El trío que combina stoner rock, grunge, nü metal y otras influencias abrirá una velada compartida con Frutapaloopas; allí compartirán sus canciones con músicos invitados. Con este disparador, El Litoral conversó con dos tercios de la agrupación para repasar procesos creativos y sueños compartidos.
Lisandro Duquez (guitarra y voz, miembro fundacional), Pablo Dante (bajo y coros) y Brian Fonseca (batería y voz) son los sostenedores de este proyecto basado en una amistad que trasciende la música. Foto: Gentileza David Lescano
Este viernes desde las 21, en El Nogal (25 de Mayo 3463) se presentará Cosmudus, trío integrado por Lisandro Duquez (guitarra y voz), Pablo Dante (bajo y coros) y Brian Fonseca (batería y voz), repasando las canciones de sus dos materiales previos junto a invitados y sorpresas. Compartirán la velada con otro trío, Frutapaloopas, que estarán presentando “5 pa’l $”. Las anticipadas están en venta en La Grieta Discos (Marcial Candioti 3137), de 17 a 20, o por mensaje privado a las bandas.
Aprovechando la ocasión, El Litoral conversó con Lisandro (miembro fundador) y Pablo, para repasar una década de proyecto musical, un viaje humano, y los proyectos para el futuro.
De cara al escenario
-¿Cómo se están preparando para esta fecha, y qué puede esperar el público?
Duquez: -Estamos trabajando ya desde hace un tiempo en el estudio de nuestro sonidista; Si bien las canciones que vamos a tocar son las mismas que tenemos grabadas hace ya un tiempo, vamos a sumar algunos invitados, hay algunos covers que vamos a hacer. Siempre fuimos un trío bastante convencional; ahora, más que nada por una cuestión de afinidad con diferentes músicos. se fue armando ahí como un grupito y decidimos invitarlos: va a haber un tecladista, varios guitarristas (la banda va muy por ahí: rock con bastantes guitarras), va a haber un cantante en un cover.
Laburando a un nivel que no era con el que laburábamos antes: la banda fue evolucionando, tenemos más conocimiento de audio y esas cuestiones, así que va a estar bastante poderoso. Siempre estuvo poderoso, pero ahora va a ser un poder un poco más controlado (risas).
-La banda arrancó hace diez años, en 2014. ¿Cómo nació en aquel momento la idea de armar un trío así?
Duquez: -Surgió por amistad, y buscando sacarnos las ganas, ponerle un poco de huevo en ese aspecto. No son los músicos que están ahora: Pablito y Brian están hace unos cinco o seis años.
Dante: -La mitad de la carrera.
Duquez: -Pablo estaba, pero era asistente: nos daba una mano en esto, lo otro, siempre estuvo cerca. Esta formación que está ahora esta bastante consolidada hace un tiempo, unos seis años.
Paleta sonora
-En general se los pone como una banda stoner, pero tienen muchos colores de distintos géneros. ¿Cómo describirían el sonido del grupo?
Dante: -Es rarísimo cuando te preguntan qué estilo hacés, porque como dice Lichu ya no somos los mismos integrantes, y desde ese entonces cada integrante tenía una afinidad por un estilo, y se buscaba poner un poquito de cada estilo de cada integrante para hacer las canciones. Ahora quizás no vamos mucho por el estilo que hacemos sino lo que nos sale naturalmente entre los tres lo plasmamos.
Hay tintes más de los 70, de los 80, que son como un rock clásico. Pero yo soy más nü metal, o más metal; él es más clásico, Brian es más grunge: entonces tratamos de mezclar.
-Hay cosas de grunge en los estribillos...
Dante: -En las voces hay mucho de Alice in Chains, cosas a dos o a tres voces; buscamos hacer eso también que por ahí también. Lo que decía él de evolucionar o aprender un poco más de audio: trabajamos las voces por un lado, la guitarras por otro, todo los estilos que tenemos integrados.
Duquez: -No me siento identificado con el mote de stoner. Si bien lo amamos, Brian también (por ahí Pablo lo conoció después, con el tiempo de curtir con nosotros), no creo que seamos una banda de stoner específicamente. Está ese sello, pero no me identifico: amo el stoner rock pero por ahí me parece aburrido: muy fumón, muy colgado. Nosotros tenemos más estructuras de canciones; eso eso por ahí cuesta encontrar: no es fácil hacer una canción que sea vendible o que alguien ajeno a este estilo le llegue.
-Esos arreglos de voces por ejemplo no serían un problema para el stoner.
