estoy viendo que Cadena está tocando allá, los Dos Minutos van de nuevo: hay movidas, vamos a ver si se da el año que viene.
Entrega
-Los proyectos para el año que viene serían esos: canciones nuevas, festejar los 35 años y volver a los caminos de afuera.
-Sí: grabar, siempre componer; estar en contacto con la música misma, que es lo más importante; con amigos que les gusta tocar. Reversionar canciones, hacer cosas nuevas: de hecho, fijate que covers nunca habíamos grabado, y grabamos este de Los Huayra (“La noche sin ti”) y tuvo una aceptación tremenda. Entonces, ¿por qué no animarse a un cover? No es que somos prejuiciosos (nunca lo fuimos), pero nunca le dimos pelota a los covers. Ahora con tantos años trayectoria por ahí sí te clavo otro cover, no tengo problema.
Ensayar, y estar atentos para tocar por todo el mundo: donde pinte, donde estén las condiciones para hacer un buen show y darlo todo, como vamos a hacer el sábado ahí en Tribus de Santa Fe.
-Darlo todo en cada show, sea donde sea.
-Exacto: ese podría ser ya el encabezado de la entrevista: darlo todo en cada show, como hicimos siempre, y aún más: ahora más todavía.
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