Memo Beltzer, Demian Pozzo y Jorge Mockert presentan su nuevo EP, comenzado en el último reencuentro y terminado a distancia entre Melbourne (Australia), Santa Fe y Buenos Aires. Compartirán concierto con Barro, también mostrando nuevas canciones. En la previa, El Litoral conversó con Demian para adentrarse en una conexión que atraviesa tiempos y espacios.
Jorge, Demian y Memo, más maduros pero con la misma cercanía que en los comienzos, más allá de los caminos de la vida. Foto: Gentileza Lara Margaritini
El sábado 4 de octubre, a las 21 en Demos (9 de Julio 2239) Ginkgobiloba estrenará en vivo su nuevo material discográfico llamado “Abrazo”. La agrupación integrada desde 2001 por Emiliano “Memo” Beltzer en bajo y voz, Demian Pozzo en guitarra y voz y Jorge Mockert en batería y voz vuelve a juntarse luego de dos años desde su última reunión, en la que sentaron las bases de este nuevo trabajo compuesto por cuatro canciones: “Abrazo”, “Grandulón”, “Se quiebra” y “Vidala al corazón”.
En la ocasión compartirán escenario con Barro, agrupación con más de 20 años de recorrido, hoy compuesta por Franco Bongioanni (voz, guitarras y piano), Cintia Bertolino (voz y percusión), Agustina Cortés (saxo, teclados, percusión y voz) y Gonzalo Diaz (batería, percusión, guitarra, teclado y voz). Las reservas de anticipadas pueden hacerse al 3424361803.
En la previa, El Litoral conversó con Demian Pozzo para saber más sobre este regreso y las química que los impulsa a mantener viva a esta banda histórica.
En directo y a distancia
-¿Cómo fue la juntada en la que se produjo el EP? ¿Cómo fue componerlo a la distancia?
-El proceso de este disco que llamamos “Abrazo” empezó hace dos años, en 2023, en la juntada anterior de Ginkgobiloba. Hacía en ese momento cinco años que no nos veíamos, porque estuvo entremedio la pandemia y vivimos en lugares distintos del mundo: Memo vive en Australia, Jorge en Santa Fe, yo en Buenos Aires; nos juntamos cada tanto.
En 2023 hacía cinco años que no nos veíamos, pero en esa juntada hicimos un concierto en Santa Fe y uno en Buenos Aires, y aprovechamos en esa semana de ensayos para armar cuatro temas nuevos: ya estaban compuestos, pero les dimos forma, hicimos los arreglos estando juntos en Santa Fe.
Hicimos una sesión de grabación en una jornada en Buenos Aires, en un estudio que se llama Mawi Road, y grabamos las bases de esos cuatro temas. Luego de que Memo se volvió a Australia y cada uno siguió su vida, la producción fue a distancia: Memo grabó sus voces en Australia, yo grabé mis coros y sobregrabé guitarras en Buenos Aires; con Jorge hicimos un par de juntadas en su sala de ensayo, grabamos con mi home studio algunos coros y algunas cositas que faltaban grabar, algunas guitarras acústicas. Ese material lo mezcló Memo allá en su estudio de Australia.
-Este año volvemos a juntarnos para tocar esa música en vivo y celebrar que la música ya está en todas las plataformas digitales: está en Spotify, en Tidal, en YouTube: hay dos videos que filmamos en las sesiones de grabación en el estudio. Así que este año es el momento de mostrar esa música nueva que empezó a formarse hace dos años.
-Un festival de WeTransfer y Drives.
-Exactamente: el avance de la tecnología hogareña, de que cada uno pueda tener en su casa dispositivos para grabarse, para editar y para posproducir el material hizo que pudiéramos seguir trabajándolo a la distancia.
El material del estudio de Buenos Aires lo edité en mi casa, corregí cosas, sobregrabé cosas; y después le mandé esos tracks por WeTransfer, por Drive, por todos los dispositivos de almacenamiento que existen para intercambiar el material y poder hacerlo así a la distancia.
Patio de juegos
-¿Qué impulsa a seguir sosteniendo la vida de Ginkgobiloba, más allá de que la vida los llevó a cada uno por su lado, para que la banda siga teniendo un impulso para juntarse a crear música nueva?
-Eso es algo que lo que lo charlamos siempre entre nosotros. Aparte de Ginkgobiloba cada uno tiene sus proyectos musicales, porque la vida sigue, uno es músico y somos curiosos: nos gusta incursionar en distintos proyectos.
Pero en Ginkgobiloba nos formamos prácticamente, porque éramos bastantes chicos cuando empezamos a tocar; y fue mucho tiempo de estar juntos, de experimentar, de ensayar, de tocar en vivo y de probar cosas. Y eso nos llevó a tener una comunicación musical que es muy difícil de encontrar en proyectos que por ahí tienen un fin más laboral o que no tienen la dedicación en la semana que le dábamos a en su momento.
Entonces hay un entendimiento musical que tenemos que es único; y que, más allá de que por ahí por años no nos vemos, es algo que en un par de ensayos vuelve a aparecer, como si nos hubiéramos visto la semana pasada.
Eso es algo que disfrutamos mucho: siempre charlamos que mientras disfrutemos de tocar juntos eso siga pasando. Siempre el primer ensayo es un desastre y cuesta sacar el óxido; pero una vez que aparece Ginkgobiloba nuevamente es como si nunca nos hubiéramos separado. Eso está buenísimo y se disfruta un montón.
-Son músicos profesionales con el espíritu de los pibes del Almirante que se juntaban a zapar.
-Exactamente: cuando empezamos a tocar queda de lado el traje laboral, el overol, y estamos jugando. Una vez le escuché a Ricardo Mollo decir que la sala ensayo era el patio de juegos, el arenero de la banda. Y lo sentimos muy así: una vez que empezamos a tocar estamos jugando, estamos disfrutando y nos estamos divirtiendo. Mientras eso esté presente va a haber Ginkgobiloba para rato.
Compañeros de ruta
-Van a compartir escenario con Barro, grupo con el que tienen en común más que la generación.
-Estamos re contentos de tocar con Barro, que es una banda que también tiene como 20 años de historia igual que nosotros, y que es una gran parte de la cultura santafesina. Hemos compartido con ellos muchísimas veces; no con la banda, pero con Franco grabamos dos discos en su estudio. Cintia ha cantado con nosotros de invitada, tanto en el “21 sesiones” como en varios shows.
Agustina Cortés toca el saxo en “Grandulón”, que es un tema del nuevo EP; y el Gonza Díaz también tocó como invitado la última vez que tocamos en El Puente, en 2023. Así que estamos re contentos de compartir con ellos, que son músicos que nos han acompañado un montón en la historia de Ginkgo.
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