Duquez: -Totalmente, vendría a ser un problema tenerlos (risas).
-Hablaban de lo que les “va saliendo”. ¿Cómo es el proceso creativo de cada canción?
Duquez: -Es bastante natural: van surgiendo ideas, casi siempre hay una idea principal y de ahí vamos a la bitácora de ideas y buscamos algo que compusimos por partes, que saltó una vez en un ensayo y quedó grabada. Empezamos a hilarla y la vamos armando de esa forma.
No hay un rol de decir “yo soy el compositor, el arreglador”; es bastante en conjunto. Siempre surge de alguna de las ideas de los tres, y ahí se disparan.
Dante: -Es muy loco, porque el baterista por ahí agarra la guitarra y dice “se me ocurrió esto”; él agarra el bajo, y nos vamos pasando los instrumentos para ver qué cositas hay que el otro no hace. Entonces a mí se me ocurre algo y yo se lo muestro, él lo plasma y el otro lo cambia y lo transforma.
Duquez: -Todos aportamos a las melodías de voces, a las letras: por ahí nos ponemos de acuerdo objetivamente de decir: “Tenemos que encontrar una forma de unir esta parte con esta”; los tres nos ponemos a laburar en eso y surgen cosas. Y vemos después que es lo mejor o lo peor.
-¿Todo en sala?
Duquez: -Nuestro baterista ahora hace unos dos años y medio que se fue a vivir a Rosario; eso también es un desafío muy grande a la hora de componer sobre todo. Estamos usando herramientas que hay ahora hoy en día, grabar a distancia, tener un home studio en tu casa; antes era imposible. Si esta situación se daba hace diez años, iba a ser imposible seguir avanzando con la agrupación. Pero de alguna manera eso nos está ayudando bastante.
Va y viene, viaja, estamos en contacto constante; más que ahora que estamos produciendo una fecha: no es una limitación.
En estudio
-En 2016 salió el primer material, que grabó la primera formación, que tenía cuatro temas. Después en 2020 salieron cuatro singles separados, cada uno tiene su portada, ya con esta formación. ¿Cómo fue la evolución sonora y la creación de estos temas? Que además salieron en pandemia.
Duquez: -Pero fueron grabados antes, en el Instituto de Periodismo: estuvo muy bueno ese proceso. De alguna manera fue todo lo contrario de lo que estamos atravesando ahora: llegamos a estar todos los días juntos tocando, de lunes a viernes; si no hubiera sido por mí, que tengo una novia afuera, era todos los días tocar.
Dante: -Muy inmersos.
Duquez: -La banda sonaba de una forma que nunca más la volví a escuchar así, tan compacta: la verdad es que le metimos un montón de huevos. Era estar todos los días previos a la fecha de grabación, de la estructura de la batería, ensayando tres o cuatro horas por día. Y comíamos asado; no dormíamos juntos, pero faltaba poco. Más de una vez no hemos quedado en el estudio durmiendo: era muy tarde y nos quedábamos ahí ya.
Fui muy nutrido para nuestra relación, como personas. Después nos relacionamos con las personas que nos debíamos relacionar, como Fede “Tuna” (Galeano Zurbriggen), nuestro ingeniero de grabación, que es más que nada un hermano ya, súper parte de la agrupación. El Emi Lucero nos dio una mano: armamos un equipito de laburo.
-¿Cómo fue grabar en ese estudio, que habitualmente no se usa para eso?
Duquez: -Fue una experiencia muy loca. Estuve buscando una sala amplia, porque queríamos hacer una grabación de baterías “old school”, en una sala grande. Pusimos micrófonos de medición por todos lados, tomamos reverb propias.
Fue un desafío: era en un segundo piso; descargamos todo el equipamiento, batería; llevamos monitores, todas las placas, caja de bajo, de todo. Y entramos a la sala y estaba armada para dar clases, así que corrimos los bancos, estuvo muy loco.
Estuvimos varias horas, pedimos más tiempo: hablamos con el encargado, no hubo ningún drama. Me acuerdo de que había tormenta, se cortó la luz en un momento: fue cómo son esas cuestiones, tediosas y una carrera contra el tiempo.
-Ahora son graciosas.
Duquez: -Sí esa vez fue un raíd.
Dante: -Y asimismo encontrarse con ese monstruo gigante: por fuera es un edificio común y por dentro todo totalmente acustizado, sonorizado.
Duquez: -Ese mismo día llegamos, no aguantábamos la manija y abrimos las pistas... no, al otro día fue: ese día ya nos tomamos unos vinos, brindamos. Abrimos las pistas y la batería que habíamos grabado era increíble: sonaba sola, por cómo habíamos plasmado el rider de microfonía; había quedado letal.
