Tras su estreno, que se produjo al promediar diciembre, la comedia “Las esperadoras” tendrá su primera función del año. Será el sábado 14 de marzo a las 21.30 en la sala mayo del Centro Cultural Provincial (Junín 2457).

La obra teatral que crearon Fernando Belletti y Sergio Cangiano, quienes además actúan, volverá a escena el sábado 14. Es la primera función del año tras su estreno en diciembre. Una charla entre dos mujeres muy distintas que están embarazadas es la excusa para hacer reír, pero también analizar la maternidad, los miedos y la amistad.

Tras su estreno, que se produjo al promediar diciembre, la comedia “Las esperadoras” tendrá su primera función del año. Será el sábado 14 de marzo a las 21.30 en la sala mayo del Centro Cultural Provincial (Junín 2457).
Creada, dirigida y protagonizada por Fernando Belletti y Sergio Cangiano, la obra teatral desarrolla su trama en base a las vivencias de dos amigas muy distintas que atraviesan una etapa avanzada del embarazo. Una con la ansiedad propia de su condición de primeriza, la otra con la calma de quien ya tuvo varios hijos, en este caso ocho.
“Se marca mucho el humor entre la que tiene experiencia y la que no la tiene. Entre la incertidumbre de una y la cancha de la otra”, señaló Cangiano al comentar a El Litoral detalles de la propuesta. Entre ambos personajes se abre una especie de grieta, por las expectativas de cada una y sus pensamientos. “Una es empoderada feminista, la otra una mujer de parroquia que sigue a un cura medieval”, puntualizó.
La génesis de esta comedia (que el dúo Belletti-Cangiano propone tras la exitosa “Terapia”) proviene del encuentro de Sergio Cangiano con “La bruta espera”, una pieza corta del actor y director porteño Julio Chávez. “Se la mostré a Fernando (Belletti) y él me dijo que le parecía una buena idea para hacer una obra más larga, más contundente, con más elementos y más humor. Empezamos a trabajar y a jugar y se transformó en una obra de una aproximadamente una hora y diez minutos. Le agregamos muchas cosas, santafesinas y universales”, relató el actor. Y aclaró que aunque se tocan temas muy sensibles, no se apunta a provocar sino a divertir.
—De todas maneras, se puede hacer humor con cualquier cosa, siempre que haya respeto.
—Pero hay que tener límites. En los últimos tiempos se generó una discusión sobre los chistes de los ‘80 donde (Alberto) Olmedo y (Jorge) Porcel jugaban con el tema del machismo, donde la mujer era un objeto. Eso no se puede hacer ahora, es políticamente incorrecto. Los tiempos cambian y lo que antes daba gracia, ahora ya no la causa. Hay obras, incluso, que fueron escritas en los ‘90 y si la querés hacer hoy la tenés que modificar porque pueden herir susceptibilidades bastante grandes. La idea es ser inofensivos, “Las esperadoras” es una obra pensada solamente para divertirse.
—Teniendo en cuenta esos puntos que describís, ¿cómo fue la creación de los personajes femeninos de la obra?
—Están hechos con mucho respeto. Así lo quisimos. No nos estamos riendo de la condición femenina ni de la condición de las embarazadas. La gente que nos conoce sabe como somos. Representamos dos personajes que son agradables y buena gente. No hay ninguna maldad en ellos.
Lo femenino y las miradas
No es la primera vez que Cangiano -un actor que ostentan más de treinta años de trayectoria en la escena santafesinas- se pone en la piel de personajes femeninos. Lo hizo en los ‘90 cuando llevó a escena tres monólogos basados en cuentos de Roberto Fontanarrosa con mujeres como protagonistas. También en “Litófagas”, donde junto a Jorge Vigetti cuestionaban a las dictaduras a través del absurdo, en “Anestesia local” y en “Jaque a la reina”. Por lo tanto, para su labor en “Las esperadoras” tiene una amplia gama de recursos de los cuales valerse.
El otro dato es la marcada predisposición (este punto es compartido con Belletti) hacia la comedia. “Desde 2000, hace ya 20 años, decidí hacer humor”, recuerda el actor. Es posible que parte de la explicación sea que antes se había volcado mucho al drama, pero lo concreto es que ejerció un cambio en su mirada sobre la realidad. “Siempre digo lo mismo: si alguien se cae, viene uno que puede llorar, otro que hace un documental y otro que se ríe. El humor permite ver la realidad con una mirada más ingenua, más suave. Suavizar la realidad, hacerla más tranquila para poder soportarla”.
—A veces eso es necesario.
—El chiste en los velorios, que ahora se ha perdido un poco, era una tradición familiar. El que contaba un chiste en los velorios lo hacía para sanar el dolor que se estaba viviendo. El humor es un cristal para mirar la realidad desde un poco más lejos. Y cuando uno la puede mirar de otra forma, puede empezar a modificarla. Cambiar la realidad desde la furia, la tristeza o la angustia es más difícil. Y doloroso.
En abril
Tras la función prevista para el día 14 del corriente en el Centro Cultural Provincial, la obra recién volverá a escena el domingo 19 de abril en la sala de Luz y Fuerza (Junín 2957). Luego, la idea es pasar a salas más pequeñas.