A partir de ahí empezamos a laburarlo, y la batería que conseguimos creo que fue lo que le dio el nivel a las canciones: después tenés que grabar una guitarra que tiene que sonar bien, se tiene que poner a la altura de la batería. Entonces ya empezaron con un nivel interesante.
-La batería es la que menos podés mentir, porque es un instrumento acústico.
Duquez: -Totalmente: si hay edición es muy mínima, no se puede regrabar.
Dante: -Y como todo el proceso anterior de banda antes de grabar, después en el estudio, mezclando y todo, también habremos estado tres veces por semana desde temprano hasta que ya no dábamos más; porque te secaba la cabeza el volumen, la misma canción una semana seguida: soñaba ya que estaba en el estudio mezclando.
Duquez: -El Tuna me terminó echando: “Bueno, ya está”. Me fui a mi casa, mi casa, pasó una hora y media y me sonó el teléfono, “¿Qué pasó?”. “Che, boludo, ahí escuché, que esto, que lo otro”, siguió con el tema: “Venite”. “No, estás re loco: ¿me acabás de echar y ahora querés que vaya? no, ya está: mañana hablábamos”. Y ahí me ofendí yo (risas). De alguna manera fue como abandonar los temas; Paul McCartney dice eso: no se terminan los temas, se abandonan. Es muy loco eso: lo había escuchado, lo había visto, pero nunca lo había vivido en carne propia.
-Ahora están trabajando en cosas nuevas.
Duquez: -Sí, estamos con esta limitaciones de la distancia, pero hay muchas cosas que quedaron colgadas, que le estamos dando forma, y que vienen muy bien. Estamos escapando un poco de ese mote stoner, haciendo un poco más de canción; buscando por ahí otro estilo: para nosotros sigue siendo la esencia de Cosmudus, pero por ahí el oyente externo se da cuenta de que hay una evolución, de la que estoy bastante contento.
-¿Cuántos temas hay?
Duquez: -Unos cuatro o cinco ya están medios cocinados.
Dante: -La mayoría fue del año pasado: antes de que Brian se termine de asentar en Rosario ya habíamos trabajado en varias cositas; más que nada canciones que ya teníamos hechas, pero por ahí le bajamos el tiempo a alguna, le cambiamos el estribillo a la otra.
Duquez: -Se van renovando. Unas seis podrían salir: la idea es antes del año que viene poder grabarlas, pero vamos a ver qué pasa.
Dante: -Con el tiempo y la plata.
Andanzas
-En el medio compartieron escenario con artistas de la escena nacional. ¿Qué experiencias o anécdotas les vienen en este momento?
Duquez: -Anécdotas hay muchas. Compartir post show con gente grosa del estilo, del género: eso está bueno, porque habla de una aceptación del otro; no sé si será así con todas las personas o con todas las bandas soporte con las que van a tocar. Me los guardo en mí, porque además de hablar de cosas importantes para uno, que compartan ideales, eso está está bueno.
-¿Quiénes se coparon con ustedes?
Duquez: -Una vez compartimos un post show con Sick Porky, que estuvo re bueno.
Dante: -Banda de la Muerte también.
Duquez: -Compartir un asado después del show con esa gente, que te den esa aceptación, que te hagan formar parte de eso es lo que más valoro. Después anécdotas hay mil, pero no sé si se puede contar (risas),
Además son contactos que te quedan, gente que te acepta. Gente grande, que hace mucho que están en en el ruedo.
-Y que ya no se come ninguna.
Duquez: -Y sobre todo en este género: hay gente bastante pesada que en verdad no tiene nada de pesado, sino todo lo contrario; pero tienen una imagen o una forma de manejarse así: no se comen ninguna, como decís.
-Y hay gente que da miedo y nada que ver.
Duquez: - Terminan siendo más tiernos y más dulces que cualquier persona. La imagen no concuerda con su personalidad. Pero bueno, es ser un poco poser, o mostrar esa imagen.
Cofradía
-Hablaban de momentos donde tenés que pasar mucho tiempo con los compañeros, es una una intensidad de estar juntos. Son varios años, uno viviendo en otra ciudad. ¿Cómo se sostiene en lo humano el proyecto más allá de lo musical?
Duquez: -Hace un tiempo ya que nos dimos cuenta de que es lo único que nos sostiene, eso es lo único que nos que nos permite hacer todo lo artístico que hagamos. O tranquilamente organizamos una pesca y nos vamos. La música y lo artístico es algo extra; con el tiempo estoy muy orgulloso de eso, porque gestamos y formamos relaciones que, conociendo o sabiendo las internas de otras bandas... no por comparar, pero siempre hay egos, hay cuestiones.
Venimos de una de una generación que la vivimos y la sufrimos también; creo que lo humano en en esta banda es lo más importante de todo. Se fue se fue gestando así, y creo que es lo que más fuerza le da a todo esto. Lo musical siempre termina saliendo, no es una limitación. No hay cosas que digamos: “No, ¿cómo no nos sale esto?”, porque tampoco es que estamos componiendo música clásica o haciendo un cover de la Novena de Beethoven; es un rock clásico.
Pero la pregunta es muy buena, porque es lo más importante de todo. Manteniendo una relación con un baterista a distancia, si bien la sostenemos porque el batero es muy groso musicalmente muy tiene muchas cualidades, no es que no le echamos porque es bueno, vive lejos y lo aguantamos (risas). Se da un conjunto de cosas que hacen que lo sigamos bancando; y una de las cosas más importantes es nuestra relación humana: yo los considero hermanos más que amigos. No sé si en otras bandas pasa: me doy cuenta de que no. Por eso creo que es lo más importante de todo hoy.
-Hay bandas que arrancan siendo amigos, pero en algún momento se pudren del otro.
Dante: -Por una cuestión de egos, de envidia; de que la mujer de uno no lo dejar ir a ensayar, el otro lo putea en secreto.
Duquez: -Esas cosas nos pasaron, pero evolucionamos relacionándonos en la forma en la que esas cosas ya no nos afectan más, y no le damos lugar a eso. Pablito sabe que me puede putear en todos los idiomas y que yo a él; o que no se tiene que callar, mentir o decirme nada que no sienta. Destacar eso, la relación humana, es loco.
Dante: -Termina siendo como un psicólogo la banda.
Duquez: -Compartimos muchas cosas en poco tiempo; son diez años, pero (con esta formación o la anterior) para un proyecto musical o artístico no son casi nada: se necesita de una carrera mucho más longeva para poder lograr un objetivo o focalizar un resultado. Por el momento estamos estamos bien los tres, somos un trío de verdad. Todavía no fuimos pareja, pero no estamos lejos (risas).
Al mundo
-Queda de acá al año que viene publicar los temas nuevos. ¿Qué otras cosas tienen en la cabeza?
Duquez: -Generar el contenido para poder viajar. No sé si ir a tocar a Buenos Aires: eso ya no es un imposible: se puede hacer tranquilamente, hay miles de bares. Pero quiero que hagamos un viaje afuera: poder irnos a tocar a México, adonde sea. Ir con material en mano y encarar una gira. Más que nada como un logro nuestro: conocer otros países haciendo lo que hacemos. Meterle huevo por ahí es un objetivo a largo o mediano plazo, que hace ya bastante que me viene rondando en la cabeza.
Dante: -Está bueno eso de plantearse un objetivo así, que a la larga parece muy difícil o hasta imposible. Pero si te planteas objetivos así terminar trabajando el proceso mucho mejor, o con más ganas, o con más ánimo; sabiendo que en algún momento te va a salir esa.
Duquez: -Sí, empezó siendo una flasheada de estar los tres tomando un vino; hace poco nos hicieron una nota para un blog (ya ahora tiene radio),un muchacho de México, de Puebla, y se lo planteé. El vago se prendió fuego y me dijo: “Contá conmigo para lo que sea. Consíganse los pasajes, acá está todo: les damos el backline, le damos los instrumentos”. Hay que tomar la decisión, comprar los pasajes e irse. Soy muy partidario: todo lo que encaro en mi vida, lo hago así: a todo o nada.
Después es seguir dándole rienda a esto: poder grabar todas las canciones que más podamos, seguir tocando, haciéndonos conocer en el país, que haya un reconocimiento zonal más grande
-En el medio también vas trabajando otras cosas. Una cosa te estimula a hacer la otra.
Duquez: -Van apareciendo cosas... capaz terminamos yendo a tocar a Grecia antes que a México; pero bueno, es estar preparado y tener en la cabeza eso; y saber que cuento con que a él la novia lo deja ir, o la mamá (risas). Son cosas que decimos para cagarnos de risa, pero es así: plantearnos esas cuestiones y ver cómo te responde el otro. De acá a que lo hagamos... ojalá que sí, en algún momento; pero sabés que contás con las personas que te siguen la cabeza y que están en la misma.
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